Reseña del libro “Cerámica salada”, de Ángeles Carbajo
Qué importantes son nuestros orígenes para entendernos, ya no solo como seres individuales, sino como un colectivo, como sociedad. Qué maravilla ejercer la gratitud hacia nuestros ancestros para prosperar y comprender nuestro presente. Qué indispensable, también, nuestros lugares de origen, esa patria, grande o pequeña, mental o física, de la que procedemos y que nos hace ser quien somos.
La escritora Ángeles Carbajo nos regala en Cerámica salada, editada por Libros y Literatura, una novela que ahonda en estos temas de forma exquisita. Un compendio de historias que se entrelazan tejiendo el tapiz de la memoria de varias generaciones provenientes de las rías gallegas.
De esta forma, tras un incendio en la fundición más importante de España, que luego pasaría a ser la fábrica de cerámica de Sargadelos, la autora nos lleva a conocer el destino de Mateo. Este joven, proveniente de Asturias, se instala en Galicia tratando de perseguir sus sueños en busca de una vida mejor.
En boca de su protagonista y, por supuesto, en boca de todos los vecinos que se reúnen en las tabernas de las aldeas tras una ardua jornada laboral, vamos conociendo la historia de Mateo. Fue don Antonio, considerado uno de los primeros empresarios, quien, buscando los mejores terrenos para establecer su proyecto, aterrizó en Santiago de Sargadelos y fundó la herrería.
Mateo siempre fue un niño curioso e imaginativo que siempre estaba pensando en crear un mundo mejor con los materiales a su alcance. Aquel primer encuentro con Valeria, quien trabajaba en la nueva fábrica de cerámica, supuso un cambio para Mateo. Él ya sabía que su destino era otro, pero desde aquel día supo que su lugar estaba en aquella fábrica y así fue como, con tesón y dedicación, Mateo aprendió el oficio y llegó a ganarse un lugar muy importante en la empresa.
Allí conocerá a Juana, mujer de tomo y lomo, segura de sí misma y de su poder ante los hombres. Tanto es así, que también está segura de tener el control sobre su jefe, don Mateo.
Poco a poco, entre enredos de familia, van desarrollándose las venideras generaciones. Conocemos a Adolfo y a Carlos y seguimos sus andanzas en aquel territorio algo hostil. Sus vidas, ajenas y diferentes, acaban por cruzarse, así como se cruzaron las de sus antepasados sin que ellos siquiera lo sospechen.
Entre Cuba y Galicia va pasando el tiempo, al igual que las vidas de los dos jóvenes cuyo pasado les une en este presente y cuyos hijos, quién sabe, quizás el destino vuelva a juntar.
Siento que podría contaros mucho más sobre sus protagonistas, pero al mismo tiempo creo que, hablaros más de ellos, sería desvelar demasiado. Por supuesto, esta historia no la escriben solo ellos, sino sus mujeres, sus vecinos, el ruido de las olas chocando con la arena, el olor a salitre, los viajes en barco, las nuevas oportunidades, las manos de quienes, con su esfuerzo, forjan el futuro día a día.
Cerámica salada es la historia de varias generaciones. Es la historia de Galicia y sus rías, de sus trabajadores, de sus anhelos y asperezas. Es también una historia que se escribe desde el dolor, las imposiciones y los secretos que nunca verán la luz en una época agitada de cambios y de progreso.
Acompañar a todos los personajes que componen estas generaciones es adentrarse en la historia de Galicia, en la historia de sus ancestros y, por ende, en el pasado que conforma el presente.
Ángeles Carbajo ha escrito una novela que conmueve, que nos invita a reflexionar y que nos sacude por dentro. Una historia narrada con fuerza, pero de un lirismo que consigue emocionar y atrapar. Sin duda, esta nueva apuesta de la editorial Libros y Literatura es una delicia que no podéis perderos.