Talión

Talión, de Michel Suñén

Talión

Reseña para aquellos que no quieren saber casi nada de lo que ocurre en una novela negra pero quieren leer una reseña para ver si les puede interesar:
Viernes, casi sábado: Creando una obsesión Son casi las 12 de la noche. Hoy no ha habido cenita con los amigos, así que estoy en plena forma para, tras un ratillo de tele compartiendo con mi familia “La vida es bella”, una película que no me canso de ver, bueno, siempre que no sea más de un par de veces por año… que tampoco hay que exagerar, pues como les decía todos nos acomodamos para leer: mi marido la prensa, mi hija creo que cosas de “Tuiter” o “Faceboque” y yo me pillo mi manta favorita y me recojo en mi sillón de lectura de los viernes por la noche con mi última adquisición, TALIÓN, de Michel Suñen.

He tenido la suerte de llegar virgen a la lectura de este libro. Quiero decir que nada sé sobre el argumento; bueeeeno, lo cierto es que como he leído algún otro libro de este autor lo que sí imagino es que será una novela negra, pero el título y la portada, que he de decir que me han gustado mucho, no me desvelan demasiado. ¡Es genial! Ya saben que esto es una de las cosas que más me gustan, poder llegar en estas condiciones a la lectura de una nueva historia.

Yo sé que hay gente a la que no le importa que le cuenten demasiado sobre la trama en una reseña en la sinopsis del libro, o incluso en las presentaciones, que hay veces en que se empeñan los acompañantes del que presenta en contar todo, todo, todo, en fin…, una amiga me confesaba el otro día que no le molestan los amplios spoilers (que ella es muy placeada y muy de idiomas y le gustan estas palabritas inglesas), y es que a este tipo de gente tan leída lo que de verdad les interesa de un libro, es el qué, pero sobre todo cómo se narra la historia.

Inicio la lectura y…  llevo a penas 7 páginas y ya no estoy en este mundo, la presentación de los primeros personajes ha hecho que ya esté dentro de esta historia, que no se donde me llevará pero tampoco me lo pregunto. Me siento como arrastrada por una fuerte corriente de agua o aire contra la que no puedes luchar.Voy mirando el reloj cada vez que alguien me da un beso de buenas noches, y al terminar cada capítulo, me juro a mí misma que será el último y me iré a dormir, pero esa frase final con la que el autor cierra cada uno de ellos hace que me precipite al siguiente de forma obsesiva… No puede ser, son las dos… A la cama.

Sábado por la mañana: Sólo miradas

Los sábados por las mañana en casa toca hacer “zafarrancho de limpieza”. Cada vez que paso por el salón, que es el lugar en el que ahora descansa Talión, lo miro de reojo, se exactamente el lugar en el que dejé a cada miembro de la familia Yangüela Marugán, pero también sé que tengo que hacer la comida y si me paro y me siento a leer un poco mientras algo se está haciendo en el fuego, o no comeremos, o comeremos carbón; ya me he dado cuenta que ponerte un momento con la novela es como ese momento en el Facebook: una hora.

Sábado por la tarde. Un ratillo al sol

Ismaíl Abdaluyah me llama mucho la atención, más aun su mujer, no cabe duda. Mientras leo al sol recuerdo un viaje a parís, hace muchos años, cuando en España apenas se veían árabes, supongo que en Andalucía sí, pero yo aun no había estado. En Zaragoza había negros de la base militar, a eso ya estaba más acostumbrada, es lo que nos pasa a los de provincias a diferencia de aquellos más cosmopolitas como los de Madrid o Barcelona. Ahora es distinto, ahora hasta en mi pueblo hay mucho de todo, bueno, quizá judíos no hay, o no se visten de judíos, no sé. En aquel primer viaje a parís descubrí muchos árabes argelinos, marroquíes …, y no me daban miedo.

