El viaje de invierno & sus continuaciones

Reseña del libro “El viaje de invierno & sus continuaciones”, de George Perec & Oulipo

El viaje de invierno

Reseñar este libro es complicado, no por su propia complejidad, que la tiene (eso generalmente ayuda a reseñarlo), sino porque es necesario hacer un gran esfuerzo para recordarse uno a si mismo que simplemente debe hablar de la obra, que uno es reseñista, no el feliz poseedor de unas manos más de las muchas que han colaborado en ella. Que uno, en definitiva, no es oulipiano, por mucho que debe ser algo francamente divertido. Así que una vez domina uno sus instintos literarios y tiene claro que no va a escribir un viaje de invierno, que no va a inventar ni mucho menos a descubrir nada acerca de Hugo Vernier ni de su obra, ya puede remangarse porque toca hablar de muchas cosas.

Lo primero es la idea, la genialidad de ser capaz de ver todo lo que estos autores, integrantes del grupo Oulipo, han sido capaces de ver (o crear) a partir de un relato original de George Perec. El cuento, es verdad, da mucho que pensar, pero uno no imagina que pueda ser el germen de una hipernovela, que es como gustan de llamarla sus muchos padres. Es hipernovela, y no una colección de relatos sobre un mismo tema, porque cada uno integra a los anteriores, porque juntos tienen un sentido que no tendrían por separado, porque por muchas diferencias que haya entre unos y otros (que las hay y en ocasiones son enormes), son o parecen hijas de una idea común y sobre todo porque no se me ocurriría hacer algo tan temerario como llevarle la contraria a estos literatos y matemáticos integrantes de Oulipo, gentes aparentemente tan locos y apasionados como brillantes. Si Oulipo dice que es hipernovela, es hipernovela, a no ser que no lo sea, en cuyo caso Oulipo también lo diría. Alguno de ellos al menos. Porque no tienen mayor problema en llevarse la contraria: tan pronto integran una idea de un relato anterior como la impugnan, pero siempre con gran placer para el lector.

Así pues, El viaje de invierno es una hipernovela. También un cuento. Y también muchos cuentos. Y también una idea, la idea central que a mi me resulta un pelín desasosegante, la posibilidad de que existiese un libro desconocido que en realidad fuese la fuente de gran parte de la cultura europea, que los grandes poetas y músicos que han configurado nuestra cultura y son nuestros referentes, en realidad fuesen todos plagiarios. Pero el desarrollo de esa idea da a luz un concepto que es el que más da que pensar, el del plagio por anticipación. Si se diera esta circunstancia en realidad, ¿no llegaríamos nosotros a una conclusión similar, no nos sería más cómodo pensar que fue el antecesor quien plagió a los sucesores? Es verdaderamente interesante, no sé hasta qué punto defenderíamos nuestras raíces y no querríamos excavar más, sino seguir disfrutando de los frutos. 

Del cuento original de Perec, El viaje de invierno, estos autores, integrantes todos del grupo Oulipo, sobre el que invito a todos los lectores a investigar porque es ciertamente interesante, han ido haciendo aportaciones que van desde las de apariencia de investigación erudita hasta los relatos de intriga, amor, espías o la del gusano que se come el papel del original. Que está desaparecido o no, existe o no, a estas alturas ya no lo tengo claro. Lo que sí tengo claro es que hasta el gusano es brillante.

Hay muchas formas de disfrutar de la lectura, la admiración por los caminos que es capaz de encontrar un artista, las diferentes derivaciones que son capaces de encontrar en un universo tan cerrado (o tan infinito) como es un cuento es una de ellas. Hay momentos en los que uno se siente más identificado con el estilo, con la trama, en fin, con cualquiera de los aspectos de los relatos, pero siempre se siente admirado ante el despliegue de creatividad de sus autores. Despliegue que, conviene no olvidarlo, proviene de un pie forzado. O de muchos. Generalmento nos limitamos a disfrutar del resultado creativo de los artistas, pero hay veces que el espectáculo apasionante es tratar de imaginar cómo le funciona la mente al autor.

Y fíjense que son muchas y muy diferentes las visiones, pero echo en falta aun un libro, un metaviaje de invierno, uno que no formara parte de la hipernovela sino en el que los autores contasen cómo fue el proceso de su escritura, qué pensaron de los anteriores, como encontraron su camino, una conversación sobre el viaje. Hay algunas pinceladas, pero de las que dejan con ganas de más. Sospecho que sería un texto tan interesante como divertido. Como en muchas ideas locas que se ponen en práctica, sería un privilegio poder ser testigo de cómo nació y de cómo se planteó al resto de manera que les convenciera de afrontar un proyecto tan original y tan sorprendente como este.

Les recomiendo que lo lean con calma, que lo dejen para un momento en el que le puedan prestar atención, no digo que tomen apuntes, aunque si quieren tampoco les estorbarán, pero sí que le puedan dedicar el tiempo que merece, porque sospecho que cuanto más esfuerzo se invierta en este proyecto, mayor será la recompensa.

Y disfruten de la idea, es posible que también tengan una y esté aparcada por su aparente imposibilidad y se den cuenta de que no hay idea que no se pueda desarrollar y que no se trata solo de alcanzarla, el camino también merece la pena. Y si consiguen ponerla en pie, escribirla o lo que corresponda, cuando la terminen brinden por Oulipo. El viaje de invierno no sé a ustedes, pero a mi me ha dado unas ganas terribles de escribir, aunque sepa que al final escriba algo que ya escribió antes Hugo Vernier o que, tal vez, George Perec ya pensó.

Andrés Barrero
contacto@andresbarrero.es
@abarreror

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