Devastación, de julia Gfrörer

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Parece que Alpha Decay, tras quince años de recorrido, ha querido incorporar a su ya amplio catálogo una colección dedicada al noveno arte, a la narrativa gráfica, al cómic, vaya. Personalmente, y más en los tiempos que corren en los que cada vez es más y más importante ese soporte o medio en el que lo visual ha cobrado tanta importancia, barrunto que no será la única editorial meramente literaria que imitará el paso adelante que ha dado la gente de Alpha y le seguirán muchos otros. Pues bien, me alegra mucho se haya dado ese pequeño gran paso pues es, como ellos mismos dicen, “una decisión más necesaria que nunca que va a permitirnos visualizar nuevos enfoques y formas de narrar”.

Y para desvirgarse, no han podido empezar con mejor pie al elegir este Devastación. Un cómic duro y desesperanzador como pocos, que juega con el horror, en ocasiones incluso roza el terror, y va formando un nudo de angustia en la garganta.

Es viendo pelis o leyendo libros o cómics como estos cuando uno tiene el pensamiento recurrente de agradecer al destino por haber nacido en el momento temporal y en la zona geográfica en donde lo ha hecho: un mundo con medicamentos, analgésicos y conocimientos médicos.

El cómic de Gfrörer tiene un marcado cariz apocalíptico. Nos encontramos en un pueblo o aldea medieval. La peste campa a sus anchas y el censo arroja un saldo a favor de los cadáveres. Es raro el día en el que no haya que enterrar a un familiar. Sin embargo, Agnes, no se ve afectada por la plaga. Ha enterrado a su hermana y a su bebé y debe seguir haciendo su vida, como si no hubiera pasado nada, pues no puede perder tiempo añorándolos ya que el pueblo es miserablemente pobre y el tiempo oro.

Hay momentos en los que Agnes parece a punto de rendirse, de echarse en brazos de la muerte e incluso reza a su Santa Catalina para ser la siguiente, pues tal es su dolor. Pero sus convicciones religiosas son tanto una esperanza (cada vez más pequeña, eso sí) como un freno.

“–Llevamos tanto tiempo llorando. Días y meses de duelo.

–Y, aún así, el dolor no parece disminuir. En todo caso, empeora”

Y con todo, parece que la autora nos lanza un mensaje de ánimo en sus páginas finales y nos dice que incluso en lo peor de nuestro peor momento hay que pensar que podremos salir adelante y que no perdamos la esperanza, que al final del túnel siempre hay una luz…

Devastación es un pequeño cómic (84 páginas) cuyas páginas están estructuradas mediante 2×2 viñetas con un dibujo con trazo sencillo, austero y en blanco y negro. Quiero pensar que tal austeridad es algo meditado para enfatizar el tono y argumento de extrema miseria de lo que se nos cuenta y del ambiente en el que transcurre la acción, un elemento calculado de parquedad para hacernos ver el vacío y la devastación interior y exterior de personajes, paisaje…

Definitivamente un cómic excepcionalmente crudo y con un inicio terrorífico que no quiero desvelar (sí, ya sé que los destripes se refieren siempre al final, pero aquí no) y que puede decir mucho de la protagonista (¿y de su estado mental?). Fácil de leer, pero al mismo tiempo de recomendable relectura pausada porque a simple vista puede parecer menos de lo que realmente es; hay mucha miga aquí, que merecería más análisis pero es algo que es mejor que cada uno descubra por sí mismo. Devastación es un cómic que te acompañará durante mucho tiempo y eso es algo que habla muy bien de cualquier obra.

Alpha Decay ha inaugurado Alpha Cómic por todo lo alto. A ver cómo supera esto…

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