El año pasado viajé de nuevo a París, en la zona de embarque había un Árabe enorme vestido de blanco que sudaba muchísimo, y que luego comprobaría que era musulmán,  al que estaban separando del resto del pasaje…, estaba claro que sólo era por su aspecto. No sólo nadie dijo nada, sino que todo el mundo parecía mucho más tranquilo viendo el cacheo… El caso es que se sentó muy cerca de mí, y hacía cosas rarísimas. Yo que de normal ya paso mucho miedo en los aviones, al verlo así me temblaban hasta la pestañas… Conclusión: Él enorme Árabe tenía tanto miedo o más que yo a volar y por eso rezaba y hacía cosas raras. Supongo que mi comportamiento dentro de los aviones tampoco ha sido nunca del todo normal, incluso en una ocasión el comandante del avión me invitó a pasar a la cabina durante el vuelo, ¿se imaginan? pero eso es otra historia… El caso es que yo estoy absolutamente convencida que el 11-S, y el 11-M, aunque no queramos reconocerlo nos ha cambiado un poco a todos… Ufff, que tarde !!!  Nos vamos a nadar un ratillo y después a tomar unas cañitas con los amigos, hoy sí toca.

Domingo por la mañana: Reservo el final como un manjar

Nada es lo que parece, pero no sólo en el libro, también en la vida. Sí, he leído un rato y no me quedan más que 15 o 20 páginas. Hago un gran esfuerzo por dejarlo pero quiero leer todo el desenlace seguido, cualquier lector debe entenderme. Sé ya muchas cosas de todos los personajes, sé como son, unos me gustan más que otros, por algunos no siento ninguna empatía, por otros alguna… ya sé que nadie es bueno del todo y nadie es malo del todo, seguro… Dejo la lectura y pienso un rato (en ocasiones también lo hago jajaj) en todo lo que he leído, me ha interesado mucho todo lo que Michel me cuenta de la cultura Albanesa, de las leyes al rey Hammurabi y de algunas otras cosas que le van muy bien a la trama … En el fondo sé que estoy leyendo algo más que una novela negra, y fíjense que de ser sólo eso, yo, a estas alturas de Talión, ya estaría satisfecha

525114_307490692662000_100002032156918_664931_489367250_nDomingo noche: Tirada en el sofá

Ya están todos en la cama, es el momento de retomar Talión y “rematar la faena”, y nunca mejor dicho…

Ha merecido la pena dejar el final, casi mejor dicho el cierre de la novela, para leerlo todo seguido.

Me ha gustado la historia, pero sobre todo me ha gustado como está escrita, el autor maneja bien los tiempos y la información la va dando en su medida justa, pero también maneja de maravilla las palabras, los diálogos, y en general tiene una gran capacidad para utilizar el lenguaje, no es fácil hacer que visualicemos lo que se narra sin que tengamos que sentir que estamos ante un guión más que ante una novela, se ha documentado bien,  y lo ha metido de forma tan natural que hará que quieras ir a Internet  a buscar determinadas tradiciones que narra y parecen increíbles, no lo hagas, te puedes ahorrar ese trabajo que ya he hecho yo por ti.

P.D.: Y esta, amigos, sería una reseña para aquellos que necesitan saber mucho más para decidirse por una lectura:

SuenEl escritor zaragozano Míchel Suñén, del que ya he tenido el gusto de leer otros libros e incluso de reseñar uno, Diva o muerta,  reaparece con Talión, su última novela.

Sí, ese Talión del “ojo por ojo y diente por diente”. Un thriller trepidante que engancha desde el principio y hasta su última página, con el que nos adentraremos en un drama familiar que sitúa en Zaragoza, y eso está muy bien, no creo que todas las terroríficas historias que pasan en este país deban ocurrir en Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, que todos sabemos que allí pasan cosas muy malas realmente, pero en  Zaragoza parece que lo que se tiene es la capacidad de inventarlas, crearlas y recrearlas…  así que tomaremos a este autor como el “asesino de zaragozanos y zaragozanas” que como se suele decir “bueno es salir aunque sea pa morir” (lo cierto es que me lo acabo de inventar).

