Thor y la mujer águila

Reseña del cómic “Thor y la mujer águila”, de Félix Vega

thor y la mujer aguila

Hete aquí que me hallaba yo tranquilamente leyendo Mythos, el gran descubrimiento (hecho gracias a la que, paridas e inventos mediante de Musk, es hasta ahora la mejor red social), del actor Stephen Fry (de quien no tenía ni puta idea de que le daba a esto del escribir ni de que dominaba tanto la cosa mitológica) editado en la no menos grande Anagrama, y subrayando con un fosforito azul a juego con la portada (solo subrayo en los libros de este tipo que pueden servirme de ayuda para, ejem, ciertos proyectos, que estos sí que no vienen al caso y no cuento, al igual que Atresmedia no cuenta nada de la imputación de Crehueras por los presuntos delitos de falsedad en documento privado, revelación de secretos, denuncia falsa y estafa documental), cuando me llegó precisamente un cómic de Planeta. Ciertamente todo esto que acabo de contar sobraría, pero a veces olvido la suerte que tengo de poder escribir en este espacio con total libertad lo que me salga de la polla, y me digo: que les den, voy a contar esto que no viene a cuento y sobra.

Así que como decía, hete aquí que de la mitología griega me tomo un respiro y me paso a la nórdica con un cómic que tiene un planteamiento algo atractivo y rompedor y del que no suele tratarse mucho en el noveno arte.

La historia comienza con un grupo de vikingos que tras atravesar océanos de tiempo (no, es coña lo de tiempo, esto no es Drácula) llegan a Vinland (que podría ser el extremo norte de la isla de Terranova). Allí son recibidos por indios hostiles y los aguerridos vikingos huyen por patas no sin antes llevarse a una mujer con ellos. Habrá quienes crean que esa mujer es una bruja pues en su viaje de vuelta les sobrevuelan “dragones” por el cielo y Jörmundgander (la serpiente que da vueltas a la tierra hasta que llegue la hora de su fatal enfrentamiento con Thor en el Ragnarök) casi hace zozobrar el drakar. Para apaciguar a la serpiente a los vikingos no se les ocurre otra cosa que tirar a la mujer al mar como ofrenda y cuando esta está a punto de engullirla, la misteriosa mujer india se convierte en un águila y un Thor descomunal aparece ante todos para protegerla.

No contaré más porque no hay que contar todo para enganchar al lector. Hay que arriesgarse, pero os digo que no os defraudará esta nueva visión de Thor, de Asgard, de Odín, de las valkirias… Olvidaos de Marvel. Esto es más…, iba a decir realista, ¡pero qué coño! Más mitológico y tiene más en cuenta las realidades sociales del momento, que sería el año 1000 aproximadamente.

¿Y qué realidades son esas? Principalmente dos: el miedo a lo desconocido o a otras culturas y la propagación de esa plaga que veía el politeísmo como algo pagano y comparable a la brujería (sí, el puto cristianismo y sus curas fanáticos). La mujer del título lo reúne todo, porque viene de un mundo desconocido y a la vez va a evolucionar y servir de puente entre la religión de la cruz y la de Thor.

Thor y la mujer águila se lee muy rápido y entretiene brutalmente. El dibujo es bueno y tiene en cuenta el detalle, pero sobre todo prima el diseño de personajes y escenarios (cuando digo personajes me refiero a monstruos marinos principalmente y con escenarios a Asgard), y la aplicación del color de una manera un tanto subjetiva pero que encaja bien con lo que se cuenta.

La historia avanza de manera lógica y comprensible hasta desembocar en un final que me ha hecho esbozar una sonrisa por lo inesperado aunque, repito, lógico dada la deriva de acontecimientos finales.

Pues eso. Una buena historia nórdica para quien quiera algo alejado eones de los tomos de Marvel, a pesar de lo buena que es la etapa de Jason Aaron, con un planteamiento serio y una buena ejecución, que bucea ligeramente sobre hechos reales y proporciona una buena diversión.

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