Jota Erre, de William Gaddis

Jota Erre“-Sí, hola, eh, es usted… Gaddis, Wi…Eh, sí, soy, me llamo… ¿Qué?, ¿Cómo? No, no, ya sé que está usted muer…No, claro, claro a los muertos siem… Claro, por supuesto señor Ga.…Ya. Sí. Ok. Por supuesto. Tiene razón, sí, pero yo solo llamaba porque quería preguntar, si no le impor… No, para nada, créame, a mí también me importa una mierda que la Bolsa y el Gobi…, sí, claro, todo para ellos, sí, unos cabro…pero, ¿oiga? Sí… le decía que yo no le llamo de parte de…no, de verdad, solo quería decirle básicamente que Jota Erre es la mejor novela que he leído nunca, ¿puede creerlo? No, quiero decir… sí, en se… que se lo digo de ver…bueno, jajá…es usted un cachon… No, claro, y sobre todo Faulkner, pero me refiero a que usted murió no hace tanto pero no se imagina cómo está el mundo edi… Bueno, no diría usted eso si leyera lo último de Je…Ya, ya, eso es cierto, y menos mal que están ahí, pero joder, Jota Erre… Vamos hombre, quiero decir…hay decenas de reseñas sobre este libro que piensan esto mismo que le estoy diciendo yo y, sí ya, lo sé, pero es que nadie se atrevería a escribir un libro así… o sea, ¿usted cómo lo hizo? Quiero decir, mil doscientas páginas de puro y enloquecido diálogo, joder! y enci… ya, eso lo… sí, claro, se trata del maldito ruido de fondo, sí, lo entendí después, sí…y, no…pero no diga eso… venga Señor Gaddis, es fabuloso y divertido y alocado…claro…sí, de acuerdo, también un poco exhaspe…eh, no, bueno no diría…, ¿de verdad cree usted eso? La novela es única, ¿cómo se puede hacer eso?, quiero decir…no, sí, lo entiendo, claro que sí, pero trabajar al final trabajan todos los que escri…no, pero esto es una auténtica locura, es imposible unir esos miles de diálogos ¿no?, y de esa forma tan… Ya, sí, lo sé, pero bueno… Eso para mí es gran lit… Sí, y le juro que lo conseguí entender perfectamente y entonces lo ves todo junto y dices… jajá…¿en serio? Pues yo me he reído muchísimo, lo cual, si lo piensa también es una pena porque lo que cuenta esa historia es… claro que es…pero… todo esto es…, por supuesto, por supuesto, y no digo que la sátira que describe la novela no sea lo más fabulo…no, de verdad, pero… tambi…no, solo digo que horroriza ¿no? , pensar que…ya… ya lo sé, el mundo y la economía es de… Sí…se sustenta sobre algo tan…eso es… claro, claro… y es un niño, efectivamente, esa la clave de la historia, un niño de ocho o nue…sí…un desastre, y una mentira todo, ya… Y quiero decirle que esa metáfora es tan fantas…no, fantástica, ¿cómo pudo crear algo así?… Ya, la pregunta es absur… pero no me dirá que es algo tan… Sí, pienso lo mismo, sí. Y, bueno solo era eso lo que quería… sí,…no, gracias…solo decirle también que bueno,…ejem,…además de admirador de su literatura, je, je, sí, lo soy… pero no…decía, es que yo me dedico a…, bueno, no me dedico, digamos que “soy pedagogo”, ¿sabe? Sí, me licencié en Pedagogía y tal, lo que pasa es que los libros fueron siempre… Sí, sí… es la profesión más… sí, un poco… ¿chorrada ha dicho? Bueno, no sé sí esa es la…yo creo que… no, tranquilo lo tengo superado…sí, sí, de veras, pensé hace tiempo sobre esto y, en fin, no se preocu…eso es…sí, pero quería decirle que eso me gustó mucho también en Jota Erre, la visión de la educación que tiene la novela…sí, exacto, siempre supeditada…sí,…resultados, objeti…talista, ¡eso es! Al final es que está todo relacionado, ¿verdad?… sí, y nos venden eso que… sí, puede decirlo, tranquilo, no se preocupe, yo ni siquiera ejerzo… fíjese que no llevo ni a mi…ya, ya, estoy totalmente de acuerdo. En fin, sigo pensando en toda ese… ese…ese… no, qué va, disculpe…iba a decir ese tsunami de temas y de conceptos…pero… bueno, pero usted es uno de los maestros del posmodernismo ¿no? Es lógico que todo sea tan…al final la literatura posmodernista es lo más… Bueno, no sé…pues si usted lo dice quién soy yo para…sí, sí, está bien, claro que sí, por supuesto. Pero al final el arte siempre triunfa, ¿verdad? ¿Qué? Ya. Sí, desgraciadamente es…No, bueno, eh, claro…y entonces es cuando todo se va a la mierda, todo, claro…,sí, es…no, por supuesto, el dinero sí. En fin, señor Ga…no quisiera moles… ¿En serio? ¿Un zumo de uva con whisky? sí, claro que lo recuerdo sí, y estará con Mozart, ¿no? Pues disfru… Ya, eso es lo que… sí, claro, lo entiendo, es usted cojonu… Eso es, pues entonces le dejo seguir ahí muerto y tranquilo y solo le… bueno, le doy las gracias por algo tan…no, joder, si yo no,… para nada, para nada… no quería decir que usted esté…sí, claro, claro, ahí están los libros…claro que sí, por supuesto, y la gente sabrá distin… claro que sí, aunque perdóneme pero debo decir que cuando fui a comprar su libro a una famosa librería de Madrid lo sacaron de un mueble que estaba cerrado con llave en la parte de debajo de una mesa y,…en fin…, claro, por supuesto, justamente de eso también habla Jota Erre, ¿no? En fin…Pues, igualmente, Sr. Gaddis, ha sido un lujazo hablar con usted,  y, bueno, de nuevo un millón de gracias por este regalo… Sí, Jota Erre, sí, ok, ok, de acuerdo ya lo… Sí. Adiós, adiós, sí…sí. Ok. Gracias.”