Más de trescientas páginas en las que conoceremos a los Yangüela Marugán, una familia muy acomodada de Zaragoza, cuyo padre es un alcalde ambiciosillo que utiliza la política municipal para medrar y darse a conocer a mayores niveles y … ¿Qué tema podría hacer correr ríos de tienta? Suñén le ofrece una cruzada personal en contra del velo islámico, luego no es ilógico que aparezca alguien que se llame Ismaíl Abdaluyah, un musulmán converso, un asesino, al que iremos quitando capas y capas hasta descubrir quien es este hombre que inicia un virulento acoso a toda la familia por algo que no se nos desvela hasta el final del libro.

La mujer del alcalde es ilustradora de profesión, y recibe el encargo de un escritor de prestigio de ilustrar su  novela, en la que al parecer habla sobre el rey babilónico que puso por escrito la ley del Talión, que está recogida en la práctica totalidad de los libros sagrados: la Biblia, el Corán y la Torá.

En la novela también hay momentos de desencuentros entre la familia originados por el choque generacional y las típicas discusiones entre padres e hijos, de hecho el hijo menor me ha parecido un personaje bien construido y muy creíble, la hija de 18, … Me ha dado más miedo que Ismaíl Abdaluyah.

Una vez más el escritor zaragozano nos ofrece algo más que una novela negra, pero tampoco será un debate sobre el fundamentalismo islamista, ni sobre religión, casi nada será lo que parece, aunque todo estará allí, como los fantasmas del pasado y el deseo de venganza, pero contarles algo más, de verdad que creo que sería un exceso por mi parte.

Susana Hernández

4 comentarios en «Talión»

  1. He de confesar Susana, que no me gusta la novela negra y es más que probable que nunca me lea este libro, pero sí he leído tu reseña de pe a pa, sólo por el placer de leerte, por esa historia que has construido para hablar del libro.
    Fantástica y entretenida reseña.

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  2. Jajajajaj, que gracia!!!!
    Muchas gracias Sonia. Pero mira, casi estoy segura de que si en alguna ocasión estás en una librería y ves esta novela de Suñen, no podrás dejar de acordarte de esta reseña y puede ser que al tomarla en tus manos te de como pena no conocer qué es lo que inspiró esta reseña jejeje.

    Un fuerte abrazo Sonia!

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  3. Empiezas graciosa, jajaja, como,siempre, estuvo bien que nio hubiera cenita con amigos, así aquí estás pa’nosotros, jajaja. Pero mira que la palabra “spoiler” se aprende aquí, de la blogosfera, que yo lo aprendí aquí y tuve que leer una reseña que llevaba la etiqueta “sin spoilers” para entender el significado. Creo que es más un lenguaje de las nuevas generaciones, que incorporan lo incorporable, jajaja.

    Has estado divertida, y con eso consigues como decía Josebla, que el libro, como una fotogrqfía con un buen flash, quede fijada. Me lo he pasado muy bien, así que me llevo el libro con muy buen recuerdo, y claro, si dices que es más que una novela negra, que hay cultura albanesa por en medio, y otras cosas muy de tramas actuales, pues eso, parece una buena propuesta para dejarse llevar. A la lista de las novelas negras.

    ¡¡¡¡Un abrazo!!!

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  4. Muchas gracias Icíar! Esto es lo que tiene leer libros que te satisfacen por uno u otro motivo.

    Y tienes razón, algo de tradiciones albanesas he aprendido y desde luego que para mí ha sido toda una sorpresa. Y es cierto que miré en internet para ver si era verdad!!!! jajaja Y Sí, lo era.

    Lo del “spoiler”, como se nota que tu eres una mujer placeada y con saberes jajajaj!

    Besicos también para tí!

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