Royalty Witches. La esencia de la aurora, de Laia López y Alena Pons

Royalty WitchesRecuerdo que lo primero que me llamó la atención de este libro fueron sus ilustraciones. Sigo a Laia López en redes sociales desde hace tiempo y, cuando vi que publicó preciosos dibujos sobre brujas y un mundo nuevo, quise investigar más. Y ahí fue cuando me topé con las Royalty Witches. Y si bien es cierto que puede parecer un libro juvenil para adolescentes, creo que puede ser disfrutado por personas de todas las edades (yo misma lo he disfrutado como una enana).

Pero empecemos desde el principio. La historia comienza en Taika, un mundo dividido en territorios reinados de manera independiente en el que, cada cuatro años, se celebra la Liga de la Corona, una competición para decidir qué brujos y brujas son los más competentes para convertirse en reyes. Y es en una de estas ligas en las que se centra esta primera parte, en la que nos encontramos con unas jóvenes muy diferentes, que deberán representar a sus reinos para convertirse en sus próximas representantes. Y aquí es donde conocemos a Kat, Kibibi, Emma y Lilith; que son tan diferentes, como fascinantes, valientes y temerarias.

Las cuatro se verán obligadas a competir de manera conjunta como aquelarre para ganar la Liga de la Corona y convertirse en reinas de sus respectivos reinos. Y, aunque Kat y Kibibi ya son amigas y se conocen de la academia de magia, con Emma y Lilith no será tan sencillo. Antiguas traiciones, decepciones y nuevos secretos se interpondrán entre ellas y deberán solventar sus diferencias para alcanzar sus objetivos. Y también conoceremos a Shin, un indómito (es decir, un mago muy poderoso que controla uno de los elementos: Agua, Tierra, Fuego y Aire) que las ayudará a cumplir su tarea como aquelarre.

Y, tras este punto de partida, comienza la aventura. Y no puedes parar de leer porque es una lectura que engancha desde el principio, el ritmo no cesa y, de un momento a otro, te das cuenta de que has llegado al epílogo. La narración es sencilla, está repleta de diálogos y preciosas ilustraciones que acompañan la historia. Y el mundo en el que está ambientada está magníficamente construido, con sus respectivos detalles sobre el modo de comportarse en cada reino, las ropas que visten, el modo tan peculiar que tienen para transportarse…

Pero no solo eso: si algo hace de este libro algo especial y diferente son sus protagonistas. Pueden parecer unas niñas, pero no lo son en absoluto. Desde el primer capítulo, deben aceptar la misión que les ha sido encomendada y trabajar muy duro por llegar hasta el final. Y no solo teniendo en cuenta la magia que son capaces de controlar, sino que también se pondrá a prueba su moral e instinto de supervivencia. Y, de esta forma, observamos que van evolucionando mientras leemos, y también en la medida en la que la dificultad de las pruebas va aumentando y sus vidas corren cada vez más peligro.

Y, así, vamos conociendo a cada uno de nuestros protagonistas: la ternura y la determinación de Kat, la líder del grupo pese a ser la más joven de todas; la torpeza y el gran corazón de Kibibi, que descubrirá una fuerza en su interior que no pensaba que tenía; la madurez y el compañerismo de Emma, que parece tener un corazón de hielo; el poder y la inteligencia de Lilith, que les saca de algún que otro aprieto; y, por último, el sacrificio de Shin, un joven tan misterioso que no se desvelará realmente hasta el final.

Esta primera parte de Royalty Witches, La esencia de la aurora, no solo sirve de introducción para presentarnos a los personajes, sino que es un libro muy completo en el que nos encontraremos cara a cara con una competición brutal, que puede llevar hasta la muerte a cualquiera de nuestros protagonistas. Para mí, ha sido una lectura increíblemente entretenida y tierna, que me ha mostrado un mundo muy bien construido, del que sin duda quiero saber más. Y también una historia preciosa sobre quiénes somos realmente y en quiénes nos queremos convertir, en la que también caben emociones como la amistad, la decepción, la ira o el amor. Estoy deseando leer su segunda parte.

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