Hotel Singapur

Reseña del libro “Hotel Singapur”, de Gerardo Fernández Fe

Hotel Singapur

“Lo curioso era la manera en que indagamos sobre una persona y lo ajena que esta se encuentra en el momento en que nos configuramos un retrato cabal sobre su existencia”.

Empezar una reseña con una cita del libro en cuestión puede resultar extraño. Sin embargo, en estas palabras del protagonista de Hotel Singapur se encuentra la esencia de esta lúcida novela del escritor cubano Gerardo Fernández Fe. Claro que esto lo entenderéis más adelante. Primero dejadme que os presente al autor.

Gerardo Fernández Fe, (La Habana, 1971) es novelista y ensayista. Entre sus publicaciones destacan las novelas La falacia y El último día del estornino, así como los libros de ensayos Cuerpo a diario y Notas al total. Tibisial recoge toda su obra poética hasta la fecha. Quizás corra el riesgo de repetirme, pero me encantan los poetas que también son novelistas porque siempre queda ese poso lírico, de alguna u otra forma, en sus narraciones. Sin haber leído ninguno de sus poemas, soy capaz de reconocer esa voz de Gerardo Fernández Fe en esta novela en la forma de abordar el tema y en sus cavilaciones. Se nace poeta, sin duda.

Como decía unas líneas más arriba, esa cita que abre la reseña es la mejor manera de desvelar lo que encontramos entre las páginas de Hotel Singapur. Genaro es Funcionario del Estado y su trabajo le lleva de empresa en empresa. Cuando, con su jefe Limbano, llega al edificio donde pasarán los próximos treinta días realizando un exhaustivo análisis contable, Genaro, con tendencia a regodearse en la vida de los demás, irá conociendo a los seis trabajadores de “el crematorio”, las oficinas que se encuentran a dos pisos bajo tierra.

Allí trabaja Hilda, una mujer de cincuenta y tantos años, incapaz de exteriorizar sus dolores, con su pelo al estilo Barry Manilow. Hilda es la hija de El Grimy, un californiano que se había mudado a La Habana en 1963 huyendo de su pasado.

También está Orquídea, una madre que lleva demasiado sin saber de su hijo Patricio, instalado con su mujer e hijos en Poughkeepsie, una ciudad muy modesta al norte de Nueva York. Luego Modesto, un mulato, antiguo imitador de Michael Jackson, con una gran necesidad de ser admirado por la gente. Y Urbano, su padre, al que todos llamaban Oliva, y del que el propio hijo descubrirá un día la farsa que ha supuesto su vida.

Alberto-el-militar, hijo de Cándido Pajuelo, un ex anarquista con muchos muertos a sus espadas que huye de Madrid por temor y que acaba instalado en La Habana.

Por último está la pobre Norma, una mujer de vida difícil, humillada y maltratada por su marido, que arrastra el dolor de la muerte de su hijo. Y, cómo no, Victoria, la chica de la camiseta color malva claro con un mensaje que dice Singapore. Ella es hija del difunto diplomático Horacio Depestre, quien había regresado a la isla ilusionado con la llegada de Fidel Castro, en enero de 1959. Victoria, la enigmática, la mujer que no dice nada y finge saber menos.

A través de estos seis empleados, Genaro va indagando en su existencia, ya que para él es esencial saber cosas sobre la vida de los demás, sus luchas y sus miserias. Entre todos estos personajes se irá tejiendo el retrato de sus existencias, saciando la curiosidad de Genaro por radiografiar el pasado para así ponerle nombre y apellidos al presente. 

Hotel Singapur es una novela coral, en la que todos los personajes saben más de lo que aparentan y esconden todavía más de lo que hablan. Un libro en el que los recuerdos y el pasado lo son todo.

Una forma brillante, la de Gerardo Fernández Fe, de retratar la vida de estos personajes y sus antecesores a través del diálogo y la curiosidad. Sin duda, se trata de un relato que es el retrato de varias generaciones y momentos de la historia, narrada de manera inteligente, con buenas dosis de humor y de buena música. Una novela que habla sobre las miserias del ser humano y la importancia del pasado para entender nuestro presente. Puedes adquirir Hotel Singapur en exclusiva en Amazon.

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