La biblioteca de los susurros

Reseña del libro “La biblioteca de los susurros”, de Desy Icardi

La biblioteca de los susurros, Desy Icardi

La Biblioteca De Los Susurros, es una agradable historia escrita por Desy Icardi que me ha recordado en muchos momentos al maravilloso estilo que demuestra la escritora chilena Isabel Allende en su emblemática obra “La casa de los espíritus”. Está editada por ADN (Alianza De Novelas), junto a las demás obras de la autora italiana, y además de tener una buena traducción, poseen unas portadas de las que quitan el sueño.

El Dora es el río junto al que se sitúa la casa donde transcurre parte de la historia; su dueña y la hija de su sobrina se llaman también Dora y tienen una conexión especial con las casas, pueden oír sus susurros, sus penas, sus lamentos; por eso a la tía la llaman “Dora la de las corrientes de aire”, porque es así como se refieren a “aquello” que queda en las casas tras nuestro paso. Son casas quejumbrosas y ellas pueden ayudar a aliviar su sufrimiento.

La casa encima del Dora está llena de ruidos, pero de los que están llenos de vida, sus habitantes no tienen ningún miramiento a la hora de moverse, de tocar platos, cocinar, escribir, … pero no lo hacen por fastidiar lo hacen por la necesidad de sentirse vivos. Raro es el día que existe el silencio. Una mañana reciben una visita especial que solo la tía y sobrina – nieta son capaces de distinguir: la tía Catlina (nombre que en Italia recibe la muerte) y cuando se sienta en su sofá favorito… suena el teléfono… y el silencio lo llena todo.

La pequeña Dora y su primo Fulvio encuentran una vía de escape en la biblioteca del pueblo y allí van a entablar amistad con el abogado Ferro, el único que puede hacer lo que le venga en gana en la casa de los libros, porque todo el mundo lo respeta. Dicen de él que empezó a leer con 3 años y que tiene intención de morirse con 103 años exactamente, para que puedan decir que estuvo un siglo entero leyendo.

Será este lector casi centenario quien inicie a Dora en la lectura, proponiéndole listas de lecturas acorde a sus vivencias, sus estados de ánimo, su dolor o alegría (acordes a su edad no, eso es una estupidez, como todo el mundo sabe) … le enseña el placer de encontrar la lectura adecuada para cada momento.

La Biblioteca De Los Susurros está llena de amor por la literatura y de propuestas de lectura, la primera para Dora será “La flecha azul” de Gianni Rodari, y para Fulvio, que estudia magisterio infantil será, “Gramática de la fantasía” del mismo autor, … Confieso que me faltó tiempo para buscar estos títulos y anotarlos en mi interminable lista de “pendientes de leer”.

Más adelante vendrán la “lista de las parlanchinas”, donde encontramos a Heidi, Ana de las tejas verdes o Pippi calzaslargas, la “lista de los viajeros perdidos (y encontrados)”, con ese yanqui en la corte del rey Arturo, Robinson Crusoe y Gulliver, la “lista para los fuera de lugar” especialmente pensada para adolescentes en su mayor apogeo (con el guardián entre el centeno y Jane Eyre de protagonistas principales) y muchas otras que consiguen hacer amante de la lectura hasta al más reacio a ese sentimiento.

Acabas pensando que esto de leer no está tan mal, y que al fin y al cabo existen más personas en el mundo que consideran los libros como un método infalible para discurrir con la vida con mejores pasos.

El abogado Ferro será un ángel de la guarda para Dora, pero también lo serán su tío Bruno, su tía Maddalena, su padre Luciano, su madre Bianca, los ruidos, el silencio, la tristeza y la alegría. Vemos al río Dora formar parte de esta familia, que acuden a él cuando necesitan pensar o dejar de hacerlo. Viajaremos a nuevos destinos sin olvidar el pasado y capítulo tras capítulo nos iremos enamorando de esta familia, que podría ser la nuestra, y de la pluma de la autora, que parece de esas que una vez que entran en tu biblioteca no tienen intención de abandonarla… La Biblioteca De Los Susurros de ADN novelas no es sólo una buena lectura con mensaje, sino que es una guía de lecturas recomendadas para la vida. No seré yo quien le pierda la pista a esta autora, te recomiendo que hagas lo mismo.

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