Ahí está mi casa

Ahí está mi casa, de Hans Keilson 

Mirar sin odio. La de Hans Keilson parece la mirada de un buen hombre por encima de la del gran escritor que es. Mirar sin odio siempre tiene mérito pero cuando lo que se mira son los recuerdos de infancia de un niño judio que a la postre se vería obligado a abandonar su país, aunque con ello no huyese de la barbarie ya que trabajó activamente como médico para la resistencia holandesa, lo tiene doblemente.

Ahí está mi casa es un título curioso, tan abierto como conciso: no dice ahí estaba mi casa, es decir, no habla de Alemania tanto como de su propia experiencia. La casa de Hans Keilson no es el lugar físico donde se desarrollan sus recuerdos, sino sus recuerdos en sí mismos. Parece una obviedad, pero en todo caso es una obviedad necesaria en estos tiempos, pero se vive en la propia vida y como hogar es preferible elegir aquel donde se es feliz. Hans Keilson no volvió a Alemania tras la guerra, vivió y desarrolló su actividad profesional y literaria en Holanda, y desde allí ilumina con su mirada serena una época de por sí oscura por mucho que se haya puesto el foco en ella.

Una de las cosas que más dolorosa resulta de las muchas que cuenta el autor es la aparición de los primeros síntomas de la intolerancia fascista en la escuela, en los propios escolares, me refiero. Nada ocurre en las sociedades si no ha ocurrido previamente de una forma u otra en los colegios, tanto para bien como para mal, y este libro presenta el testimonio de la llegada del nacionalismo extremo a los colegios y los problemas de convivencia que supuso para unos niños judíos que hasta entonces habían convivido en perfecta armonía con sus compañeros.

En ahí está mi casa se refleja la vida del autor con apenas unas leves pinceladas, aunque dadas con tanta maestría que el retrato, tanto del autor como de su familia y de la sociedad que les tocó vivir, parece todo lo completo que puede serlo. Y todas las virtudes que de Hans Keilson se reflejan en su texto, se corroboran con la entrevista que el editor mantuvo con el con motivo del centenario del autor y que supone el mejor de los epílogos a este pequeño volumen que es el testamento literario de un buen escritor en la misma medida que es el testimonio vital de un buen hombre.

Andrés Barrero
andres@librosyliteratura.es
@abarreror

 

Título: Ahí está mi casa
Título original: Da steht nein Haus
Autor: Hans Keilson
Traducción: Carles Andreu
Editorial: Minúscula
Páginas: 128
Fecha edición: mayo de 2013
ISBN: 978-84-95587-91-6

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