Los guardianes de almas

Reseña del libro “Los guardianes de almas”, de Raquel Brune

Los guardianes de almas

Los retellings están a la orden del día, y yo he leído muchos, pero creedme cuando os digo que nunca había leído uno de Don Juan Tenorio. De hecho, cuando me enteré de que el sello Puck iba a publicar la nueva novela de Raquel Brune, Los guardianes de almas, ya sólo el título me atrajo, pero no se me pasó por la cabeza que la historia fuera una versión de la obra de Zorrilla. En verdad me atrajeron varias cosas de este libro: el título, que ya promete temática sobrenatural; la sinopsis, que os la mostraré pero de forma muy breve y concisa para que podáis descubrir esta historia partiendo de la mínima información posible; y por último, el hecho de querer estrenarme con esta autora, ya que he estado tentada en otras ocasiones de leer sus libros, pero al final nunca me decidía. Así que, ¡ahora sí que sí! Los guardianes de almas han llamado a mi puerta y no he podido resistirme a ponerles la mía en bandeja, a abrir todos mis sentidos y zambullirme dentro de esta original y oscura novela que nos presenta a Miguel y a Inés, dos jóvenes totalmente diferentes pero ambos con un deseo. Y los deseos pueden convertirse en realidad si entran en escena los personajes adecuados, como lo son Salomé y Jackie —lo siento, si os pica la curiosidad sobre estos dos, leed el libro, yo debo mantener el pico cerrado porque si no la historia perdería toda la gracia—. 

Miguel es un protagonista un tanto odioso, todo hay que decirlo. Es un chico arrogante acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Es alto, guapo y carismático. Para él el fin justifica los medios y nunca ha sido rechazado. Nunca hasta que alguien le rechaza, y ese rechazo es el motor de esta historia, lo que le empuja a actuar como lo hace y a desear lo inalcanzable. No hay nada como el ego destrozado de un vencedor rompecorazones.

Inés, por otra parte, es una tía normal, trabajadora, normalita, estudiosa, que nunca ha llevado la voz cantante ni se ha atrevido a perseguir lo que de verdad anhela. Os confieso un secreto, ¿vale? Inés me ha recordado mucho a mí. No a la Elena de ahora, sino a la Elena estudiante de hace casi veinte años. Y por eso la he amado pero también me ha sacado de mis casillas. A lo largo de estas casi trescientas cincuenta páginas he querido ayudarla, abrazarla y advertirla… porque los pactos nunca traen nada bueno, ¿no?

¡Ay los pactos! Siempre nos van a ofrecer tocar el cielo para luego llevarnos directos al infierno. Y siempre caemos en la tentación, ¿no es cierto? Porque, quizás, si no lo hiciéramos no seríamos humanos, y nuestros deseos son más fuertes que nuestro raciocinio.

Eso mismo les pasa a Miguel y a Inés en esta historia. Una historia de amor y poder, de luz y oscuridad y la eterna lucha del Bien y el Mal que todos llevamos dentro. Una reinterpretación de un clásico de nuestra literatura, pero con toques mucho más tenebrosos, con ángeles y demonios y un enemies to lovers to enemies —sí, sí, como lo leéis. Ya sabéis que me encanta el cliché enemies to lovers, pero es que este es aún mejor y más mordaz—.

La verdad es que ha sido un placer descubrir a Raquel Brune y su estilo narrativo con esta novela autoconclusiva. Su prosa me ha resultado de lo más adictiva porque es sencilla, clara, directa y nos presenta a unos protagonistas muy reales con los que nos podemos identificar. Personajes grises, nada de héroes ni heroínas, personajes —como bien ha dicho la propia autora en redes sociales “muy Slytherin”—, grises como lo somos las personas, que llevamos dentro el Bien y el Mal y solo en función de nuestros actos y de las situaciones a las que nos enfrentemos, se apoderará de nosotros un lado o el otro. 

Raquel consigue que desde la primera página nos enganchemos a la historia, que odiemos y amemos a Miguel a partes iguales, que adoremos a Salomé y a Jackie, unos de los mejores personajes con los que me he encontrado en los últimos tiempos, y que nos pongamos en la piel de Inés hasta el extremo.

¿Qué más puedo decir? Creo que he dejado claro que esta novela merece mucho la pena. Los guardianes de almas, con un ritmo impecable, los diferentes puntos de vista de los cuatro personajes principales con una narración en tercera persona y los cuatro actos que nos regalan fragmentos de la obra de Zorrilla, es una trepidante historia que explora hasta dónde podemos llegar los seres humanos con tal de conseguir que se hagan realidad nuestros deseos más íntimos e intensos. ¿Hasta dónde llegaríais vosotros?

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