Las últimas voluntades, de Juanjo Monrabal

Las últimas voluntadesLa verdad es que tengo que confesar que me siento pequeña. Puede que suene raro, pero dejad que me explique. Cuando leo un libro que me ha acompañado durante varios días, que además me ha gustado y que tengo que reseñar, normalmente me sobreviene esa sensación. Me sobrecoge toda la información que he recibido, los buenos momentos y me siento tremendamente pequeña cuando tengo que hablar de él. Si además, añadimos el hecho de que el libro del que os hablo es el primer trabajo de un escritor, todavía me empequeñezco más. Qué extraña sensación esta, ¿no? Es una mezcla de nostalgia, admiración y qué se yo, lectores. Pero allá voy, como si tengo que subirme  a una escalera para hablaros de Las últimas voluntades. Merecerá la pena.

Juanjo Monrabal es el autor de esta interesante novela.  Nacido en Madrid en 1976 es licenciado en Derecho y trabaja como Oficial de Notaría en Madrid desde hace 18 años y el libro que hoy me ocupa es su primera novela. Algo que cuesta creer, lectores, pero no seré yo quien dude de un Oficial de Notaría.

Las últimas voluntades trata sobre Vicente, un joven estudiante de Derecho que regresa a Colimba, la ciudad donde pasó su infancia y adolescencia para acudir al entierro de su padre. Ese regreso al lugar que le vio crecer traerá consigo un montón de recuerdos  que, uno a uno, irán llamando a la puerta de su memoria. Y Vicente no puede más que abrir la puerta y dejarlos entrar para reorganizar el puzle de lo que ha sido su vida hasta entonces. Todas las piezas tienen su lugar, todas parecen encajar. Y aunque la mayoría de estas piezas, estos recuerdos, duelan, sabe que tiene que dejarlas entrar de nuevo en su vida.

La relación con su padre, el notario del pueblo, un hombre rígido y distante con el que siempre ha mantenido una relación de admiración y frialdad. El recuerdo de su madre, soñadora, frágil y su muerte. Su relación con Román, su mejor amigo y Marta, la hermana de éste, quien se convertirá en su primer y único amor. Todos estos recuerdos que vuelven a él como una realidad cuando, tras trece años de ausencia, vuelve a pisar Colimba. Porque Vicente quería huir, quería huir de esa vida y por ello se marchó a Madrid a estudiar, dejando atrás esa vida que vuelve a aparecer ante sus ojos como un fantasma, como la sombre de lo que fue.

En Madrid, Vicente consigue cambiar el rumbo que parecía que le había sido predestinado. Comienza a estudiar Derecho y a vivir otras aventuras, tan distintas de aquellas que Colimba podría ofrecerle. Conocerá a Javier, su amigo sevillano, a Nacho y Teresa, con quienes se verá en inmerso en un destructivo triángulo amoroso. Porque los excesos tienen un precio y Vicente lo sabe bien. Pero también sabe que la vida a veces nos da segundas oportunidades y que hay que saber aprovecharlas.

Las últimas voluntades es una novela dura, sinceramente. Una novela que sobrecoge, que nos hace pensar y que puede, que como a mí, también os haga sentiros pequeños. Está escrita con un ritmo fácil, bien construido y que atrapa al lector. A mí me ha mantenido unida a Vicente, a su vida, sus decepciones y esperanzas. Pero a pesar de la dureza, también es una novela con luz, esa luz que irradian las oportunidades, el optimismo. Tengo que aconsejaros la lectura de esta ópera prima de Juanjo Monrabal. Una manera exquisita de comenzar una carrera literaria.

1 comentario en «Las últimas voluntades, de Juanjo Monrabal»

Deja un comentario