El rostro de la sombra

El rostro de la sombra, de Alfredo Gómez Cerdá

el rostro de la sombra

 


 


 

Podría decir que El rostro de la sombra es uno de esos libros que se leen en un día y ya. Pero no sería justo ni con la historia ni con los méritos del autor. Porque no es lo mismo decir que un libro se lee en un día, lo que puede llevarnos a pensar en la cantidad de páginas que posee, que decir que inevitablemente lo leeremos en un día, lo que modifica la cuestión; tantas vueltas tienen como objetivo resaltar un punto: ¡La imposibilidad de dejar de leerlo! Es que si hay algo que caracteriza a El rostro de la sombra, es lo adictivo de su historia y la sensación constante de que el misterio se resolverá en la siguiente página. Si a esto le sumamos que posee capítulos cortos, lo saben queridos lectores, uno siempre termina diciendo “bueno, un capítulo más y lo dejo”

 

 

No podrán.

 

 

 

 

Alfredo Gómez Cerdá, autor de casi cien libros para niños, jóvenes y adultos, nos cuenta en esta ocasión la historia de tres amigos que una noche, estando borrachos como una cuba, deciden grabar un vídeo divertido, pero también arriesgado y peligroso, con el solo fin de subirlo a Internet y lograr que se convierta en uno de los más visitados; adolescentes en todos los sentidos, no se les ocurre mejor idea que arrojar una piedra a un coche, para que a su conductor no le quede más alternativa que pegar el volantazo. Continuando con su “maravilloso” plan, suben el vídeo a un blog anónimo, desde un un ordenador ajeno para no dejar rastros, y se van a dormir esperando la fama virtual que con toda seguridad llegará al otro día, sin saber que en su lugar se encontrarán con las innumerables consecuencias de esa “divertida anécdota”

 

 

A lo largo de las 158 páginas de El rostro de la sombra, conoceremos a Adrián, Borja y Claudio, compañeros de clase del instituto, jóvenes de nivel alto, que como la mayoría de los adolescentes de estos tiempos, tienen gran conocimiento de la tecnología y las redes sociales; además de ser muy buenos estudiantes, aprovechan esa buena imagen para grabar vídeos divertidos que luego suben a Internet, moda actual para sentirse reconocidos y levantar su ego; Adrián, que actúa como lo que es, el líder indiscutible del grupo, se convertirá sin dudas en el personaje principal de la novela, quedando en segundo plano Borja, fiel compañero de Adrián e igual de travieso, y Claudio, “el toca pelotas”, que representa la figura más temerosa y asustadiza (o tal vez la más consciente) a la hora de hacer travesuras.

 

 

Ya siendo Adrián el personaje principal, nos encontraremos con su novia, Nuria, el gran amor de su vida, su padre, reconocido abogado, su madre, que sufrirá mucho con las locuras de su hijo y, finalmente, con Reyes, su hermana, una inolvidable niña de apenas trece años, pero llena de energía, curiosidad y talento, que con sus conclusiones e infinitos interrogatorios sacará de quicio a su hermano, con el que mantiene esa típica relación amor-odio que todos tenemos con los hermanos mayores.

 

 

El tejido de conexiones en que se convierte la historia, no me permite detallar más la trama, ya que sino perdería sorpresa, pero les aseguro que, más allá de algunos acontecimientos previsibles, absolutamente mínimos, la historia nos sorprenderá a cada vuelta de página. Pero además, y sobre todo, comenzaremos a sentir que los miedos, las dudas, la incertidumbre, la paranoia y el agobio en el que se encontrará Adrián, dejarán de ser sentidos solo por él para pasar a afectarnos a nosotros mismos, llevándonos a puntos en los que, cual El extranjero de Camus, nos compadeceremos del personaje y ¡hasta lo defenderemos!

 

 

Particularmente considero que es un muy buen libro para regalar a amigos que estén transitando esa dura etapa de la adolescencia (o sea, cuando están adoleciendo) ya que les permitirá, de una manera divertida y cercana, darse cuenta que no son ni invencibles, ni perfectos, ni los dueños del mundo, y sobre todo, que sus acciones pueden tener consecuencias de las que no pueden escapar apretando la tecla Esc ni apagando la consola, porque estamos hablando de la absoluta y contundente realidad. Como el propio autor manifiesta, El rostro de la sombra es “una reflexión ética sobre la culpa”.

 

 

La prosa amena, fácil, veloz, y los ya mencionados capítulos cortos, nos permitirán conocer absolutamente todo lo que irá pasando desde el domingo a las 04:15 horas, momento en que se les ocurre la idea de grabar el vídeo, hasta el jueves a las 12 en punto, cuando la novela concluye de manera totalmente inesperada pero genial, dejándonos llenos de preguntas, pero también completos de buena literatura.

 

8 comentarios en «El rostro de la sombra»

  1. Desde luego parece que el libro no nos dejará indiferentes. Lo tendré en cuenta, pero no sólo este libro sino que me dejo bien anotado el nombre del autor.

    Un abrazo!

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  2. Pues no conocía este libro y tampoco al autor, pero me ha gustado tanto tu reseña que lo voy a anotar que tiene una pinta buenísima. Y como Susana voy a apuntar bien el nombre de este autor para leer cualquier obra suya.
    Besotes!!!

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