Un cerdito con mucho apetito

Reseña del libro “Un cerdito con mucho apetito”, de Élisabeth de Lambilly

Un cerdito con mucho apetito

¿Las verduras y vuestros hijos son amigos? No, ¿verdad? Pues si os cuesta horrores que vuestros peques coman verduras y hortalizas, eso va a cambiar gracias a Un cerdito con mucho apetito, un libro para niños a partir de tres años escrito de una forma muy divertida y amena por Élisabeth de Lambilly.

En esta graciosa historia encontramos cinco pop-ups con los que se lo pasarán en grande los más pequeños de la casa, porque ya sabemos que este tipo de desplegables estimula la mente y la imaginación de nuestros renacuajos y los invita a que presten mayor atención hacia un tema.

En este caso lo que queremos es que los niños acepten las verduras y las incluyan en su alimentación, pues comer variado es algo necesario para un buen desarrollo y crecimiento. Las verduras precisamente aportan fibra, vitaminas y minerales entre otras muchas cosas saludables. Por eso el que nuestros niños se sientan atraídos por ellas es algo fundamental y de suma importancia. Pero, ¿cómo hacerlo? Seguro que en casa, más de una vez, os habéis desesperado y tirado de los pelos intentando convencer a vuestros hijos, sobrinos o nietos para que coman verduras. Y, ¿cómo ha acabado la cosa? Probablemente mal, llorando y odiando más las espinacas, las zanahorias y demás verduras y hortalizas.

No pasa nada, tranquilos. Ha llegado nuestro amigo el cerdito para que los peques se animen a darle una oportunidad a la comida sana. Porque, ¿sabéis qué? A este cerdito le pasa como a ellos, que tiene mucha hambre pero no quiere oír ni hablar de las verduras ni que se las pongan en el plato. ¡Apestan! Sin embargo, después de que nuestro cocinero perruno le sirva un buen plato colorido de verduras al vapor y le diga que están deliciosas, el cerdito hambriento decide probarlas porque, claro, hasta que no pruebas algo no sabes si te va a gustar, ¿no? Pues eso, ¡a por todas! Y, ¿cuál ha sido el resultado? Pues amor al primer mordisco. ¡Qué sabrosas las verduras!

En realidad, hasta hace poco mi hija no era muy fanática de las verduras, pero al ver cómo yo las comía todos los días, solo por imitarme se animó, y resulta que le encantaron. Ahora es una amante de las zanahorias, el maíz, los guisantes, el brócoli y las espinacas. ¡Incluso adora las cremas de espárragos!

Con esto os quiero decir que también todo está en cómo presentéis las verduras en casa y si vosotros mismos las coméis, pues los niños tienden a fijarse en lo que hacen los adultos para imitarnos, y si nosotros comemos verduras y hortalizas y las disfrutamos, ellos verán que es algo bueno y saludable, por lo que se sentirán más animados a hacerlo.

No obstante, si todo os falla, Élisabeth de Lambilly con Un cerdito con mucho apetito os ayudará a solucionar esto. Y no solo ella, sino que Laure de Faÿ, con sus coloridas y sencillas ilustraciones que combinan a la perfección con el texto lleno de rimas divertidas, harán las delicias de los peques y estos querrán leer el cuento una y otra vez. Y, sobre todo, no olvidéis recordarles que para saber si les gusta algo, primero deben probarlo.

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