Fahrenheit 451

Reseña del libro “Faherenheit 451”, de Ray Bradbury

Fahrenheit 451

Hoy vengo a hablaros de la espectacular nueva edición que Libros del Zorro Rojo ha realizado del Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.

Si eres bibliófilo y no has leído nunca este libro, debes saber que puede herir tu sensibilidad, porque aquí los bomberos no apagan fuegos, sino que los provocan para ¡quemar libros!

Dato: la temperatura perfecta para que arda el papel es 451º Fahrenheit. Esto es lo primero que aprenden los bomberos de este mundo distópico, eso y que leer es el acto más peligroso que puede realizar un ser humano.

Por muchos años que pasen, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury sigue estando actualizada, y es que no puedes leerla sin ver las similitudes que tiene ese futuro planteado del siglo  XXIV y la época en la que te ha tocado vivir. A saber:

  • Hay que conseguir que la gente sea extremadamente feliz, y para ello deben divertirse a toda costa en los momentos en que no trabajen
  • Hay que lograr que no piensen mucho, por eso hay que darles todo lo que necesiten y que vean mucha televisión (ofrecerles programas divertidos donde tengan que adivinar canciones populares o las capitales del país, darles muchos datos inútiles para que se crean inteligentes)
  • Hay que conseguir que olviden del pasado aquello que no le convenga conocer, por su  propia seguridad. Para ello, sólo conocerán un pasado “real” que aparece en los libros no prohibidos (por ejemplo: los bomberos se establecieron en 1790 para quemar los libros de influencia inglesa de las colonias, el primer bombero de la historia fue Benjamin Franklin)
  • Hay que detener a los hombres que pasean, que charlan, que se detienen en mitad de la calle para contemplar la naturaleza, son sospechosos, y no tienen necesidad de ello, la TV les provee de todo lo que necesitan ver.
  • Dejarles conducir libremente a 60 kilómetros por hora
  • Deben realizar deportes que le descarguen adrenalina acumulada
  • Deben aprenderse las canciones más famosas, para que se sientan mejor, por ejemplo la del  nuevo anuncio de Dentífrico Denham. Eso es lo que los hará felices.

Ser feliz es lo más importante y en palabras del Capitán Beatty: “los bomberos son los Guardianes de la Felicidad

TODOS los libros están prohibidos, en sus diferentes formas y géneros y si descubren que guardas uno no solo el libro arderá, sino también tu casa entera. A 451 grados Fahrenheit precisamente.

Uno de los bomberos encargados de tan exquisita tarea es Guy Montag. Vive una vida normal, según lo dictado por el protocolo. No piensa, no plantea preguntas y no le surgen dudas ni ideas raras.

Pero un día conoce a la joven Clarisse que no para de hablar y de hacerle preguntas, la mayoría sin sentido para él y es aquí, cuando todo cambia. Porque Guy empezará a ver la realidad que le rodea desde otra perspectiva. Sobre todo cuando le pregunta algo tan simple como “¿eres feliz?”

Cuenta la leyenda que Ray Bradbury escribió Fahrenheit 451 a principios de la década de los 50, cuando en EE.UU. acababa de entrar en los hogares un artefacto nuevo que cambiaría el curso de la historia: la televisión. Pero en este edición de la que hoy os hablo, la de la editorial Libros del zorro rojo, podemos leer un prólogo donde el autor nos explica el origen de la novela.

Se remonta a su infancia y a cómo buscaba en las bibliotecas títulos que nunca tenían, como las aventuras de Tarzán, porque los bibliotecarios no los consideraban “libros”. Esto le dio a pensar en lo fácil que es manipular a la gente diciéndole qué pueden y qué no pueden leer.

Pero ¿qué pasaría si dejáramos de pensar?, ¿a dónde iría la humanidad?,  ¿cómo sería un mundo sin libros? Estas cuestiones las analiza el autor en Fahrenheit 451  y en otros relatos suyos, alguno incluido en sus Crónicas marcianas (1950).

Bradbury nos transporta a un sombrío y desalentador futuro donde no querríamos estar, donde la memoria del ser humano (tanto la capacidad que tenemos de olvidar, como la que tenemos para recordar), juega un papel importante. Me ha gustado ese método infalible para no olvidar los libros que aquí se propone.

La versión que ofrece Libros del zorro rojo viene traducida por Marcial Souto, especializado en traducir a Bradbury; y las maravillosas ilustraciones del libro corren a cargo de Ralph Steadman, un caricaturista inglés que ha dado vida a personajes de Rebelión en la granja (George Orwell) o de  La isla del tesoro (R.L. Stevenson), ambas editadas también por este sello.

Una magnífica nueva edición del Fahrenheit 451  de Ray Bradbury que no puedes dejar pasar.

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