La penitencia del alfil

La penitencia del alfil, de Rafa Melero

La penitencia del alfilÚltimamente, todo lo que cae en mis manos de la editorial Alrevés es señal de calidad. Y el libro del que hoy os vengo a hablar, La penitencia del alfil, no podía ser una excepción. Rafa Melero nos presenta una interesante partida de ajedrez entre dos policías y un asesino en serie con una misteriosa obsesión que florece cada diez años.

Ya de entrada, cuando conoces el método de actuación del asesino, la historia engancha. El psicópata tiene una fecha grabada a fuego, el 3 de marzo. En 1993 y 2003 consiguió llevar a cabo su macabro plan; tres secuestrados y ningún rescate pedido. De los tres, dos morirán y otro quedará con vida, con la dura carga psicológica que ello supone. Esta vez, en 2013, el policía jubilado Alejandro Arralongo, encargado de los dos casos anteriores, pedirá ayuda al sargento de los Mossos d’Esquadra Xavi Masip. A este dúo se les unirá otro personaje, Anna, joven estudiante de periodismo obsesionada con ese misterioso asesino desde 2003. Pero esta partida frenética a vida o muerte planteada por el secuestrador no se jugará con las mismas reglas para todos, pues el dúo policial parece llegar siempre tarde a todas las jugadas.

Rafa Melero juega en el relato con dos lugares (Madrid y Barcelona) y tres fechas (1993,2003 y 2013), combinadas con mucho acierto para hacer un relato ágil y dinámico. La trama se desarrolla en el presente, pero con el número justo de flashback para que el lector se haga una composición de lugar y empiece a disfrutar con lo que parece ser un asesino en serie perfecto, sin ningún desliz que pueda hacer que la policía termine atrapándole.

Es en el perfil profesional de los personajes donde el autor destaca. Conviene saber que el propio Melero forma parte de los Mossos d’Esquadra desde hace veinte años. Los dos policías y sus actuaciones están muy bien relatadas, así como los procedimientos internos y la forma de actuar de los cuerpos policiales. Sin embargo, en el plano personal es donde el trío de protagonistas está menos acabado, si bien hay que reconocer que la historia sucede tan rápida que casi no da tiempo a detenerse en los pensamientos de los mismos.

La penitencia del Alfil mantiene la tensión en alto desde el principio, y mientras se iba desarrollando la historia tenía miedo de que al estar siempre tan arriba, el final se fuera difícil de cerrar decentemente. Sin embargo, pese a lo difícil de su resolución, Rafa Melero consigue acabar elegantemente una historia muy bien contada de principio a fin. Además, es de agradecer los giros narrativos finales que, pese a algún que otro defecto subsanable, juegan con varios puntos de vista, como si de un guión cinematográfico se tratara, que pocas veces se ven en la novela negra.

No sé si os pasará también a vosotros, pero yo siempre que leo una gran historia me entran ganas de escribir la reseña cuanto antes. Sin embargo, lo mejor en este tipo de casos es no hacer caso del “subidón” final y dejar que las sensaciones reposen unos cuantos días. Luego, con la perspectiva ganada, la visión final del libro es mucho más cercana a la realidad.

Y esto mismo he hecho yo con La penitencia del alfil. El autor tiene una gran idea, lo que supone un gran principio, y solo falta contarlo bien. Y ahora, días después de terminarlo, no dudo en afirmar que Rafa Melero nos regala una historia contada a las mil maravillas, con un precisión estudiada hasta el milímetro, sin sacarse ases de la manga cuando la trama parece estancarse. Espero poder echarle el guante a su primera obra, La ira del Fénix. El autor merece la pena.

César Malagón @malagonc

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