Horizonte

Reseña del libro “Horizonte”, de Barry Lopez

Horizonte

En un libro como este debería dedicar la mayor parte de la reseña a hablar de la profunda erudición que muestran sus páginas, de cómo de interesante es todo lo que cuenta y de lo bien que lo cuenta, de cómo uno descubre cosas y no solo lugares porque no es lo mismo visitar un sitio en viaje de placer, de negocios o, como es el caso, en un campamento científico. No se descubre un lugar, sino un modo de vivirlo. Debería mostrar mi asombro por la capacidad del autor para mostrarnos todo eso y para hacerlo de manera amena, también debería dejar patente mi agradecimiento por las muchas e interesantes reflexiones que logran que uno no solo aprenda lo que el libro enseña, sino también sobre uno mismo. También soy consciente de que la naturaleza, la historia natural y la relación que establecemos con ella los seres humanos es un pilar fundamental de este libro, y debería ser algo de lo que hablase con detenimiento en la reseña, pero no puedo hacerlo porque no sé escribir sin ser sincero y aunque todo eso sea tremendamente importante y constituya por si mismo una obra probablemente imprescindible, debo decir que para mi es ante todo un libro profundamente emocionante y que es un testimonio humanista como he encontrado pocos a lo largo de mi vida y que siendo su erudición probablemente inabarcable para cualquiera que no haya dedicado su vida al conocimiento y la reflexión, para mi el grado de sabiduría que ha alcanzado Horizonte es tan elevado como que ha trascendido al conocimiento y ha logrado mirar con el corazón. Con un corazón racional e instruido, sin duda, pero que atesora la mirada de un hombre bueno.
La relación del hombre con la naturaleza o del hombre con otros hombres, incluso de la humanidad con su propio futuro, se recorre a través de episodios de la propia biografía del autor, como también de la personajes ilustres como Cook o Darwin, incluso de algunos menos conocidos pero igualmente interesantes como Ranald McDonald, y puedo asegurar que se aprende, y mucho, pero también puedo dar fe de que son algunas de las reflexiones del autor las que convierten Horizonte en un libro muy especial. Porque no es dogmático en absoluto y tiene la capacidad de hacer reflexionar al lector como algo completamente natural, sin propaganda ni retórica panfletaria. Si quieren un ejemplo citaré algo de lo que yo estaba convencido antes de la lectura y ahora dudo: es un hecho aceptado en el pensamiento naturalista que hay que luchar contra la introducción artificial de especies invasoras para salvaguardar la fauna y la flora autóctonas, lo que parece completamente razonable, ahora bien, ¿qué hacer cuando esa introducción ya se ha producido? La soluciones que se aplican son más o menos cruentas en según qué lugares, en una reseña anterior de un libro llamado Animales invisibles ya comenté la sorpresa que me provocó encontrarme con la figura del «ecologista exterminador», sin embargo siempre entendí esa necesidad. Cuando Barry López habla de este tema y llama la atención sobre la similitud entre los argumentos que se usan para justificar estas campañas con los que se usan para criticar la propia emigración humana desde posiciones extremas, pues me hace reflexionar.
Horizonte es una obra tremendamente sincera e interesante, pero también es poética y no sólo proporciona conocimiento, sino que también regala esperanza. Además de ser un deleite por su contenido, lo es también por su continente ya que es una edición fantástica y un diseño de cubierta verdaderamente hermoso.
Tras una introducción marcadamente autobiográfica, el autor nos lleva al Cabo Foulweather, a la Isla de Skreling, a Puerto Ayora, a Camp Jackal, a Port Arthur, a la Bahía de Botany o a Graves Nunataks y en todos esos lugares se adentra en su historia natural y en su historia a secas, en la de sus gentes, en la exploración, el colonialismo, la guerra, las colonias penales, los pueblos y las tradiciones ancestrales, la evolución o la civilización. Se trata de un libro tan amplio y a la vez tan profundo que entiendo que les cueste creerme cuando digo que a la vez es profundamente ameno y emocionante. Horizonte merece una lectura sosegada, les resultará inevitable, además, ampliarla con sus propias basquead, investigaciones o reflexiones por lo que es un libro ideal para esos periodos en los que se puede invertir tiempo en ellos. Ver el mundo a través de los ojos de Barry Lopez ha sido un privilegio, ojalá mucha gente a lo largo y ancho del mundo haga lo propio quede contagiado de esa mirada que es cierto que tiene detrás un gran viaje cultural y científico, pero que al fin y al cabo no es otra cosa que una forma de respeto hacia los demás.


Andrés Barrero
contacto@andresbarrero.es
@abarreror

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