Todo fluye (II)

Todo fluye, de Vasili Grossman

Todo fluye

Recién terminé de leer Todo fluye, de Vasili Grossman y no necesito ni un segundo más para afirmar que es el mejor libro que leí en el año y, con seguridad, uno de los mejores que leí en mi vida. Cometí el bendito error de abrir su primera página hace dos días y desde entonces tuve que aislarme del mundo porque su magnetismo me impidió automáticamente seguir relacionándome con nadie más que no sea esta magnífica novela histórica de un escritor que desconocía por completo.

Ahora ya se todo sobre Vasili Grossman, escritor y periodista ruso (1905 – 1964) que con sus fabulosas crónicas cubrió la batalla de Stalingrado y fue el primero en dar la noticia al mundo de la existencia de los campos de exterminio nazis. Sus libros más importantes (Por una causa justa, Vida y destino, Todo fluye) más que acercarnos, nos permiten “vivir” en persona esa tremenda etapa de la historia llamada URSS. Las controvertidas figuras de Lenin y Stalin se humanizan en cada página, no por sus cualidades humanas (de hecho fueron terribles dictadores) sino porque la calidad periodística y literaria de Vasili Grossman los vuelven terrenal, cercano, tanto a ellos como a las inmensas penurias que debieron soportar y sufrir millones de personas durante la larga noche dictatorial de ese fallido intento de comunismo, que comenzó con ilusión general pero que se transformó en una pesadilla cuando, paradójicamente, en nombre de la libertad (luego de la Rusia Zarista) se terminó implantando una dictadura que eliminó la libertad; y como dice el autor de este libro, la libertad es vida y eliminando vidas se eliminó la libertad.

Iván Grigórievich, el personaje principal del libro, vuelve a Moscú luego de pasar treinta años preso en campos penitenciarios. Stalin ya murió y la URSS con la que se encuentra Iván Grigórievich le impacta de lleno: la libertad no existe, no está en ningún lado, fue asesinada. A partir de ahí, y tras encuentros con parientes que más que encuentros son desencuentros, el personaje empieza a recordar su vida y por ende, nos hace testigos privilegiados de unos de los periódicos más oscuros y trágicos, que recorre la llegada de Lenin al poder y la posterior asunción de Stalin, para terminar con una realidad penosa en la que los restos de una generación perdida intenta sobrevivir y renacer.

Y no puedo evitar, cuando leo este tipo de libros, preguntarme por qué la historia nos resultaba y sigue resultando a casi todos, tan aburrida en la escuela. Por qué, siendo que puede generar tantas pasiones, aun se sigue enseñando con métodos tan obsoletos. Qué pena me da pensar que recién entendí completamente esta etapa histórica al leer una novela, mientras que antes, tal vez por mi incapacidad, todo se mezclaba en mi mente y solo conocía lugares y fechas, vacías, sin contenido.

No piensen que exagero o que no pensé antes de escribir esta reseña. No sospechen de mi condición de argentino que para contar una simpleza prefiere dar un largo discurso. No. Este es un librazo. De esos libros que a nadie puede no gustarle. Una maravilla. Inolvidable. Y eso que todos los críticos de libros afirman que Vida y Destino, la obra maestra de Vasili Grossman, es aún mejor: me cuesta creer que pueda superar a Todo fluye. Por las dudas ya me lo compré y termino ahora mismo esta reseña porque me espera ansioso para ser leído.

Roberto Maydana

5 comentarios en «Todo fluye (II)»

  1. Muy interesante la reseña que haces de este libro, lo voy a anotar en mi lista de “lecturas futuras imprescindibles”. La epoca en la que discurre me apasiona y si como dices esta tan bien escrito no dudo que colmara to
    das las expectativas positivas que generas con tus comentarios.

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  2. Gracias por el comentario, Jose Iván: no tengas dudas en leer este libro en un futuro, ya que está tan bien escrito que te hace vivir los hechos como si estuvieras ahí, igual que con los libros de Santiago Posteguillo y su historia de Roma 😉 Gracias!

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