Hotel Magnifique

Reseña del libro “Hotel Magnifique”, de Emily J. Taylor

Hotel Magnifique

No se vosotros, pero yo cuando entro en un hotel lo primero que voy a inspeccionar es el baño: los botecitos de champú, las toallas bien dispuestas, el plato de ducha o la bañera…no me preguntéis por qué, pero lo hago, ya después, una vez inspeccionado el baño exploro el resto de la habitación. Los baños del Hotel Magnifique son algo de lo más espectacular, me los imagino como el baño de los prefectos de Harry Potter, en el que descubrió la pista que contenía el Huevo de Oro en el torneo de los tres magos, y es que uno de los muchos encantos del Hotel Magnifique es que cuenta con suites ajustadas a los deseos de sus invitados.

Ya sabéis lo mucho que me gusta el Studio Ghibli y es que, cuando leí la sinopsis de esta novela lo tuve claro desde el principio: tenía que leerla. Así que os voy a contar de qué va, a ver si vosotros llegáis a la misma conclusión que yo.

Desde la muerte de su madre Jani se ha hecho cargo de su hermana pequeña, Zosa, trasladándose a la ciudad portuaria de Durc en busca de una vida mejor, en ella Jani sale adelante a duras penas con su trabajo en una curtiduría, esforzándose por ganar lo suficiente para volver con su hermana a Aligney, su hogar. Todo su plan se acelera cuando el Hotel Magnifique se presenta en su ciudad, un hotel asombroso, donde las cosas imposibles ocurren y en el que la magia es segura y lo más fascinante de todo, capaz de viajar por el mundo, llegando a un nuevo destino cada medianoche. Cuando Jani ve en el periódico un anuncio en el que el hotel busca nuevo personal no se lo piensa dos veces, su destino esta a punto de cambiar, pero claro, cómo todos sabemos no es oro todo lo que reluce y cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad siempre hay algún motivo para desconfiar.

Ahora decidme, con la pista que os he dado sobre el Studio Ghibli y la sinopsis de la novela, ¿hay algo que os resulte familiar? Yo lo vi clarísimo, un hotel mágico que se mueve alrededor del mundo con un sinfín de personajes carismáticos y una magia de lo más encantadora me recordaba al Castillo Ambulante. Por cierto, si os gusto la película os recomiendo el libro de Diana Wynne Jones.

Hotel Magnifique me ha encantado, lo he disfrutado muchísimo, ya que Emily J. Taylor sabe como crear un mundo perfecto en el que te quedarías para siempre, es como entrar de lleno en un universo de Tim Burton en el que lo encantador, lo tierno y lo macabro se entretejen de forma perfecta. Como os decía la magia que envuelve al hotel es increíble: paraguas abiertos que cuelgan ingrávidos y que contienen toda suerte de estados meteorológicos cuando te asomas a su interior: tormentas, granizos, tempestades… una ventana en la que puedes vislumbrar tu hogar, habitaciones salidas de un cuento de hadas, escaleras y pasillos que aparecen y desaparecen a su antojo. Los personajes os robaran el corazón pues todos ellos son entrañables a su manera, pero el protagonista absoluto es el hotel, pues Emily J. Taylor lo dibuja como un personaje más, la magia se escapa por cada página de esta historia.

 Como os contaba la ambientación fluctúa entre lo fascinante y lo macabro, a medida que avanzamos la historia se va tornando cada vez más oscura, pues Jani se va encontrando con cosas que no le encajan demasiado o se le antojan cuanto menos extrañas, esto va a dar lugar a una trama de misterio con giros argumentales que la autora realiza con maestría para asombrarnos conforme avanzamos en la lectura. Emily J. Taylor sabe como atrapar al lector y captar su atención para que no puedas despegarte de esta maravillosa historia.

Los personajes tienen mucho carisma, parecen salidos de Alicia en el país de las maravillas, son enigmáticos, valientes, audaces a pesar de su miedo y malvados de la forma más cruel.

Hotel Magnifique es una novela para los amantes de la magia y la intriga, para aquellos que adoran y disfrutan que una historia tenga el poder de transportarlos a un universo único, encantador, pero también peligroso, que les haga saltar el corazón porque sus personajes se encuentren en una situación peliaguda y respirar aliviados cuando salen ilesos de ella. Es una historia para aquellos que adoran El Castillo Ambulante, Alicia en el País de las Maravillas o sumergirse un ratito en una película de Tim Burton.

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