La perrita Pipa va al médico

Reseña del libro “La perrita Pipa va al médico”, de Jane Baldock

La perrita Pipa va al médico

Hace poco os presenté a la perrita Pipa, ¿os acordáis? Una perrita adorable que se enfrentaba a su primera vez en la piscina en La perrita Pipa aprende a nadar. Y como nos ha gustado tanto en casa esta colección de Jane Baldock, hoy os traigo La perrita Pipa va al médico.

En en esta ocasión, a Pipa le duele el oído, así que su padre, tras sacar el termómetro y comprobar que tiene fiebre, la lleva al centro de salud para que la examine la doctora. ¡Imaginad qué situación! A Pipa se le cae el mundo encima. ¿Un hospital? ¡Qué miedo! ¿Qué le van a hacer allí?

Afortunadamente y en compañía de su padre y su erizo de peluche Simón, las cosas mejoran cuando llegan allí, pues el centro de salud es un lugar muy acogedor con gente amable y una sala de espera con juguetes para los más pequeños. Además, su amigo el panda Lucas también ha tenido que ir al médico porque le duele la garganta. Y lo mejor de todo es que la doctora es un amor, le da una receta con la medicación que su papá debe comprar en la farmacia y encima le regala a Pipa unas pegatinas de lo más bonitas.

Como veis, para los niños suele ser algo angustioso el tener que ir al médico. Yo doy fe porque cuando mi hija tenía dos años se hizo una pequeña brecha en una ceja y tuvimos que llevarla al hospital. Recuerdo que para ella fue una pesadilla, entre el dolor y la llegada al centro, la mera presencia del pediatra y el cirujano que tuvo que echarle unos puntos, la hizo vomitar y llorar como si no hubiera un mañana.

En fin, es así con los niños y debemos tener mucha paciencia y ser muy cuidadosos y sutiles con este tema. Además, hasta que no crecen un poco no comprenden que el médico no es su enemigo, sino un aliado, el que nos va ayudar a curarnos. 

Aun así, aunque sea dificil hacerles entender esto cuando son tan pequeños, libros como este nos ayudan mucho a los adultos para que los leamos junto a los niños y poco a poco comprendan que ir al hospital no tiene por qué ser una terrible pesadilla, sino que en ese lugar nos van a sanar y a hacernos sentir mejor. Sé que es complicado, pero con paciencia esa fase se supera y se va consiguiendo que los peques disfruten de la visita al médico.

Por ejemplo, mi hija ahora con cuatro años años quiere ser doctora y ansía que llegue el momento de su revisión pediátrica anual para ver a su médico y jugar en la sala de espera.

En fin, que a lo que voy es a que este libro es una joyita ideal para padres, tíos, abuelos, profes, los adultos que sean, que quieran compartir un rato agradable con los niños haciéndoles ver qué, al igual que Pipa, si en algún momento tienen fiebre, infección de oídos, gripe o el problema que sea, el médico estará ahí para ayudarnos, aliviarnos y cuidarnos.

Además, como siempre, contamos con las bonitas ilustraciones de Steph Hinton que acompañan al texto de Jane Baldock, y eso nos pone una sonrisa en los labios porque derrochan color y alegría en cada página.

Y, para terminar, no puedo olvidarme de mencionar las dos últimas páginas que incluyen un imaginario con palabras clave, preguntas y juegos con solapas para entretener a nuestros renacuajos.

En resumen, La perrita Pipa va al médico es una historieta ideal que deberíamos tener todos en casa para compartir con nuestros pequeños y hacerles olvidar el miedo a los doctores y los hospitales.

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