El gran rojo

Reseña del libro “El gran rojo”, de Benito Olmo

El gran rojo

“Esta es la historia de una chica sin nombre, sin pasado y sin futuro. Un juguete roto que nadie se molestó en arreglar. Una vida con tantos agujeros que ni la mejor costurera del mundo habría podido remendarlos.”

Hacía mucho tiempo que no leía una novela de detectives. Supongo que, a veces, las necesitamos para evadirnos por completo del mundo y de los problemas diarios (o de la pandemia mundial que estamos viviendo). Un libro que enganche a través de la trama y sus personajes, con pistas que lleven a una resolución final con sentido y de manera transversal.

Y supongo que es lo que me he encontrado. Pero, además, me ha gustado mucho la forma de escribir de Benito Olmo. Creo que esto te hace encontrarte con algo más que una trama detectivesca, entretenida y con un buen ritmo. Las descripciones están muy buen cuidadas, con los detalles justos para no robarle protagonismo a lo que este desea contar.

Es como si, a través de su narración, te fuera envolviendo en la historia y te transportara a Frankfurt para conocer de primera mano todo lo que ocurre. Y, hablando de esta ciudad, creo que su forma de narrar la convierte en un personaje más de la novela. A lo largo de las páginas, me ha parecido estar allí (en estos momentos en los que no se puede viajar se agradece demasiado) recorriendo sus calles y recovecos más oscuros.

Y este último punto creo que es precisamente el eje de la novela, la oscuridad que envuelve todo lo que va sucediendo e, incluso, a sus personajes. A través del relato en primera persona, conocemos a Mascarell, el protagonista de El gran rojo. Un detective competente, que acepta cada uno de los casos que se le encomiendan y con una vida personal que, quizás, penda de un hilo. Creo es un personaje que no es lo que parece (o, al menos, lo que a mí me pareció) en un principio. Me ha gustado su carácter fuerte y luchador, que quizás se haya curtido por problemas que le ha tocado vivir tanto en su vida personal como en la profesional, que iremos conociendo a medida que avanzamos con la lectura.

Y me gustó que su camino se junte con el de Ayla, una joven perdida cuyo único objetivo parece ser encontrar a Gerard, el mejor amigo de su hermano, que desaparece sin dejar rastro. Ambos se sienten algo perdidos en ciertas facetas de su vida, pero la búsqueda de Gerard les une y se convierte en un objetivo esencial para ellos. Y, de esta forma, la novela va avanzando con un ritmo acelerado y vamos conociendo a otros personajes, claves para conocer el destino de nuestros protagonistas, que marcan el desarrollo de la trama.

Hacía demasiado tiempo que no leía una novela negra. Una obra completamente de acción, con el peligro como el personaje principal. Leer El gran rojo ha sido como ver una serie de televisión, en la que, aunque todo sucede bastante deprisa y quizás no puedes evitar ver el siguiente capítulo, nos hace detenernos en detalles que pensábamos que no tenían importancia y que marcan el desarrollo de la historia.

Es curioso cómo ciertos libros te acaban sorprendiendo por detalles que no pensabas en un principio. En este caso, ha sido la pluma del autor y su narración cuidada y directa, pero también detallada y oscura, que para mí se ha convertido en un punto interesante y diferente para el desarrollo y la continuidad de la novela. Y también la oscuridad como punto común entre los personajes y el escenario de la novela: Frankfurt. Se nota que el autor la conoce bien y terminan entrando muchas ganas de visitarla… Eso sí, espero que no me haga falta que Mascarell esté presente para resolver ningún misterio.

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