No partirás sin mí

Reseña del libro “No partirás sin mí”, de Roberto Pablo Cedeño Romero

 No partirás sin mí

La poesía es, sin duda, el lenguaje de los sentimientos. Es algo que sabe bien el autor del que hoy os hablo y que consigue explotar al máximo en su poemario. Poner por palabras sentimientos como el amor y la pérdida no resulta nada fácil, se requiere un ejercicio bestial de empatía hacia uno mismo y hacia el medio que se usa. La lírica es una herramienta fantástica para desnudarnos, pero claro, no todo el mundo sabe salir airoso de ese desvestir el alma, ese mirarse frente al espejo lleno de interrogantes y recibir las respuestas que nos devuelve el reflejo en forma de versos. Roberto Pablo Cedeño Romero, de nacionalidad ecuatoriana y radicado en Madrid desde hace más de quince años, trata de encontrar todas esas respuestas a través de su poemario No partirás sin mí.

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Guayaquil (Ecuador) y colaborador de diversos periódicos, Roberto Pablo Cedeño Romero es un entusiasta escritor que ha resultado finalista en varios certámenes poéticos. Su poemario El niño mártir fue su primera publicación. Con No partirás sin mí el autor continúa buscando respuestas y autoafirmándose a través de la poesía. Algo que se le da bastante bien.

Es este un poemario tremendamente sensual del que emanan sentimientos lujuriosos y al mismo tiempo tiernos, a golpe de metáforas y símiles. En esto es un verdadero experto Roberto Pablo Cedeño Romero, en enraizar mediante recursos lingüísticos su yo lírico. Una voz de poeta que se reconoce bien, que te sumerge en sus delirios y te mece al compás de unos versos estudiados que tratan sentimientos tan humanos como el amor, la angustia, el abandono o el devenir del tiempo.

“Lluvia, has roto el cristal con tu manto,
arrasaste los poemas de mi vida.”

Con versos en ocasiones rimados, en otras más libres, el autor nos lleva a esos mundos donde la libido galopa libre. Poemas como Preliminares, Trans-inspiración o Poema en movimiento son un claro ejemplo:

“No eres poeta y no sé si estoy
pidiendo demasiado de los dos.
Para mí sería suficiente con una
estrofa en la que me hables de
vientres, humedades y orgasmos;
del mundo interior que nos une y
amordaza, como una poeta valiente
 y expresiva, sin tabúes en tus versos
y en tus manos.
Pero no eres poeta.”
 
También hay versos para los lugares más comunes, esos que todos hemos transitado alguna vez. Aquellos en los que el amor surge como un rayo furtivo en donde menos lo esperamos. Cómo no sentirse reconocido en poemas como Encantamiento y en sus versos.

La pérdida de los hijos y de la mujer amada se reflejan de manera eficaz y muy potente en algunos de los poemas de No partirás sin mí. Versos que consiguen erizar la piel del lector y que trasladan el dolor del poeta a nuestras pupilas.

“Las nanas del cielo
lo echaron en falta
y se lo subieron
de forma inmediata”.

El poema que da título al poemario, No partirás sin mí, es un canto al amor más puro y eterno, que al mismo tiempo se vuelve doloroso como algunos de los versos del poeta, ese “niño poeta suicida”.

“Monte de Venus, grieta cálida que fascina,
nido del estambre, viñedo húmedo y fecundo,
donde las ansias y los deseos los elimina
para colonizar constantemente este mundo”.
 
 
Un amor que duele, que tortura. Uno de esos amores de los que no se puede ni se quiere escapar.
“Te he perdido, lo sé, pero aún te recuerdo,
el único hilo que me ata a la vida”
 
No partirás sin mí es un poemario desgarrador, no voy a negarlo. Recorrer sus páginas y sus versos es andar a tientas por las emociones del poeta hasta que, poco a poco, él va iluminando todos los recovecos de nuestros propios sentimientos. A veces desearíamos sentirnos él, otras librarnos de su peso, pero, sin lugar a dudas, merece la pena acompañarlo en este viaje al centro de uno mismo.

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