Un mundo feliz

Un mundo feliz, de Aldous Huxley


Un mundo feliz

Un mundo feliz tiene lugar en Londres, pero no en el que todos conocemos. En un futuro cercano y después de una gran guerra, amparándose en el fordismo de Henry Ford -un modelo de producción industrial- se ha creado un Estado Mundial en el que los seres humanos somos creados en probetas, se nos encomienda nuestra misión social antes de nacer y nuestra vida se desarrolla de la misma manera que una gran cadena de montaje. Se nos divide en clases sociales, cada cual con su función, y se mantienen a raya nuestros sentimientos y anhelos con el soma, una droga legal distribuida por el Estado.

 



El personaje conductor de la historia es Bernard Marx, un ciudadano de la clase alta (Alfa-Más) que, debido a un error durante su creación, no es tan físicamente perfecto como sus semejantes y se plantea demasiado su existencia y la honestidad de la sociedad que lo rodea. Sus tribulaciones lo llevarán a viajar junto a Lenina Crowne a la reserva de Malpaís, un lugar en el que no se ha implantado el orden social de Estado Mundial y del que se traerán al salvaje, personaje que se convertirá en una de las figuras más interesantes de la narración. A través de la figura del salvaje, Huxley nos marca las diferencias de la sociedad distópica de Un mundo feliz con una que, a pesar de ser marginada y objeto de burla, es mucho más humana.

La presencia de figuras populares de gran repercusión también tiene mucha importancia en la obra. Aparte del ya de sobra conocido Henry Ford, a menudo se nombran personajes como Shakespeare o Freud apelando a la gran relevancia que han tenido en nuestra sociedad actual y cómo en la sociedad distópica que nos presenta Huxley han sido completamente censurados  pero aún son nombrados y de sobra conocidos por su dirigente, una paradoja que evidencia que la libertad de pensamiento y, sobre todo, el conocimiento de personajes tan destacados y revolucionarios en su época, sería un problema para mantener a raya a las masas. Una apología a la cultura y al librepensamiento, a la necesidad humana de explorar, experimentar, pensar y tener opiniones.

El libro está escrito en 1932, posiblemente como crítica a la industrialización masiva que estaba experimentando el mundo de esa época y como retrato de cómo sería la sociedad futura si esa industrialización llegara a ser tan predominante que influyera en los estratos más profundos de la sociedad humana. De lo que pasaría si nos olvidaramos de que hay un mundo más allá del capitalismo, de cómo viviríamos sin el arte ni las ideas.

Enfrentarse a Un mundo feliz puede ser un poco complicado para alguien que no esté muy familiarizado con el género de la ciencia ficción, pero aquel  que logre hacerse con el ritmo de lectura y con la realidad que nos describe Huxley, encontrará un duro relato que viaja a las profundidades de la naturaleza humana y nos asfixia, haciéndonos comprender la importancia de la libertad y del librepensamiento y cómo ello influye en todos los niveles de nuestra sociedad.

7 comentarios en «Un mundo feliz»

  1. Me gusta este libro aunque mientras lo leo no puedo dejar de pensar en qué acertó y en qué no (peor aún, en si muchas de sus “amenazas” se han cumplido pero no nos damos cuenta).

    un abrazo.

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  2. Totalmente de acuerdo con Susana, libro imprescindible. Novela de ideas (termino que se acuñó con Huxley) que nos habla de libertades y sociedades, la distopía que tenia en mente Huxley no está tan lejana a lo que nos podemos encontrar hoy en día. Si cada genero tiene que tener sus libros obligados, “Un mundo feliz” estaría en el Top 10 de la ciencia ficción, yo lo pondría entre los tres primeros.

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  3. Es uno de esos libros que tenes q leer si o si, me pareció muy bueno hasta que leí 1984 y lo dejó por sl piso, pero es bueno y el tema de la sociedad que nos muestra es expectacular!
    Saludos, muy buena página, gracias!

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  4. ¡Qué buena reseña sobre Un mundo feliz! Esta es una de las obras de lectura imprescindibles que tenemos. Nosotros también hemos querido comenzar la famosa trilogía de las distopías del siglo XX con Un mundo feliz. ¡Un saludo! – Ángela 🙂

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