Una trama jodidamente perfecta

Reseña del libro “Una trama jodidamente perfecta”, de Sebastián Uros Molina

Una trama Jodidamente perfecta

No hay nada como levantarse por la mañana, prepararse un buen café, una deliciosa tostada y sentarte a leer el periódico tranquilamente para que se te quiten las ganas de seguir con vida. ¿No os pasa? Hay que ser muy masoca, muy “me encanta el olor del napalm por la mañana” para empezar el día leyendo las noticias tal y como está el panorama. Yo hace tiempo que prefiero hacerme el harakiri que estropear mi comida favorita del día recibiendo disgustos. Eso que me ahorro.

Y es que ya sabéis cómo está el patio. Es difícil encontrar noticias buenas en los periódicos hoy en día. Qué triste, ¿verdad? Hay, no obstante, un tipo de noticias que me ponen de peor humor que otras: aquellas que hablan sobre la corrupción existente en nuestro País, esas en la que están envueltos cargos políticos, empresarios y banqueros de todo signo y condición. Desgraciadamente, en este país andamos sobrados de este tipo de noticias.

Esta obra que ha llegado a mis manos, Una trama Jodidamente perfecta, es un crudo y triste relato que nos desmenuza desde las entrañas cómo se prepara y desarrolla la corrupción al más alto nivel, sus graves implicaciones y los enormes daños que ocasiona a los que la padecen en primera persona.

La historia arranca con lo que desgraciadamente ya es un comportamiento habitual en nuestro País: los recíprocos favores que desde el poder se establecen entre los diferentes actores sociales para; unos enriquecerse con el dinero público y otros conservar los puestos que les permitan seguir chupando de la mamandurria del poder político.

El relato es extenso y concienzudo, la preparación de la trama es estudiada al detalle con un prioritario objetivo, que pase lo que pase no se pueda descubrir quiénes están detrás, quiénes manejan los hilos de este guiñol, y cómo se deben buscar y engañar a las víctimas propiciatorias para que todo se cumpla según las previsiones iniciales.

La elección de los protagonistas es el primer paso una vez se han fijado los objetivos finales; por un lado, otorgar obras públicas a dedo a la Constructora afín al Gobierno, facilitar la consecución de un crédito a través del ICO para entrar en el capital social de una de las empresas energéticas mas importante de España, y por el otro lado, a cambio de todo esto, realizar a coste cero la remodelación total de la Sede Central del Partido que apoyaba al Ejecutivo.

El autor de la obra, Sebastián Uros Molina, crea de entrada un personaje de ficción denominado Santiago Urrotz con la acertada idea de que sea este el que protagonice todo el proceso, esto con la intención de que los hechos y situaciones vividas sean lo más cercanos posibles a lo acontecido en aquellas fechas.

Asimismo, plantea varios cambios de narradores a lo largo de la novela, permitiendo al lector conocer los puntos de vista de varios personajes atrapados en esta trama. Es algo que realiza de forma acertada pues consigue mostrarnos así las dos caras de la misma moneda: la de aquellos, los cabrones pensadores ocultos, los que se ponen a las riendas de las actividades y los que padecen en primera persona sus consecuencias. Así conocemos a los personajes principales en sus diferentes fases: El intocable delegado de la Compañía Cantero Nieto, el maquiavélico contable de la misma Jorge Calatrava, el todopoderoso e intocable Secretario de Organización del Partido Joaquín Negrín y, cómo no, a sus mercenarios de turno a pie de obra; el novel, nervioso y confuso arquitecto Alfredo García y el ingeniero que actuaba de comisario político, Raúl Rozas; ambos pertenecientes a la Compañía. Completa este nefasto grupo el jefe de mantenimiento del Partido, el seguidista Enrique Gutiérrez.

Santiago Urrotz, jefe de la empresa contratada para llevar a cabo la obra junto con sus trabajadores, es quien representa la cara más dura y amarga de esta trama, pues será él, su empresa y trabajadores quienes sufran las consecuencias directas de la trama.

Y aunque es cierto que en la novela aparecen muchos personajes y muchos nombres propios, la idea del autor de incluir al principio de la novela una relación de nombres y cargos junto con una fotografía es una gran ayuda a la hora de seguir la historia y sus variados protagonistas.

Una trama jodidamente perfecta mezcla perfectamente la realidad con la ficción. Es fácil que el lector identifique algún caso parecido que haya leído en la prensa o escuchado en los famosos telediarios o tertulias matutinas. Ya os decía al principio que en este país vamos muy bien servidos de corrupción y este libro es una muestra de ello, aunque por su especial, claro y duro contenido muchos no se lo crean.

Sebastián Uros Molina profundiza perfectamente en la psique de los personajes, haciendo cómplice al lector de sus pensamientos, ideas y sentimientos, logrando que conectemos con ellos y sus padecimientos. Una trama jodidamente perfecta es un libro muy humanista en ese sentido. 

Con una prosa clara y muy detallista, leer Una trama jodidamente perfecta supone una forma muy original de adentrarse en esa realidad que encontramos a diario en los periódicos. Una novela muy entretenida que gustará a todo tipo de lectores

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