La noche que nació de la tormenta

Reseña del libro “La noche que nació de la tormenta”, de Pedro Martín-Romo

La noche que nació de la tormenta

Nunca he sido una gran lectora de novelas policiacas o de thrillers, pero tengo que admitir que, de un tiempo a esta parte, cada vez me están atrayendo más. Libros como La noche que nació de la tormenta tienen la culpa de que esté aprendiendo a disfrutar este género y a darme cuenta de lo complejo que resulta elaborar una buena trama que enganche y mantenga en vilo al lector. Sin duda, Pedro Martín-Romo ha conseguido ambas cosas con esta novela que tanto he disfrutado estos días. Así que, lectores, dejadme que os sumerja en esta historia repleta de leyendas, mitos y mucho suspense.

Pedro Martín-Romo nos lleva a Ciudad Real, en el año 2019. Una noche de julio, dos operarios del servicio de recogida de basuras descubren algo inquietante en uno de los contenedores: restos de animales muertos, cartones de vino tinto, sangre, una calavera humana y una cruz. Además de una nota que los operarios encuentran en el camión: “31 de julio. Y el vino se convirtió en sangre.” Un hallazgo inquietante que hará que el Jefe de la Policía Local se reúna en su despacho con Prado Santana, la alcaldesa de Ciudad Real y Ramón Toboso, el inspector de la Policía Judicial. Y es que el día 31 de julio se celebra la fiesta de la Pandorga, la fiesta más popular de la capital manchega, y deben estar alertas. A partir de ese momento, Toboso, la subinspectora Teresa Lara y la agente Nieves Morales empiezan una investigación para tratar de averiguar si se trata simplemente de alguien que quiere llamar la atención o hay algo más detrás del macabro hallazgo.

Con maravillosa destreza, Pedro Martín-Romo va hilando los acontecimientos que se suceden a continuación, manteniendo al lector totalmente atrapado en esta historia. Las nuevas pistas y sucesos empiezan a llevar a los agentes a rumbos totalmente insospechados, desde antiguas historias y personajes que aun tienen su eco en el presente, hasta leyendas y grupos de brujas y adoradores de satán. Así, el autor intercala en la narración saltos temporales en la historia que sirven para entender mejor el presente y a sus protagonistas. Conocemos de este modo la historia los Raros, unos vecinos de Ballesteros de Calatrava relacionados, quizás injustamente, con fuerzas ocultas que tienen más en común con nuestros protagonistas de los que ellos podrían imaginar. Del mismo modo, el autor se sirve del folclore manchego y de la mitología de la zona para elaborar esta trama tan bien hilada que te mantiene pegado al libro capítulo tras capítulo.

En La noche que nació de la tormenta, todos los personajes tienen algo que decir y es por eso que el desarrollo de estos y de sus historias pasadas y presentes son tan importantes para entender la trama de esta novela con tintes de thriller rural. Unos personajes que, por cierto, Pedro Martín-Romo elabora muy bien y con los que llegamos a empatizar. Desde el inspector Toboso y su especial carácter, hasta Teresa, cuyo pasado esconde mucho dolor. O Nieves, quien quiere destacar en este caso sea como sea. Toda una galería de personajes que representan su papel a la perfección en esta novela. Tengo que admitir mi debilidad por la vidente Cruces, quien ayudará mucho en el caso y cuyo personaje me parece excepcional.

La noche que nació de la tormenta ha sido todo un descubrimiento. He devorado en muy poco tiempo sus quinientas páginas sin apenas darme cuenta. Y es que Pedro Martín-Romo sabe muy bien cómo mantener la tensión entre capitulo y capítulo. Sin duda, no puedo más que recomendaros este thriller que se sirve de tantos elementos extraordinarios y de unos personajes brillantes para desarrollar una historia muy noir que estoy segura que gustará a todo tipo de lector.

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