Reseña de libro “Me pareció entretenido”, de Antonio González Barcina
Imagina despertar en un zulo de cuatro metros cuadrados, sin apenas voz, con el cuerpo dolorido y sin ser capaz de recordar cómo has llegado allí ni qué sucedió el día anterior. Imagina, además, que en ese pequeño zulo donde te encuentras no hay puerta ni ventana. Tan solo estás tú, atrapado en esas cuatro paredes mal iluminadas por una bombilla que cuelga del techo. Acojona, ¿verdad? Parece el comienzo de una película de miedo de esas que sabes que un montón de cosas de lo más extrañas están por suceder y tú no puedes dejar de mirarla. Eso es precisamente lo que ocurre con esta novela de Antonio González Barcina.
Me pareció entretenido parte de esa premisa. Poco más sabemos de el o la protagonista, a quien durante toda la historia conoceremos simplemente como “@”. Y es que el autor ha querido dejar a elección del lector el sexo, raza, constitución y nombre de la persona que, de repente, se nos presenta en esa situación de angustia total. Permitidme pues que, durante la reseña, yo también me dirija a nuestr@ protagonista como “@”.
Así que @ aparece desconcertad@ en esa habitación que aparentemente no tiene ninguna escapatoria. No es capaz de recordar nada por mucho que se empeñe. De repente, una puerta se abre a sus espaldas, descubriendo un largo pasillo que parece conducir a la puerta de entrada de la casa. Al salir del zulo, descubre escrita encima de la puerta una frase “La locura te hará libre”. Y, como de la nada, aparece una chica pálida, con un vestido hecho jirones, sucia… ¡Plaf! La bombilla estalla y la puerta se cierra de un portazo. ¿Qué? La cosa se pone cada vez más tensa, ¿verdad? Pues tranquilos, lectores, esto no ha hecho más que empezar.
Cuando @ se pone a recorrer el pasillo de la casa y sube al piso de arriba, se da cuenta de que está en un lugar idéntico al de antes. La misma planta, el mismo reloj marcando la misma hora, las mismas vistas. ¿Cómo puede ser? Es como si no avanzara, como si todos los pasos que diera le condujeran a un bucle infinito. La cosa no mejora cuando algo parecido a un ser humano, sin rostro ni piel aparece en el pasillo persiguiendo a @. Un beso en los labios de aquella chica pálida que apareció en su zulo deja inconsciente a @. Cuando despierta, vuelve a reconocer el zulo donde todo empezó. Poco a poco @ empieza a entender que no todo es lo que parece en este lugar de bestias espeluznantes, serpientes, arañas, ratas y demás seres singulares. Aquel terrorífico lugar siempre le conduce, de una u otra forma, al inicio. Un maldito bucle del que ve difícil escapar.
Contará, sin embargo, con un particular equipo que le ayudará a intentar salir de allí. Eso sí, un equipo de voces que solo están en su cabeza. Primero Elisa, más tarde el niño Adam y, por último, el sádico de Genji.
Si os contara todo lo que sucede dentro de aquel lugar, perdería la gracia. Puedo aseguraros, eso sí, que lo vais a pasar mal, pero de esas veces que pasarlo mal significa disfrutar. Me entendéis, ¿verdad? @ no lo tendrá nada fácil para escapar de ese bucle extraño en el que se encuentra que no deja de reiniciarse una y otra vez, pero acompañarl@ en esta aventura es un subidón de adrenalina que no podéis perderos. Además, las páginas finales de la novela nos llevan a un giro inesperado que te dejará más pálid@ que a la pobre chica de la casa.
Si os gustan las novelas de género inclasificable, donde el terror, e incluso el gore, campan a sus anchas y cuya trama bien podría ser la de una película de miedo de Wes Craven o James Wan, Me pareció entretenido es, sin duda, vuestra novela. Una propuesta muy original que engancha, que te mantiene pegado a sus páginas y que está escrita de forma ágil y contundente.