Estrellas errantes

Reseña del libro “Estrellas errantes”, de Gema Bonnín

estrellas errantes

Si últimamente me he pasado por aquí para proponerte viajes inolvidables, el que vengo a ofrecerte hoy te va a dejar con la boca abierta. Porque no es que vayamos a cambiar de cuidad o de país, ¡es que vamos a cambiar de planeta!

Y lo vamos a hacer gracias a Estrellas errantes y a la pluma de Gema Bonnín. Antes de entrar en materia tengo que decir que conocí a esta autora cuando publicó su libro anterior, El jardín de hierro. Fue una de mis mejores lecturas de ese año, y es que la creación del mundo y sus personajes —bien desarrollados y con sentido— hicieron que disfrutara una barbaridad. Así que te podrás imaginar por qué tuve que hacerme con la novedad de Nocturna en cuanto salió a la venta… Quería descubrir si estábamos ante el mismo nivel aunque, como ya te habrás imaginado, las expectativas eran muy altas. 

Para conocer la historia debemos partir de una premisa: tenemos ante nosotros dos planetas habitados por humanos que comparten órbita pero que no podrían ser más distintos entre sí. Se pueden comunicar entre ellos, pero eso no han hecho más que aumentar las tiranteces existentes. Hasta que un día, atentados simultáneos ocurren en los dos planetas. La reivindicación no queda clara, pero lo que sí se sabe es que se usaron armas de contrabando para llevar a cabo el ataque. Y resulta que nuestra protagonista —una de ellas— es, precisamente, contrabandista. Niki, que así se llama la chica, tiene que huir de su planeta al otro, mientras es perseguida por el sargento Lux, que quiere capturarla como sea. Por cosas del destino, ambos quedan atrapados en el planeta vecino sin forma de volver, por lo que tendrán que trabajar mano a mano si quieren salir con vida. 

Mientras tanto, en el planeta de origen de Niki y Lux, la soberana del planeta contrario trata de buscar una paz que parece imposible de conseguir. ¿Serán capaces de rebatir las diferencias? ¿Podrán llegar a un acuerdo para luchar ante un posible enemigo común?

Como veis, Gema Bonnín se ha sacado de la manga una historia que tiene de todo. Aunque lo que prima es la tensión política existente, pronto nos daremos cuenta de que aquí hay lugar para todo, incluido el amor y la amistad. Eso hace que la trama sea más real de lo que en un primer momento podríamos llegar a pensar, dado que hablamos de planetas extraterrestres que bien podrían seguir unos ideales distintos al nuestro. Al final, la esencia del libro reside en que seguimos siendo iguales, por cientos de galaxias que nos separen. 

Tenía muchas ganas de leer Estrellas errantes, y no solo porque me hubiera gustado el libro anterior de la autora, sino porque me consta que ella es la encargada de traducir las obras de Star Wars en España y me picaba la curiosidad por saber qué posos habrían quedado tras haberse pasado tantas horas entre sith y jedi. Sin embargo, había una cosa que me preocupaba, y es que temía perderme en la trama. Después de leer la sinopsis y darme cuenta de que me iba a enfrentar a nombres nuevos, regímenes nuevos, y viajes nuevos, pensé que quizás no iba a ser capaz de seguir el hilo de la trama. «Menuda chorrada», pensarás, «si lees un montón de fantasía». ¡Lo sé! Pero no sé por qué tengo este sentimiento cuando me enfrento a novelas de ciencia ficción. Sin embargo, tengo que decir que la historia está muy bien llevada y, aunque es un libro cortito, las cosas pasan en el momento en que tienen que ocurrir y no encontramos partes aceleradas ni contadas deprisa. La autora se toma su tiempo para que el lector se sitúe en cada lugar del mapa y así no se sienta perdido en ningún momento. 

En definitiva, Estrellas errantes ha supuesto un soplo de aire fresco en mi lista de lecturas de este 2021, ya que es muy diferente a lo que he leído hasta ahora. Ha sido una historia amena, muy entretenida, con tensión, el toque justo de amor, y una prosa limpia y cuidada que hace que el lector se sienta como en casa. Así que ya te imaginarás que estaré pendiente de las novedades de esta autora, pues no podría ser de otra manera.

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