Reseña del libro “Muchachas sicilianas”, de Maria Messina
En Muchachas sicilianas, la escritora italiana Maria Messina nos presenta ocho relatos publicados originalmente en 1921 y que giran en torno a la vida de esas mujeres que lejos de gozar de libertad en las ciudades, viven en pequeños pueblos sicilianos, enclaustradas en casa, detrás de las cortinas, cubiertas de mantos negros. Existencias anodinas, dependientes de la caridad familiar. Mujeres rodeadas de muerte o desgracia.
Maria Messina, quien ha sido comparada con Katherine Mansfield, en muy pocas páginas, se encarga de mostrarnos la vergüenza de esas mujeres, las humillaciones a las que se ven sumidas. Y por encima de todo, el dolor compartido.
Este libro presentaba todo lo que a mí me gusta como lectora: vidas intimistas de mujeres, la visión femenina de la historia narrada por una autora injustamente olvidada y la crudeza característica de las escritoras italianas del siglo XX.
Pues bien, Altamarea Ediciones se ha encargado de recuperar del olvido en nuestro país esta recopilación de relatos traducidos por Raquel Olcoz. De este modo, Muchachas sicilianas se ha convertido en una lectura que no olvidaré fácilmente este año. Sus páginas encierran el sufrimiento femenino: una mujer de mediana edad a la que no han permitido casarse pese a estar enamorada, una muchacha a la que el prometido la ha abandonado y experimenta el estar marcada por otro hombre a pesar de no haber consumado su amor, una niña que es adoptada por su tía y su abuela a raíz de la muerte de su madre y que está desprovista de cualquier tipo de cariño…
De manera que Messina pone voz a esa pena que todas sienten en silencio, el dolor del abandono, de la soledad. De guardar las apariencias en una sociedad patriarcal que fácilmente tacha a las mujeres de deshonrar el honor familiar si se deshacen del luto demasiado pronto, si muestran sus anhelos y deseos, si piden algo más de lo que miseramente les proporcionan los familiares que soportan con la carga de mantenerlas. Aunque para mí el tema principal del presente libro ha sido la pérdida: la muerte sobrevuela a estas mujeres, la enfermedad se lleva a sus seres queridos y quedan desamparadas o sumidas en la más profunda melancolía. Y con la pérdida, color negro del el luto, el confinamiento en casa, las miradas ajenas a través de las ventanas.
Asimismo, se trata de un libro breve, pero delicioso. La autora demuestra con creces que lo breve, es dos veces bueno. En tan corta extensión, no pierde su dureza, ni encoge menos el corazón, pero es inevitable que durante su lectura surja el pensamiento de dar las gracias por la existencia de escritoras como Maria Messina. Por su valentía al tratar temas del mundo femenino, por dar voz al silencio de las mujeres de su isla natal.
Por lo tanto, para aquel que le interese la vida de las mujeres envueltas en mantos de luto, condicionadas por las normas sociales de la época, Muchachas sicilianas es definitivamente es lugar al que transportarse a través de sus páginas.