Microgeografías de Madrid, de Belén Bermejo

microgeoLas imágenes de este libro son de Madrid. Es muy posible que no las reconozcan ni siquiera los madrileños, pues no son las típicas fotos de monumentos icónicos, edificios reconocibles o estampas típicas de postal, pero es el Madrid actual. El de los no-atascos, el de los concebidos no nacidos, el de la “promesa de churros y patatas fritas y sus prisas”, y el de los no lugares.

Podrían ser de cualquier otro lugar. Podrían ser fotos tomadas en Barcelona, Cádiz o Logroño y nadie podría negarlo. Ni demostrar lo contrario. Al fin y al cabo, el reflejo de algo inidentificable en un charco, una vieja ventana o un portero automático son cosas tan universales y cotidianas que ningún experto en cualquiera de esos tres ejemplos podría ubicar o localizar. Y, seguramente, reconozcas muchas imágenes como vistas en tu propia ciudad. Pero no. Son fotos de un pequeño pedazo del mundo. Fotos de Madrid. Fotos de, como dice la autora, no lugares, que es un término que se refiere a lugares sin suficiente entidad como para ser considerados lugares.

Así que Belén Bermejo ha elaborado un bello libro fotográfico con las fotos de sus no lugares preferidos de Madrid. Un libro puede que distinto de lo que suelen mostrarnos los libros de fotografías, que en este Microgeografías de Madrid ofrece una mezcla de abandono, de extravío, de paso del tiempo y de, tal vez, soledad.

Desconchones en paredes que esbozan arcanos mapas, puertas viejas de comercios abandonados que hacen volar la imaginación para intentar saber lo que se cocía dentro, el reflejo de las luces de neón en un suelo de adoquines mojados, un conjunto de hojas caídas de árboles que forman un mosaico vital, paredes llenas de vida y color gracias al street art de los grafitis, dos ancianas que caminan frente a una tienda, una alcantarilla de la que emerge una planta resistente que lucha por el control de la ciudad, la asimetría de veinticuatro balcones, obsoletas bocas de buzones esperando cartas que hace tiempo que han dejado de escribirse pero mantienen la esperanza, sillas amontonadas esperando que alguien las use, charcos de lluvia o de manguerazos que reflejan edificios, comercios o personas que no reparan en ellos, farolas numeradas, escaleras y baldosas que te llevan a tu lugar preferido,…

Fotografías con mucho gusto. Fotografías que parecen tonterías, pero es eso, solo lo parecen, y a mí me relajan bastante. Fotografías como las que a veces me gusta hacer a mí en mis propios no lugares y que bien podrían, sino todas, la mayoría, usarse para decorar las paredes una vez enmarcadas. O sin marco…

El barrio de Salamanca, El Retiro, Embajadores, Ronda de Atocha, Génova, Malasaña, Ciudad Lineal, Cuatro Caminos,… son algunas de las calles, parques y barrios que protagonizan este libro que, al que cualquier aficionado a la fotografía callejera debería, al menos, echarle un ojo.

Por otra parte, me gustaría destacar que Belén Bermejo destinará los beneficios íntegros de este libro al área de Oncología Médica del Hospital de La Princesa de Madrid.

Espero de verdad que Microgeografías de Madrid consiga el reconocimiento que merece y que Belén Bermejo siga microgeografiando en el futuro a Madrid o a la ciudad que le venga en gana.

Ojalá.

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