Ruinas

Reseña del libro “Ruinas”, de Daniel Alcázar

Ruinas

La poesía siempre forma parte de mi día a día. De una forma u otra, esta llega hasta mí, abriéndose paso a través de un libro, una sensación, un recuerdo… y yo, por supuesto, la dejo entrar. Soy incapaz de concebir la vida sin poesía. Aunque, bien pensado, ¿No es la vida poesía en sí misma?

Sé que no es fácil, pero la verdad es que disfruto mucho reseñando poemarios. No es fácil porque escribir sobre poesía requiere un ejercicio de empatía muy alto. Al menos así me sucede a mí. Necesito conectar con el autor, con sus versos y su mensaje. Si esto no ocurre es realmente difícil que surja esa conexión lector-autor. Esa pequeña chispa de magia que hace que los versos del poeta me remuevan, me zarandeen y me estremezcan.

Afortunadamente, Daniel Alcázar ha conseguido, en muchas ocasiones, conmoverme con los versos de su poemario Ruinas. Un poemario en el que el autor se deja la piel, un libro que rezuma en cada una de sus páginas amor y vida.

Dividido en dos partes, Daniel Alcázar reconstruye en estos poemas un sendero de la poesía hecha vida. Un camino que, aunque no exento de obstáculos, se reconstruye desde las ruinas, piedra a piedra, verso a verso.

Así, el poeta nos habla en la primera parte de temas tan universales como el amor, la ausencia, el recuerdo o el deseo “en un mundo perdido entre puntos suspensivos que reconoce la belleza de todo lo que empieza”.

Y es que, a pesar de la dureza inevitable de la vida, hay siempre belleza en sus versos. Ese deseo de renacer, de reconstruir, de ir desde la imposibilidad a la posibilidad, “aunque se esté roto”.

Hay también en estos versos una oda, un canto de amor a la mujer, a la vida y al propio amor. El autor nos transmite que, aunque “ya nadie piense en el amor” este sigue siendo, en muchos sentidos, el motor de sus poemas.

“Ahora,

estoy enamorado,

y soy más pecado,

más humano”.

Conmueven especialmente los versos dedicados a su madre y a su ausencia. Unos poemas íntimos y delicados que describen a la perfección la falta, pero también el recuerdo:

“Recuerdo el jardín antiguo que fue mi madre”.

“Esos ojos donde se fabrican los deseos

que emanan de la tierra”.

También hay homenajes para el recuerdo del abuelo, para la mujer amada que se fue y la mujer amada que permanece.

En la segunda parte de Ruinas, Daniel Alcázar no sumerge en una poesía quizás más dura, más intensa. Con poemas que hablan de la enfermedad o la soledad. Siempre destilando poesía, también amor, como la magia que el autor crea en “No te encuentro” e incluso amores que van mucho más allá, amores “estelares”.

Ruinas es un poemario que destila amor a través de la ausencia. En los versos de Daniel Alcázar siempre hay, no obstante, un rayo de luz, una esperanza que renace de entre las ruinas. Con un estilo muy personal y unos poemas que en ocasiones recurren a la métrica y otras se dejan ser totalmente libres, el autor nos adentra en este poemario en un juego de metáforas realmente interesante. Hay imágenes muy bellas en sus poemas, así como el simbolismo que transmite la portada, con alegorías a la infancia, el devenir del tiempo, la esperanza, el amor y la sangre. También hay calor en sus versos. Un calor confortable y delicado que te acaricia las mejillas en un frío día de invierno. Y es que, como dice el autor:

“El poeta no es la métrica sino la tinta derramada.

La poesía no es la aguja sino la vida enhebrada en el ojo”.

Si deseas adquirir el poemario Ruinas, puedes hacerlo escribiendo directamente al autor mediante mensaje privado. Los envíos se harán a toda España, dedicado y firmado:

Facebook: Daniel Alcázar

Instagram: @dalcazar_cdz

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