La mala uva

Reseña del libro “La mala uva”, de María Sánchez Mena

Qué importantes son los lazos de sangre, también dentro de la literatura. Cuántos buenos libros han surgido con la familia como hilo conductor. Por supuesto, y aunque yo sea un poco como la mafia en este sentido (ya saben: la familia es lo primero), reconozco que hay familias y familias. Esta última frase me ha quedado un poco digna de Mariano Rajoy, pero creo que me entendéis, ¿verdad?

Digamos que no todas las familias son tan idílicas como aparentan ser. Muchas familias ocultan rencillas durante años. Pequeños secretos que si saliesen a la luz romperían ese fingido equilibrio. Hay otras en las que sus integrantes dejan de hablarse por algún estúpido motivo y pueden permanecer así toda la vida. No sé dentro de qué perfil de familia encajarían los protagonistas de La mala uva, la novela de María Sánchez Mena que hoy reseño, pero sí que estoy segura de que se trata de una familia muy peculiar.

Isabel Romero es una ilustradora afincada en Madrid que, tras varios años de ausencia, regresa al pueblo extremeño donde pasó su infancia para tratar asuntos del negocio familiar con sus hermanos. Allí la esperan Alfonso y Marta, sus dos hermanos menores con quienes está deseando reencontrarse y Amaro, el marido de su hermana Marta y padre de su futuro hijo. También está Manuel, el primogénito, al que no tiene demasiadas ganas de volver a ver. Y es que entre ellos dos hay un viejo rencor familiar que no ha hecho más que crecer con el paso de los años.

Decidida a que nada ni nadie estropee estos días, Isabel regresa al que fuera su hogar para hablar sobre el hotel y la bodega familiar. Sin embargo, lo que prometía ser una estancia aparentemente tranquila en compañía de sus hermanos, pronto se convertirá en un mal sueño para todos.

Las desgracias comienzan a sucederse, una tras otra, para la familia Romero. Caídas, productos que no llegan, indisposiciones, accidentes, permisos que no se conceden… Todo parece estar sucediendo al revés, pero ¿es fruto del caprichoso azar o hay alguien detrás moviendo los hilos?

Isabel parece tenerlo claro desde el principio y comienza una investigación para desmantelar a quien cree que está provocando estas desgracias. ¿Serán los lazos de sangre lo suficientemente fuertes?, ¿conseguirá la familia Romero resolver este misterio y mantenerse unida? Deben estar muy alerta, pues el peligro parece acechar tras cada esquina.

María Sánchez Mena nos sumerge en La mala uva, una novedad editorial de Libros y Literatura, en una trama que atrapa desde el comienzo. Narrada en primera persona en las voces de sus diferentes protagonistas, es una maravilla como lector adentrarse en cada personaje y en su propia manera de contar la historia. Un ejercicio literario muy difícil el de conseguir narrar la trama desde sus diferentes protagonistas que María Sánchez Mena realiza a la perfección.

La elaboración de personajes es exquisita. Como os decía, poder descubrir la historia a través de sus diferentes protagonistas, adentrándonos en sus pensamientos y miedos me ha parecido una idea brillante. Como lector, resulta muy sencillo empatizar, en determinados momentos de la trama, con cada uno de ellos. Las extravagancias de Manuel, la sofisticación de Alfonso, la dulzura de Marta o la tozudez de Isabel.

Adentrarse en La mala uva es también recorrer los paisajes de Extremadura, sus costumbres y gentes. Un paseo que, como extremeña, he disfrutado mucho. Y es que hay cierto costumbrismo en esta novela. Eso sí, un costumbrismo muy peculiar que María Sánchez Mena sabe captar a la perfección a través de un estilo limpio y depurado en el que también hay lugar para una ironía muy fina que me ha sacado más de una sonrisa.   

La mala uva, de la editorial Libros y Literatura, es un libro para dejarse llevar y saborear delicadamente, como uno de esos vinos extremeños de la bodega familiar de los Romero. Una novela con carácter fuerte, con presencia y un intenso aroma a misterio. Una auténtica delicia que no podéis perderos.