Reflexiones lentas para un mundo con prisas

Reseña del libro “Reflexiones lentas para un mundo con prisas. Filosofía emocional desde el abismo existencial”, de Jorge Albaladejo Pomares

Reflexiones lentas para un mundo con prisas

Vivimos en tiempos interesantes. No lo digo yo, lo dice el autor del libro que hoy reseño, pero, evidentemente, suscribo la reflexión. ¿No es increíble la cantidad de oportunidades y elecciones que diariamente se abren ante nosotros? “Nunca en la historia de la humanidad hemos tenido tantas opciones para elegir, ni hemos avanzado tan rápido en casi todos los aspectos de nuestras vidas: productividad, progreso tecnológico y social, derechos humanos, desarrollo personal…” Sí, en muchos aspectos, vivir en esta época es una auténtica gozada.

No obstante, ya se sabe que no es oro todo lo que reluce y que estos tiempos en los que todo es pura elección y que tenemos todo al alcance de nuestras manos, también esconden un lado no tan maravilloso. Y es que vivimos tan deprisa que a menudo olvidamos lo más importante: disfrutar del viaje.

“Cada vez tenemos menos tiempo para lo que de verdad importa: las personas que queremos, nuestros sueños, nuestro propio bienestar. Estamos más estresados que nunca, caemos más a menudo en el burnout. Las tasas de depresión y de suicidio baten récords y siguen en aumento”. Como veis, todos deberíamos hacer lo que esté en nuestra mano para alcanzar nuestro propio bienestar. Merece la pena intentarlo, ¿no os parece?

Jorge Albaladejo Pomares es ingeniero, pero también es muchas cosas más: programador autodidacta, políglota, viajero, maestro cervecero, diseñador web, experto en economía doméstica, pensador sistémico, aspirante a polímata, filósofo y escritor. Esta última faceta es la que ha desarrollado en Reflexiones lentas para un mundo con prisas, regalándonos un libro que recoge entre sus páginas una colección de microrrelatos filosóficos, emocionales y existenciales que nos invitan a reflexionar, mantener los fantasmas a raya y despejar las nubes de la tormenta existencial.

Así, Reflexiones lentas para un mundo con prisas es una suerte de remedio, pequeñas píldoras de analgésico que, en palabras del autor, “producen un alivio sintomático temporal”. Y es temporal porque siempre depende de nosotros aprender a saborear estas reflexiones y adaptarlas a nuestra forma de vida y nuestro cambio de la manera que mejor nos convenga. De cualquier forma, como os decía antes, merece mucho la pena intentarlo de la mano del autor con estas interesantes reflexiones.

Seguir avanzando y dejar de huir centrándonos en nosotros, ser conscientes, reinventarnos, despejar las dudas, ser agradecidos y asertivos, pero sabiendo que no podemos controlar todo, que la vida fluye y que, a pesar de los miedos y ansiedades, ser auténticos, libres e íntegros es la mejor manera de estar en paz y armonía con nosotros mismos y con los demás. Todo esto es lo que nos enseña el autor en los relatos y reflexiones que componen este libro y lo hace de una forma única, transportándonos a ese universo propio que recrea con sus dosis de reflexión emocional, haciéndonos sentir identificados, entendidos y escuchados. Y es que estas píldoras son verdaderamente efectivas: una llamada de atención a la calma, a la reflexión y al autoconocimiento. Un buen remedio para el alma.

Reflexiones lentas para un mundo con prisas es todo un acierto. Un libro muy dinámico y ameno que nos invita a reflexionar y a pausar la vida para escucharnos a nosotros mismos y a nuestras necesidades. Y es que, sí, como dice Jorge Albaladejo Pomares, vivimos en tiempos interesantes, pero… ¿no sería mucho mejor vivir en tiempos importantes?

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