Sobre mi hija

Reseña del libro “Sobre mi hija”, de Kim Hye-jin

Sobre mi hija

Ya se sabe que a veces el dolor produce placer, o algo que identificamos como tal. Este es un libro doloroso, pica, duele, hiere mucho, pero no por ello es menos disfrutable.


Sobre mi hija está construido como una narración en primera persona de una madre acerca de sus circunstancias vitales, día a día. Una madre coreana, al igual que la autora, aunque pertenecen a generaciones distintas, así que esto no es una autoficción. La voz que cuenta ronda los sesenta años y trabaja en una residencia de ancianos, donde tenemos la oportunidad de observar a través de sus ojos, con toda la crudeza, los estragos que causa el envejecimiento y también las condiciones que impone el capitalismo salvaje a una cada vez más depauperada atención geriátrica. Nuestra narradora permanece muy unida a una residente, Jen, que tras un pasado esplendoroso y una vida plena fuera del país, se encuentra prácticamente arrasada por la demencia. Cuando llega a casa después de cuidarla, no halla gran consuelo. Su hija, aquella por la que ha trabajado largamente y en la que tenía depositadas grandes esperanzas, desperdicia su talento en puestos mal pagados en la universidad mientras, y eso la enerva, mantiene una relación homosexual.

Para mayor escarnio, las dos chicas se mudan a vivir con ella debido a sus estrecheces económicas.
El contraste que presenta la protagonista es uno de los mayores aciertos de esta novela. Ante nuestros ojos, su labor en la residencia de ancianos, donde se muestra delicada y cariñosa, contrasta brutalmente con el tratamiento que dedica a su hija y la pareja de esta, a quienes desprecia por su condición sexual. Esa tensión no hará más que crecer a lo largo de las páginas, provocando un ambiente asfixiante muy necesario para la obra. Porque aparte de otras cuantas cosas, este es un libro, fundamentalmente, acerca de la tensa relación entre madres e hijas cuando unas no colman las expectativas de las otras y ambas partes no logran comprenderse.


Sobre mi hija es un texto sincero, trepidante con el solo argumento de las emociones, demoledor sin que medien grandes escenas. Kim Hye-jin obra el milagro de la intriga con una economía de medios envidiable, muy pocos personajes y escasos escenarios, apenas la casa y la residencia, una y otra vez, todo desde el punto de vista de la madre. En esa repetición de un día duro detrás de otro, como la tortura de la gota que no deja de caer, en esa reiteración de los mismos rostros, las mismas dificultades, se muestra nuestra propia angustia vital y podemos vernos reflejados, a pesar de ambientarse en una sociedad lejana. Como ya sucediera con La vegetariana, por citar solo un ejemplo, el exotismo de Sobre mi hija se queda solamente en el decorado, convirtiéndose con el paso de las páginas en un retrato certero que puede aplicarse sin problemas a nuestra propia existencia y que nos muestra bastantes de las miserias a las que nos enfrentamos.
Una de las mejores lecturas del año por mi parte, un libro desasosegante que hay que leer y recomendar.

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