Bienvenida a la vida, de Shantjoti Kaur

Hay una frase de Neruda, controversias aparte, que siempre me gustó:

“Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente, te encontrarás a ti mismo, y esa, sólo esa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.”

Siempre he supuesto que ese encuentro feliz debe ser como volver a nacer y eso es precisamente lo que nos narra la autora en este relato autobiográfico. Unos apuntes sinceros que deben degustarse a sorbitos pequeños en los que Shantjoti Kaur narra cómo, despojándose de sus prejuicios y esquemas mentales, consigue renacer. Una experiencia que puede resultar transformadora y revitalizante ya no solo para la propia autora, sino para el lector que encuentre en sus palabras un bálsamo tranquilizador.

Entre agua y tierra, dos elementos opuestos que confluyen como lugar de tránsito y de fuente de vida, la autora, nos cuenta su sentir, su mantra y la fuerza que la meditación ha tenido en esa niña que quiso ser reina, pero que nació en una familia de sirvientes. La vida como renacer también, la de su propia sobrina, rezuma en las líneas de este relato. Shantjoti Kaur se sabe libre, a pesar del confinamiento impuesto que todos hemos padecido, ella ha encontrado en él el flujo de la vida y la libertad: “estamos para volver”.

Ahora que el miedo no paraliza, sabe que ha vuelto y que quiere permanecer, sabiendo escucharse y dándose lo que realmente necesita, aunque todavía le cueste, como aquello de decir no. ¿Quién no se siente identificado en sus miedos y vergüenzas? Porque hay una nueva mujer que descubrir y afirmar, y un pasado muy fuerte que enterrar. Solo mediante el renacimiento y aprendiendo de una misma puede sanar el pasado y podemos alcanzar, a través de la escritura, la aceptación de quien somos, el verdadero cambio.

Bienvenida a la vida es el relato de una mujer poderosa que intenta conocerse, amarse y disfrutarse y lo logra mediante un renacimiento espiritual por el que todos deberíamos pasar. El momento de detenernos y escucharnos: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos?, ¿nos queremos? Todos deberíamos hacernos esas preguntas, ser conscientes de que lo más complicado es amarnos a nosotros mismos. Deberíamos conocer en profundidad nuestras propias necesidades y abrazarnos para volver a renacer de una forma “nueva, tierna y salvaje”. O, también en palabras de la propia Shantjoti Kaur en una metáfora tan de primavera, “yo he venido a florecer”.

Ojalá que Bienvenida a la vida encuentre lectores que necesiten sentirse reflejados en las palabras y vivencias de la autora. Ojalá que, tras leer este relato desgarrador y sincero, algún lector se plantee su propio renacimiento, su propio florecer y podamos, a pesar de las circunstancias, crear un hermoso jardín de sinceridad y amor propio.