Marioneta, de Beatriz Berrocal

MarionetaAlma es una chica tranquila, algo introvertida, a la que le gusta salir con sus amigos y que saca muy buenas notas. Hasta aquí todo normal, Alma es como cualquier chica de cuarto de la ESO de hoy en día. Pero a Alma, el hecho de sacar buenas notas no le ha proporcionado la tranquilidad que debería, solo ha hecho que cuatro compañeros de su clase hayan decidido hacerle la vida imposible. Desgraciadamente, hasta aquí, también es todo normal. Alma podría ser cualquier chica de quince años que sufre acoso en cualquier instituto y esto, lectores, me provoca un gran escalofrío.

En Marioneta, la autora Beatriz Berrocal realiza un retrato realista y duro de la realidad que sufren muchos alumnos en los institutos hoy en día.  Y lo hace sin tapujos, de manera fiel y directa a través de la voz de Alma, una chica que aparentemente lo tiene todo, pero que empieza a caer en una espiral de miedo y autodestrucción a causa de los cuatro compañeros de clase que se han empeñado en hundirla y hacer que sus días en el instituto sean una auténtica pesadilla.

Alma tendrá que pasar por mucho, al principio acompañada por su mejor amiga, quien será su única confidente, pero después, ella misma irá alejándose de todo y de todos, convencida de que no hay nada que pueda hacer, consumiéndose en su rabia y en su dolor hasta unos límites insospechados. Alma dudará mucho entre callar o atreverse a contarlo todo y denunciar a esos compañeros que la han tomado con ella. Pero no será fácil, porque encontrará el rechazo de gente que nunca hubiera imaginado que actuase así, encontrará la pasividad de los demás y el mismo miedo que les llevará al silencio.

Como profesora, jamás he tolerado en una de mis clases ninguna falta de respeto. Es más, cuando he visto actitudes que no me han gustado, he intentado atajarlas desde el principio, pero soy consciente de que hay mucho más de lo que nuestros ojos pueden ver. Sé que hay situaciones que suceden sin que nosotros seamos conscientes (y mucho más hoy en día con tanta tecnología) y que hay muchos alumnos que prefieren callar antes que enfrentarse a sus temores. Por eso creo que el tema que trata Marioneta es un asunto de todos. Debemos tener los ojos bien abiertos, brindarles nuestro apoyo y nuestra confianza y, sobre todo, estar siempre allí cuando nos necesiten. Porque quizás, una simple conversación pueda cambiar el devenir de sus vidas y podamos ayudar a poner fin a uno de estos casos.

Así que, además de animaros a leer a Marioneta me gustaría animaros desde aquí a charlar con ellos, niños y adolescentes. Bien si eres profesor, padre, madre, tío, amigo o vecino. Me gustaría que todos hiciésemos el esfuerzo de escucharlos, de animarlos a hablar de sus problemas y de, ante cualquier sospecha, actuar rápidamente. Así, gracias a una educación en el respeto, la igualdad y la comprensión, podamos ser capaces de erradicar, de una vez por todas, problemas tan serios como este.

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