La psicóloga, de Helene Flood

la psicólogaNunca puedo decir que no a un thriller que me pongan entre las manos. Reconozco que soy una gran y fiel seguidora de este género y me gusta leer varios al año porque es una lectura que siento que necesito para evadirme de todo a mi alrededor… Y si, además de entretenerme, me invitan a reflexionar, merecerán aún más la pena.

Y creo que La psicóloga ha sido una buena elección. Y no era, para nada, lo que esperaba. A medida que vas leyendo, te das cuenta de que nada es lo que parece y que, en cualquier momento, la historia puede dar la vuelta por completo. Y esto, entre otros motivos, es debido al recurso de la narración lineal que utiliza la autora, combinada con flashbacks de la protagonista al pasado. Este ha sido uno de los mayores aciertos de la novela, que te permite así viajar junto a su protagonista a todos los entresijos de su vida y, en especial, de su relación. Y esto es muy importante porque creo que es uno de los puntos más importantes del libro.

La relación que establece Sara, la protagonista, una mujer en cierto modo desequilibrada, atormentada e insatisfecha, con su marido, Sigurd, un hombre al que se da cuenta que no conoce tanto como creía, es uno de los pilares principales en los que se asienta este libro. Todo empieza con la desaparición de este, y lo que ocurre a partir de ahí, aunque esta no se dé cuenta, gira en torno a la vida que construía con él. O, mejor dicho, creía que construía con él. Y, a lo largo de la historia, observamos una serie de episodios en los que la protagonista bucea en sus recuerdos más próximos y más lejanos, sin tener claro qué es real y que no.

Y realmente consigue agobiar al lector, que no sabe si esta es realmente la víctima o la culpable de la historia. Si lo que cuenta es real, imaginado o inventado. Y así, Flood logra llevarnos a través de la historia para desenredar lo que se encuentra verdaderamente en la mente de la protagonista, así como intentan hacerlo la policía, sus familiares o sus pacientes. Y cuesta entenderlo, ya que a veces crees que quien necesita realmente hablar con un psicólogo es ella misma…

Creo que lo que más destacado de esta novela no es su trama, que también logra sorprendernos (¡y mucho!) al llegar a su final, sino la propia psicología del personaje. Tengo la sensación de que no logras empatizar demasiado con Sara. O, al menos, eso es lo que me ha ocurrido a mí. Ni tampoco logras entenderla del todo. Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hace que no puedas dejar de leer para terminar de comprender por qué está ocurriendo lo que ocurre o qué es lo que lo ha desencadenado. Y no sabes hasta qué punto si ella tiene las respuestas adecuadas…

Esta novela trata sobre la fragilidad de nuestros recuerdos, las mentiras que nos contamos a nosotros mismos (auto-engañándonos) para sobrevivir en el día a día y la falsa percepción de la realidad que a veces puede inundar a una persona, hasta el punto de plantearse quién es en realidad. Y si se tratan todos estos temas, de bastante profundidad, en un thriller que intenta no perder el ritmo trepidante que lo define, no es nada fácil. Pero creo que la autora lo logra casi a la perfección, en casi la totalidad de sus páginas, a través de un estilo directo y sencillo, pero contundente y con los diálogos justos para lograr su objetivo.

Tengo la impresión de que el ejercicio de Helene Flood al escribir esta novela no ha sido solo como autora o narradora de historias, sino también como psicóloga. Se nota mucho que ella lo es, pues elabora el retrato de un personaje en específico, Sara, que trata de luchar contra su peor naturaleza, miedos y recuerdos (falsos y reales) para encontrar la verdad. Una verdad que siempre ha existido, pero su cabeza no lograba asimilar. Bien porque no quería, o bien, porque no podía hacerlo. Y así es como la autora nos lo cuenta a lo largo de las páginas, convirtiendo La psicóloga en una lectura muy interesante en la que creo que no importa tanto el misterio sino cómo lo resuelve entrando, justamente, en la mente de su protagonista.

Deja un comentario