Caraval

Reseña del libro “Caraval”, de Stephanie Garber

Caraval

Hace años leí un libro que me llenó el alma de magia. Un cuento rebosante de fantasía con secretos, misterio, intriga y acción. Pero no continué la saga debido a que la editorial no tradujo los siguientes tomos. 

Sin embargo, ahora en 2021, mi querido sello Puck, perteneciente a Urano, —ya sabéis que adoro todo lo que trae Puck—, nos ha concedido el deseo de traer la trilogía completa traducida al castellano.

El primer libro de la trilogía es Caraval, de Stephanie Garber, y es el libro del que hoy os vengo a hablar (podéis leer la reseña de Caraval, editado por Planeta, en este mismo blog). Digamos que esta es una novela imprescindible para los amantes de la literatura fantástica. Una historia con la esencia de Alicia en el país de las maravillas pero a la vez totalmente diferente y original. Un libro que ha marcado un antes y un después y que ha devuelto la ilusión por la fantasía a muchos lectores. 

Caraval cuenta la historia de Scarlett y Donatella Dragna, dos jóvenes hermanas que viven en Trisda, una de las Islas Conquistadas. En el mundo de Scarlett y Tella existe un espectáculo mágico llamado Caraval, donde el maestro de ceremonias es Legend, el magnífico y misterioso Legend. Toda una leyenda. Nadie sabe si realmente es un mago, un inmortal, un demonio o un dios. Solo se sabe que su espectáculo es pura magia que juega con los sentidos y te transporta a un universo donde la realidad y la ficción se fusionan. 

El día que Scarlett recibe una invitación para asistir a Caraval, todo cambia. Donatella desaparece y Scarlett deberá participar en el espectáculo acompañada de Julian, un marinero misterioso, atractivo y poco fiable. ¿Rescatará Scarlett a Tella? ¿Querrá Tella ser rescatada? ¿Podrá Scarlett llegar a tiempo para su boda concertada con un conde? ¿Será Caraval su cárcel o su libertad? 

Caraval lo es todo para Scarlett desde que era pequeña. Es su sueño más ansiado, su llave para escapar de su trágica vida, pero con el paso de los años, al igual que nos ocurre a todos los niños, la imaginación y la ilusión por la magia y por otros mundos de fantasía, se va perdiendo al llegar a la adolescencia y a la edad adulta. 

Sin embargo, la oportunidad de disfrutar de Caraval llega, aunque sea tarde. Es como si nos hubieran dado la oportunidad de entrar en Hogwarts o en Oz cuando ya hemos crecido. ¿Quién diría que no a pesar de haber dejado atrás la infancia? 

Sinceramente, he disfrutado como nunca de esta historia. Una historia con un mapa preciso y sencillo para ubicarnos, capítulos breves y plagados de acción desde el comienzo y una narración que sitúa al lector desde la perspectiva de Scarlett para que vivamos y experimentemos la aventura junto a ella. 

Una aventura donde nada es lo que parece. Y eso es lo fascinante de esta historia, lo que atrapa al lector y le mantiene enganchado durante toda la novela, con el corazón a mil por hora: la acción e intriga constantes, el no poder confiar en nada ni en nadie, los giros sorprendentes cada dos por tres y sobre todo la espléndida ambientación junto con las asombrosas descripciones que nos seducen y engañan a partes iguales. 

Además, en este libro también podemos explorar la relación entre las dos hermanas Dragna y su drama familiar: la responsabilidad y la protección que siente Scarlett por Tella, la despreocupación e impulsividad de Tella, la carencia de ambas al crecer sin una madre a su lado, los duros castigos y maltratos del padre, así como las ganas de ambas hermanas por escapar de Trisda. 

Aun así, he sentido que los personajes principales no están lo suficientemente desarrollados como para empatizar con ellos. No obstante, creo que la intención de la autora ha sido volcarse más y desplegar ese mundo de magia, secretos, sueños y pesadillas, que profundizar en los protagonistas. De todas formas, espero tener la oportunidad de saber más sobre Tella, Julian o Legend en los próximos libros. 

En resumen, Caraval es una lectura obligatoria para los que amamos un buen libro que atrape al lector y le haga partícipe de su historia (de hecho, yo me he sentido como si estuviera dentro de uno de esos libros de Vive tu propia aventura). Una historia llena de entresijos, de verdades que no lo son y mentiras que esconden la verdad, de madrigueras de conejo que conducen a castillos malditos donde algunos son actores y otros pierden la cordura. 

¡Y qué deciros del final! Un final que invita a leer rápidamente Legendary para seguir jugando al juego de Stephanie Garber. Porque debemos recordar que solo es un juego… ¿o no? 

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