Cuánto oro esconden estas colinas

Reseña del libro “Cuánto oro esconden estas colinas”, de C Pam Zhang

Cuánto oro esconden estas colinas

Lucy y Sam cargan a cuestas con el cadáver de su padre, Ba, buscando dónde darle sepultura. Necesitan dos monedas de plata para cerrarle los ojos, como manda la tradición oriental que les enseñó el propio Ba, y mientras tratan de hacerse con ellas vagan por las áridas tierras del Oeste huyendo de la hostilidad del pueblo minero en el que han crecido y pasando las noches al raso entre esqueletos de búfalos. A merced de peligros reales como el hambre y los tramperos, pero también de amenazas legendarias como el tigre que, dicen, deambula por esas tierras.

Son poco más que niñas, huérfanas también de su madre, Ma, pertenecen a una etnia que no posee en esa tierra nada más que su trabajo y a un género al que se le niega incluso eso. Pero tienen una historia detrás, un magnífico relato con tantas mentiras como secretos que arranca para nosotros precisamente cuando consiguen deshacerse de su padre y que constituye el verdadero yacimiento de la novela. Construida más hacia delante que hacia atrás, al contrario de lo que parece al principio, Cuánto oro esconden estas colinas se extiende sobre las aristas más amargas de la conquista del Oeste: la llegada masiva de trabajadores a la construcción del ferrocarril, el agostamiento de los yacimientos oro, el genocidio de los indios americanos, la peligrosidad de las ciudades sin ley. El relato de la familia que forman Ma y Ba muestra la dureza sobre la que se erige el sueño americano (entonces y ahora), y la habilidad de C Pam Zhang estriba precisamente en no caer en lo fácil, en no convertir este libro en el relato de dos heroínas ni en el drama de dos mártires.

Resulta difícil no enamorarse de este libro, no beber los vientos por Lucy y Sam, tan distintas como solo pueden ser dos hermanas. La dulce Lucy, mejor alumna de la escuela (lo poco que duró en ella), ojito derecho de su madre; Sam la salvaje, la que pasa meses trabajando en la mina haciéndose pasar por un chico y desaparece a la menor ocasión. Cuánto oro esconden estas colinas es una obra espléndida, insólita, un destello de originalidad y de valentía que combina perfectamente el tacto sedoso de las grandes leyendas orientales con el toque agreste y salvaje del lejano Oeste. Parte coming-of-age, parte saga familiar, parte western, cada una de sus cuatro partes se convierte en una sorpresa agradable, un regalo, que nos traslada hacia delante y hacia atrás en la historia que arrastran consigo Lucy y Sam igual que se mece la cuna de un recién nacido.

C Pam Zhang insinúa más que cuenta, susurra más que grita, y su prosa llena de indirectas y dobles sentidos, embriagada por la dureza del paisaje, necesita de una lectura tranquila y lenta para poder ser disfrutada. En cualquier caso, esta primera obra, su debut, es una sorpresa, una auténtica delicia que saca brillo a un género que al menos yo consideraba enterrado (el western) y que merece todos los elogios que ya ha cosechado.

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