Reseña del libro “Buscadora de abrazos”, de Concepción Hernández Sánchez
Hace poco os hablaba de la novela Alma y su casita de muñec(O)s, de la alicantina Concepción Hernández Sánchez. Conocer a Concepción, literariamente hablando, ha sido todo un descubrimiento. Y es que en los libros de esta autora se desprende esa pasión, ese amor por la vida y esa magia con la que ella misma vive. Concepción sabe crear un universo único en sus libros, uno en el que es fácil entrar y sentirse rápidamente atrapada por sus personajes y por esa magia tan original que solo ella es capaz de narrar en sus historias.
Volver a tener un libro de esta autora entre mis manos ha sido un auténtico placer, pues ya sabía yo que adentrarme en otra de sus novelas iba a suponer un viaje lleno de fantasía que estaba deseando emprender.
En esta ocasión quiero hablaros de Buscadora de Abrazos, una novela de título sugerente que habla sobre esas decisiones que a veces no nos atrevemos a tomar, pero que sabemos que cuando nos decidamos a dar el paso cambiarán nuestra vida. Pero, para hablaros mejor de esta historia, es necesario que os presente a Berenguela, su protagonista.
Berenguela es una mujer de 36 años, melena morena, ojos verdes, pecas y sonrisa dulce. Esta extraordinaria mujer ha tenido que enfrentarse a tantos cambios a lo largo de su vida, se ha derrumbado y reconstruido tantas veces que apenas quedan migajas de la Berenguela original. Con un pasado un tanto duro, en el que ella tiene dificultades para demostrar sus emociones y en el que la muerte de la madre la sumergen en una etapa de odio y de búsqueda infructuosa de abrazos, lo mejor que le pudo pasar a Berenguela fue conocer a Rafael, en quien creyó encontrar al amor de su vida. Tras casarse con él, ambos se mudan a una preciosa casa en pueblo costero llamado La Caleta. Pero, tras seis meses juntos, Rafael es arrastrado por el mar, dejando a Berenguela inmersa en una nueva etapa de dolor.
Afortunadamente, Berenguela cuenta con las mejores amigas. Esas que siempre han estado a su lado en todo momento y que, a pesar de que el tiempo ha pasado por todas y cada una tiene ahora sus propios problemas, aún permanecen unidas. Palmira, Tomasa, Lucrecia y, sobre todo, Jimena, estarán allí para hacerla sonreír y apoyarse las unas a las otras. Lo que no sabe Berenguela es que la ayuda de sus amigas no será la única. Desde Vêkigo, la gentil Otilia y su aspirante Engracia, acompañadas de Fabiola, su igual, y la vidente Mansuara, tratarán de hacerles llegar, a su manera, el mensaje que Berenguela se merece. Un mensaje de amor, respeto y confianza que cambiará el devenir de su vida.
Y es que estos seres especiales, gentiles, llenos de luz y amor que provienen de otros mundos, tienen la misión de conducirla de regreso hacia sí misma. Una misión que no será fácil, que supondrá muchos cambios y lágrimas para Berenguela, pero que también le brindará la oportunidad de conocer a nuevas personas tan importantes como Fabio, de crear nuevas ilusiones y futuros y, sobre todo, de aprender a cuidarse, escucharse y rodearse de personas especiales.
En Buscadora de Abrazos, Concepción nos ofrece una historia inspiradora con un mensaje que todos deberíamos interiorizar: ponte en primer lugar y con absoluto descaro, ¡Ámate! Una vez que elegimos querernos, la vida es, sin duda, mucho mejor. Berenguela, gracias a sus amigas, a esos seres especiales y a las nuevas oportunidades que el futuro le trae, está a punto de descubrirlo.