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Jota Erre, de William Gaddis. (Aclaraciones breves)

1.¿Es la mejor novela que has leído nunca? Pues es que no sale una ballena blanca mordiéndole el culo al Presidente de la Reserva Federal y a todo el copón bendito (con perdón), ni es Faulkner, ¿vale?, pero obviando estos dos hechos sin importancia, lo es, sin duda. Por su estilo, por la estupenda sátira sobre la que se asienta, por la importancia de los temas que toca, porque es un canto único en la literatura del siglo XX a la creatividad y a la originalidad, porque es un icono del postmodernismo literario norteamericano que tanto ha influido posteriormente. ¿Sigo? Creo que no es necesario.

2.Entonces, ¿La recomiendas encarecidamente? Pues a menos que quiera usted fortalecer los bíceps con sus mil doscientas páginas y enloquezca de gusto leyendo una tras otra más de trescientas conversaciones telefónicas o de diálogos entre alrededor de ochenta personajes diferentes, (todos conectados de una u otra forma entre sí), conversaciones disparatadas, sin sentido, triviales en su mayor parte, incompletas, hilarantes, frenéticas, llenas de ironía, de humor fino y agudo, de sarcasmo y de mucha mucha mucha sátira contra los Estados Unidos, la educación o la economía, pero, sobre todo, contra el lado más oscuro del ser humano y contra el sistema capitalista en el que nos han soltado, la respuesta es, por supuesto, que NO.

Ok, no hay más preguntas. Bueno, sí, una más: Y después de Jota Erre, ¿qué? Después de Jota Erre…hummm…pues después de Jota Erre,…eh…¿Oiga? Oiga, ¡vuelva aquí!

7 comentarios en «Jota Erre, de William Gaddis»

  1. Gran reseña! Todavía recuerdo cuando lei “Gotico americano”… el mismo ritmo frenético, los personajes hablando unos encima de otros… Para mí fue un descubrimiento. Ahora, después de leer tu comentario, voy a tener que leer JR ya. (O Agape. Has leído Agape?) Muchas gracias. Saludos.

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    • ¡Sí, eso es! La literatura de Gaddis es siempre así. “Ágape se paga”, y “Gótico carpintero”, por ejemplo, van en esa línea. Pero, en mi opinión, la mejor es “Jota Erre” sin duda. Si ya conoces la particular forma de escribir de Gaddis, entonces te será más accesible. Y Seguro que disfrutas muchísimo!!

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    • pues no os perdáis los reconocimientos. es ardua como pocas pero es literatura en mayúsculas. y si no habéis leído a Pynchon, también os lo reomiendo.

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      • Efectivamente. Todas las obras de Gaddis son complejas y difíciles, pero de una forma o de otra, nunca las olvidas y dejan claro su mensaje. Respecto a Pynchon, aún formando parte de una corriente similar que bebe del postmodernismo y de Gaddis como estandarte del mismo, creo que va por libre y que sus textos son quizá todavía más indescifrables y están llenos de mensajes ocultos. Es un escritor radical al que puedes amar o por el contrario aborrecer, no hay término medio con él, pero como tú bien dices, Dani, es un autor al que hay que leer alguna vez en la vida porque quizá te cambie.
        Si te gusta esta corriente literaria, no dejes de leer por nada del mundo a William H. Gass (que no Gaddis), y también a John Barth, a Vollmann o a Donald Barthelme, entre otros. Gracias por tu comentario!

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