Kitty descubre su poder, de Paula Harrison

Kitty descubre su poderHace años, dando clases particulares de inglés a un niño, le dije que inventase una historia. Algo simple, sencillo, solo para hacer amena la clase, divertirnos practicando el idioma y a la vez trabajar su creatividad. «No puedo. Que no, que no. No sé. Ni idea, de verdad. No soy capaz. No me atrevo», fue su respuesta.

El miedo le invadió. Y sin embargo, ese niño era muy dado a hablar, a contarme su día a día, y un montón de cosas más. Pero el hecho de tener que afrontar esa tarea solo, partiendo de cero, le paralizó. Le impidió continuar y demostrar que realmente sí era capaz. Porque lo era. Y bastó con que yo le animara, le ayudara levemente con el comienzo, le repitiera que sí podía hacerlo y simplemente confiara en sí mismo, en su fuerza interior. Y entonces por fin, abrió sus alas y dejó volar su imaginación.

A la protagonista de Kitty descubre su poder, de Paula Harrison, le ocurre algo parecido. Ella es una niña normal, aparentemente. Su madre trabaja de noche, pero no es un trabajo… corriente. La madre de Kitty es una heroína, tiene poderes felinos, y por las noches se pone su traje negro y su antifaz y salta por los tejados ayudando a los que lo necesitan. Kitty la admira —incluso sabe que ha heredado sus poderes—, pero le da miedo la oscuridad. Es consciente de que en un futuro tendrá que enfrentarse a los villanos, pero prefiere que ese futuro llegue lo más tarde posible. Sin embargo, cuando una noche el gato Fígaro le pide ayuda, Kitty debe ser fuerte y valiente y tomar la decisión más importante de su vida.

¿Quién no se ha sentido alguna vez como Kitty? Probablemente todos, en nuestra infancia, hemos adorado e idolatrado a nuestros padres. Hemos querido ser como ellos. Si nuestro padre era bombero o policía, en el colegio presumíamos de ello y soñábamos con ser igual de valientes cuando fuésemos mayores. Pero claro, si en aquel momento nos hubieran dicho que nos metiéramos en su piel para apagar un edificio en llamas o para atrapar a unos ladrones, entonces seguro que hubiéramos entrado en pánico y nos hubiésemos escondido bajo las mantas.

La pobre Kitty tiene que hacer de tripas corazón y sacar todo el valor que hay en ella para ayudar a Fígaro. Le viene de golpe la situación porque no esperaba tener que salvar el mundo tan pronto. Pero su madre le dice que no tenga miedo, que ella es más valiente de lo que cree. Y precisamente esas palabras son las que consiguen dar fuerza a Kitty para enfrentarse a su destino.

Por ese motivo considero que es muy importante dar alas a nuestros hijos, estar ahí siempre que lo necesiten, apoyarles, decirles que sí que pueden, que son capaces. La actitud es lo que vale. Hay que ser positivos y que nuestros pequeños respiren ese ambiente en casa, ese buen rollo.

A mí me ha transmitido todo eso este maravilloso libro, por lo que creo que se va a convertir en un imprescindible para nosotros y para los más pequeños, que van a verse reflejados totalmente en Kitty y se sentirán identificados con ella. Porque nuestra protagonista es una niña como cualquiera, con la única diferencia de poseer poderes de gato que la llevan a vivir aventuras. Tan cercana y al mismo tiempo tan especial.

Y además, como de gatos va la cosa, la autora dedica un par de páginas a datos curiosos sobre las habilidades de estos misteriosos, tiernos e inteligentes animales. Os vais a asombrar de verdad.

Ya para acabar, algo en lo que me fijo mucho últimamente cuando leo libros infantiles es en el uso de los colores. Lo hago porque suelen tener un significado. Por ejemplo, en Kitty descubre su poder, la ilustradora Jenny Løvlie utiliza el naranja sobre el negro y el blanco. El naranja es un color alegre y divertido, como Kitty, pero que combinado con el negro, representa algo tenebroso, que da miedo. Y eso bloquea la mente y el cuerpo de nuestra niña gatuna. No obstante, el naranja también inspira a la aventura, a tomar riesgos y ser independiente. Por eso Kitty lucha contra esos miedos demostrando el valor que hay en ella, porque ella puede con todo.

En conclusión, Paula Harrison demuestra con esta historia que conoce a la perfección a los más pequeños. Su experiencia como maestra ha hecho que sepa qué tipo de historias son las más interesantes para ellos. Por eso ha inventado a esta entrañable y pequeña heroína que conquistará a todo el mundo. A mí, por lo menos, ya lo ha hecho.

 

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