Días de abril, de Manuel González

Que un poemario llamado Días de abril haya visto la luz tras el mes de abril menos poético que se recuerda, por más que sea una casualidad y no haya alarma, confinamiento ni enfermedad en sus versos, no deja de ser una muestra de justicia kármica elemental. Que Manuel González le devuelva la poesía a abril y a nuestros días es algo que seguramente no sea capaz de agradecer suficiente en esta reseña, por eso quiero que vaya por delante, porque esa sensación de regreso a ese lugar confortable que según en qué contexto podemos llamar bien poesía o bien hogar, sin duda ha impregnado mi lectura de sensaciones positivas.… Leer la reseña completa del libro "Días de abril, de Manuel González" “Días de abril, de Manuel González”

El retratista de los niños muertos, de Manuel Aparicio Villalba

el retratista de los niños muertosCuando empecé a leer El retratista de los niños muertos, de Manuel Aparicio Villalba, no tenía ni idea de que Villalatas, el lugar donde transcurre la novela, había existido de verdad, pero algo me decía que no podía ser un poblado ficticio. Destilaba demasiada verdad, hasta en los pasajes más fantasiosos. Cuando concluí la lectura, investigué un poco y confirmé que Villalatas había sido un asentamiento chabolista sevillano, desaparecido hace ya varias décadas, y que la bisabuela, abuela y madre del autor se habían criado allí.

No es este el único elemento real que aparece en el libro. Por momentos, El retratista de los niños muertos parece una novela histórica, puesto que arranca con el Desastre del Barranco del Lobo, acontecido en 1909, y concluye con la Exposición Iberoamericana de 1929.… Leer la reseña completa del libro "El retratista de los niños muertos, de Manuel Aparicio Villalba" “El retratista de los niños muertos, de Manuel Aparicio Villalba”

El blues de la perplejidad, de Reyes Aguilar Caro

El blues de la perplejidadMe despierto poco a poco. Un rayo de luz se ha colado por mi persiana y me da de lleno en los ojos. Me levanto y atravieso el pasillo que da a la cocina. Huele a limpio, como todos los domingos. A ropa recién tendida y a friegasuelos perfumado. De fondo, el inconfundible tarareo de mi madre. En sus labios, Triana: “abre la puerta niña, que el día va a comenzar, se marchan todos los sueños, qué pena de despertar”. Yo tendría nueve años y no tenía ni idea de quién era Triana, pero sabía que a mi madre le apasionaba esa canción.… Leer la reseña completa del libro "El blues de la perplejidad, de Reyes Aguilar Caro" “El blues de la perplejidad, de Reyes Aguilar Caro”

Tulipanes y delirios, de Sanz Irles

Tulipanes y deliriosPícaro/a y picaresco/a son términos muy españoles, muy castizos, muy nuestros. No en vano, la novela picaresca es uno de los géneros literarios españoles por excelencia, surgido en el llamado Siglo de Oro. Y si pensamos en novela picaresca, pensamos en La vida de Lazarillo de Tormes y en La vida del Buscón, de Quevedo; dos de las novelas españolas más características. Pues bien, desde que empecé Tulipanes y delirios, de Sanz Irles, no podía quitarme de la cabeza los términos “pícaro” y “castizo”, porque si bien el eje de la novela es la emigración y la acción está ambientada en Ámsterdam –más concretamente en el mítico Ámsterdam de los años 70–, los personajes y la prosa son muy castizos y el protagonista es muy similar al típico héroe picaresco.… Leer la reseña completa del libro "Tulipanes y delirios, de Sanz Irles" “Tulipanes y delirios, de Sanz Irles”