Un zoo en el fin del mundo

Reseña del libro “Un zoo en el fin del mundo”, de Ma Boyong

Un zoo en el fin delmundo
Portada de “Un zoo en el fin del mundo”, Ediciones Destino, 2022

Érase una vez un misionero estadounidense que queriendo ir a China desde que de niño leyó las aventuras de Marco Polo, pudo lograr su sueño cuando lo invitaron a predicar allí la palabra de Dios. Lo que nunca imaginó es que lo haría acompañado de un léon, una elefanta, dos cebras, cinco babuinos, una pitón y un periquito, así podemos resumir brevemente el argumento de Un zoo en el fin del mundo (Ediciones Destino, 2022).… Leer la reseña completa del libro "Un zoo en el fin del mundo" “Un zoo en el fin del mundo”

Cuando leas esta carta

Cuando leas esta carta, de Vicente Gramaje

Cuando leas esta carta

Algunas veces, la industria editorial nos sorprende con libros así, con su propia historia detrás: obras de escritores no profesionales, de autores cuyos nombres no nos suenan, que no suelen ser premiados en los consabidos certámenes de relumbrón ni suenan en quinielas que tienen menos de literarias que de publicitarias o comerciales. Personas que, de repente, sentían que tenían algo que contar y lo contaron por medio de la escritura, y cuyo mensaje, cuyo relato, nos llega en forma de libro. En este caso, se trata de “Cuando leas esta carta“, obra del valenciano Vicente Gramaje, que fue ganadora del Premio Círculo de Lectores 2011 para escritores noveles.
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La puerta de la luna

La puerta de la luna, de Ana Mª Matute

 

La puerta de la luna
Si tocas una ortiga conteniendo la respiración, no te pinchará.

Inmediatamente, el niño se agachó y frotó entre sus dedos la ortiga. Mantuvo la boca apretada, en un leve temblor; como si dentro de ella algún pájaro atrapado quisiera escapar. Le imité, adormecida por su fe, por el sol, por el aroma verde y zumbante que nos rodeaba, y sentí el escozor ácido de las ortigas en la palma de las manos. Pero el niño se volvía a mí, radiante:

– ¡Es verdad!¡Mira, es verdad!

Contemplé sus dedos morenos, suaves e intactos, y escondí las palmas de mis manos para que no las viera.Leer la reseña completa del libro "La puerta de la luna" “La puerta de la luna”