Diario de un poeta reciencasado (1916), de Juan Ramón Jiménez

Diario de un poeta reciencasado

Diario de un poeta reciencasado es una obra de importancia capital en la historia de la literatura española. El magnífico prólogo, como es costumbre en Cátedra, es extraordinariamente esclarecedor acerca de su relevancia histórica y además da muchas claves que permiten entender la obra en su conjunto y muchos poemas individualmente, sin embargo para los no excesivamente iniciados, como es mi caso, hay una posibilidad de lectura menos trascendente, sin duda, pero igualmente satisfactoria: disfrutar de la belleza y la extraordinaria sensibilidad de la obra.

La terrible amenaza es ésta:

«Se caerá, sin abrir, la primavera.»

―¡Y no tendrá la culpa

ella!―

Se trata de una crónica del cambio vital que le supuso al poeta su matrimonio, salir de su mundo familiar y cambiar ese afecto por un amor adulto, salir del cascarón. Algo que es un rito de paso habitual y necesario que en el mundo poético de Juan Ramón se convierte, gracias a su gran sensibilidad, en una obra poética imprescindible.

REMORDIMIENTO

¿Y habrás de conformarte,

Alma, con olvidar en la mañana?

 

¡Si cuatro largos clavos bien clavados

alma hasta tus entrañas,

abrieran cuatro grandes rosas puras

de aquellas cuatro lívidas palabras

que en su corazón bueno

él tendrá, desde entonces, enclavadas!

 

¿Y habrás de conformarte solamente,

Con ser feliz del todo, alma?

El Diario de un poeta reciencasado también funciona como cuaderno de viaje por partida doble, el viaje en barco a Nueva York y el viaje vital del poeta. El primero es interesante, se puede intuir el estado de la mar, la inclemencias meteorológicas o por el contrario el mar en calma (con un gran sentido del humor titula un poema de calma chicha “Argamasilla del mar”). Resulta sorprendente comprobar hasta qué punto le afecta cualquier circunstancia y de qué modo es capaz de convertirla en poema. O el impacto que supone para él llegar a la Nueva York de 1916 desde el Moguer de 1916, un viaje en el tiempo pese a que vistos los números la fecha es la misma.

La copa del árbol frondoso que cobija este banco en el que, cara al cielo, me abandono, no es de hojas, sino de pájaros. Es el canto tupido el que da sombra…

Y finalmente es un privilegio compartir el efecto de la primavera en Juan Ramón, su renacimiento vital y poético, su alegría y la luz de su mirada. Es realmente sorprendente comprobar hasta qué punto la vida se transforma en palabras al pasar por Juan Ramón.

La luna blanca quita al mar

el mar, y le da el mar. Con su belleza,

en un tranquilo y puro vencimiento,

hace que la verdad ya no lo sea,

y que sea verdad eterna y sola

lo que no lo era.

                              Sí.

                                 ¡Sencillez divina

que derrotas lo cierto y pones alma

nueva a lo verdadero!

¡Rosa no presentida, que quitara

a la rosa la rosa, que le diera

a la rosa la rosa!

Sea una lectura académica, sacándole todo el jugo al prólogo y las notas al pie, sea una más sencilla, lo que es seguro es que Diario de un poeta reciencasado es una obra magnífica, primordial, con la que sin duda disfrutará y que le hará sentir la primavera que tan luminosamente florecía en el gran poeta de Huelva.

 

Andrés Barrero
@abarreror
contacto@andresbarrero.es

1 comentario en «Diario de un poeta reciencasado (1916), de Juan Ramón Jiménez»

Deja un comentario