Reseña del libro “Novela de ajedrez & Mendel el de los libros”, de Stefan Zweig
Hace unos años escuché por primera vez el nombre de un autor que lograba encandilar a toda persona que se acercaba a su obra: Stefan Zweig. Me produjo mucha curiosidad la pasión que producía en todo tipo de lectores y busqué información sobre su obra. Tras descubrir que era bastante amplia y diversa, me decidí a empezar a descubrirla a través de Novela de ajedrez; la elegí por dos motivos: sería la primera vez que leyera una historia con el juego como protagonista y era una de sus novelas cortas. Meses más tarde leería Mendel el de los libros y fue cuando ya terminé de sucumbir a su poder embaucador.
Al poco de empezar a leer Novela de ajedrez, que caí rendida a los pies del maestro y al terminarla tenía la sensación de que estaba flotando en un universo paralelo donde nadie, más que yo, había descubierto una historia perfecta. La combinación de locura y sosiego, de paz mental y ruido, es maravillosa. El modo de discurrir las jugadas, el modo de ocupar una mente, que sin el juego hubiese enloquecido y se hubiese perdido en un infinito del que no hubiera vuelto, hace de esta novela una de las más perfectas composiciones literarias. En ella descubrimos la historia de un hombre detenido por los nazis para ser interrogado y que afortunadamente, encuentra en el bolsillo de uno de sus captores un librito de jugadas de ajedrez que robará sin pensarlo para mantener la mente ocupada y “escapar” de la tortura psicológica a la que lo estaban sometiendo. Es una novela que debiera ser de “obligada” lectura, no me cansaré de repetirlo hasta que alguien me escuche.
Luego tenemos Mendel el de los libros donde Zweig nos habla, una vez más, de la tristeza de una guerra y de muchos hombres que sin saber por qué se vieron envueltos en la locura de unos pocos. Ese anciano profesor que vivía por los libros nos hace identificarnos con él, porque todos hemos tenido o tenemos alguna afición que nos puede absorber. Su tranquila vida se ve interrumpida por la envidia, por la guerra y por el miedo. Es un personaje tan entrañable que no conozco lector que tras leer su historia no haya sentido que su corazón se ha roto un poquito.
Hasta hace poco estas dos novelas podían encontrarse por separado en las librerías, pero ahora que el mercado literario, con lo que respecta a Zweig, parece haberse liberado de exclusividades, Alianza Editorial ha decidido, con muy buena fortuna, incluirlo en su catálogo, y con estas dos novelas cortas ha hecho un único libro, algo que yo personalmente agradezco porque me da mucha pena verlos por separado teniendo en cuenta lo chiquitines que son.
La Alemania nazi y lo que estaba haciendo en el mundo con total impunidad es algo que siempre va a estar presente en la obra de Zweig, precisamente porque a él le afectó directamente, y es maravillosamente triste ver reflejada esa realidad en las páginas de sus libros. Nos hace ser conscientes de la tristeza, del horror que causaron y de las consecuencias que cada acto que realizaron tuvo, por muy pequeño que fuera.
La traducción desde el alemán viene a cargo, en esta ocasión, de Adan Kovacsics, que le aporta naturalidad y precisión al ritmo frenético de Novela de ajedrez y amabilidad y calma al drama de Mendel el de los libros.
Del ritmo vertiginoso y acelerado de la primera pasamos al pausado de la segunda. Si en una los calabozos de tortura están ahí claramente, en la segunda sólo entrevemos que fue eso lo que le ocurrió a su protagonista. Si en una de ellas un simple librito con jugadas de ajedrez ayudaron a un hombre a no caer en la locura, en la otra serán los libros lo que lleven a Mendel a padecerla y serán también ellos los que lo ayuden a no caer en el olvido.
Stefan Zweig era un amante de la libertad y de la literatura, a través de una quiso reivindicar la otra y viceversa. Nosotros tenemos la obligación moral de leer su legado para que todo tenga sentido.