Bog i Hvrati: Dios y los croatas

Reseña del libro “Bog i Hvrati: Dios y los croatas”, de Adolfo López Reguero

bog I hvrati

Hace cuatro años me pasaba por aquí para hablaros de un libro muy especial. Su título era El Talib Yàabal y trataba de una chica que viajaba a Kazajistán por una oferta de trabajo y se veía entrometida en unos asuntos muy complicados que la llevarían directa a la boca del lobo. Había espías, tráfico de armas, de personas y un montón de cosas turbias que hicieron que me metiera de lleno en el libro y lo devorara sin casi darme cuenta. Hasta yo misma me he sorprendido de que me acuerde de la trama después de tantos años, pues soy de las que tiende a olvidar los libros en cuanto los cierra (de forma totalmente involuntaria, por supuesto. ¡Ya me gustaría retener todo lo que leo!). El caso es que cuando me enteré de que su autor, Adolfo López Reguero, había publicado su continuación, empezaron a venir a mi mente pequeños detalles de esa primera parte que, parecía, se habían quedado en el olvido. 

Eso me emocionó muchísimo, porque no es algo que suela ocurrirme, así que cuando me llegó Bog i Hvrati (Dios y los croatas, traducido), empecé a leerlo enseguida y a recordar por qué me había gustado tanto esa primera parte.

Lo primero que tengo que decir es que, aunque uno es una continuación del otro, creo que se pueden leer por separado. Desde luego, es mejor si se hace por orden —pues este segundo libro comienza donde el otro termina—, pero creo que se pueden leer individualmente. Además, siento que, aunque sean una continuación, en este tomo se ve a un autor más… ¿implicado? No sé cómo decirlo de forma exacta, pero esa era la sensación que me transmitía con sus palabras. No solo porque se trate de un libro más histórico (lo que me hace pensar en que la documentación ha tenido que ser muchísimo más intensiva que con el otro), sino porque el autor no duda en rasgarse las vestiduras y poner todo de sí para transmitir todo lo que tiene dentro.

Y es que esta historia, casi al cien por cien verídica, con personajes reales y escenas igualmente reales, ha requerido una labor de documentación tan exhaustiva que al autor le ha llevado escribirla catorce años. Catorce años y alguna que otra visita a los Balcanes donde ha podido entrevistar de primera mano a personas que han sido clave para el desarrollo de este libro. Así que sí, esa implicación está patente en cada palabra, en cada sílaba, y hace que la experiencia de leer este libro sea completa, inmersiva, y deje al lector con la boca abierta y destrozado a partes iguales. 

Y ahora, dicho esto, te estarás preguntado de qué va Bog i Hvrati. Pues bien, es una novela que nos habla de María, una cooperante de una ONG que viaja a Sarajevo en lo que se convertiría en el marco de la Guerra de Bosnia. Allí, una de sus misiones será hacerse con una cinta de vídeo, misión que viene directamente del Gobierno de España. Sin embargo, nadie parece conocer el contenido de esa cinta, por lo que la tensión está asegurada. Además, aparte de María, conoceremos a otros muchos personajes que tendrán su parte importante en la novela y que terminarán de crear un marco perfecto de tensión y acción. Este es un resumen rápido de lo que nos vamos a encontrar en sus páginas, pero en realidad una reseña se me quedaría corta para hablar de todas las subtramas que el autor introduce y que tienen tanta importancia como la principal y que hacen que esta obra sea tan completa como ya lo fue su primera parte. 

Porque si bien antes decía que esta novela es muy histórica y tiene mucha documentación detrás, tiene igualmente muchísima tensión y acción. Aunque sí que es verdad que en esta continuación he notado que el autor quitaba los pequeños filtros que pudieron quedar en esa primera parte, ya que no se corta en describir las cosas tal y como sucedieron, sin edulcorantes y haciendo de este un retrato duro y real de lo que fue una guerra que hoy en día todos recordamos. 

Hay una cosa que le tengo que agradecer al autor y es la cantidad de notas a pie de página que he podido encontrar en esta lectura. Soy una gran apasionada de este tipo de notas, sobre todo en libros que tratan temas que desconozco, así tengo la sensación de que no me estoy perdiendo nada y de que estoy entendiendo todos los detalles que el autor ha ido introduciendo en la novela. Si no eres muy de leer estas notas, no pasa nada, puedes enterarte de la historia a la vez que las omites, pero a mí me resultan muy útiles y creo que demuestran, una vez más, todo el trabajo que hay detrás de esta novela. 

Y bien, ¿qué pasa si no te va mucho la temática bélica, la sangre y el retrato cruel de lo que es el mundo? Pues te diría que, aun así, le dieras una oportunidad. Yo tampoco acostumbro a leer este tipo de libros, y cuando lo hago me doy cuenta de lo ignorante que soy respecto a ciertos hechos históricos que todos deberíamos conocer. Porque no vale con mirar hacia otro lado, no vale con cerrar los ojos y hacer como que el pasado no existió. No vale porque los que no conocemos la historia estamos condenados a repetirla. Y no hay más que poner el telediario para darnos cuenta de ello. 

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