Cuernos

Reseña del libro “Cuernos”, de Joe Hill

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Hace unos años me topé por casualidad con una película protagonizada por Daniel Radcliffe que hizo que me explotara la cabeza. Si el actor se había propuesto salirse de su papel de niño mago, lo consiguió a la fuerza. Al terminar la película me puse a investigar un poco sobre ella y descubrí que el guión estaba basado en una novela del hijo de Stephen King. «Ahora lo entiendo todo», pensé. El caso es que esa información se quedó almacenada en algún lugar recóndito de mi mente y jamás había vuelto a salir a la luz.

Hasta ahora.

Me encantan las novedades de Nocturna, ya lo sabéis, así que cuando vi que iban a publicar un título de un tal Joe Hill ni me lo pensé. Nunca había leído nada de él, a pesar de que ya tiene varios libros publicados en España, así que me apetecía muchísimo descubrir a este autor. Aprovecho para decir que la traducción de Laura Vidal Sanz es una maravilla. La cuestión: la novela, Cuernos, llegó a mis manos sin ser yo consciente de que me haría sacar de ese cajón la película que ya había olvidado. Sí, amigos, yo tampoco tenía ni idea de que Joe Hill era el hijo del mismísimo Stephen King, ni que el libro que tenía entre mis manos era aquel que dio pie a esa película que años atrás hizo que me quedara con la boca abierta. «Si se llaman igual», lo sé, pero por alguna extraña razón, yo no había relacionado novela y película hasta que no leí la primera página.

Fue cuando vi que la historia trataba de un tal Ig Perrish, al que le crece un par de cuernos en la frente tras una noche de borrachera, cuando me di cuenta. Entonces supe lo que venía a continuación: la vida de Ig se puso patas arriba el día en que su novia apareció asesinada. Por más que la policía trató de buscar al culpable, no se pudo encontrar ni una sola pista de quién había sido el culpable. Esos cuernos, a parte de darle un dolor de cabeza terrible, también le regalaron la capacidad de escuchar los pensamientos de la gente. De esa manera, Ig se entera de que todo el mundo cree que él fue el que acabó con su novia.

Lo más interesante de este libro es ver la contraposición del personaje cuando su vida era un camino de rosas y cuando se convirtió en un infierno de espinas. Joe Hill se mete en la mente del personaje y explora esos sentimientos, que hacen que el lector empatice rápidamente con el protagonista aunque en ocasiones parezca un tremendo imbécil.

Ahora llega la respuesta a la pregunta que te estarás haciendo: ¿Joe Hill sigue la estela de su padre? Pues podríamos decir que sí. Se nota que tiene su propio estilo y sus propias ideas, pero también que ha crecido junto al más grande de la novela negra. King tiene unas pautas que suele seguir en casi todos sus libros y que le funcionan, y su hijo ha sabido aprovechar eso. Pero vaya, como han hecho muchos escritores del género que han venido después. Y tampoco creo que sea algo malo. Le funciona. También se ha fijado en la idea de crear su propio universo metiendo referencias de sus libros en otros —cosa que ha hecho su padre siempre—, así que si lees alguna obra más de Hill seguramente te descubran diciendo «¡será pillín!». Y eso, en particular, es un punto a su favor. Me encantan los universos de los escritores, y me encanta la sensación de encontrar una pista en otra obra que nada tiene que ver.

En definitiva, Cuernos es una obra que, si bien no se podría calificar de terror como tal, sí que remueve sentimientos por dentro. A veces buenos, a veces malos y en ocasiones desagradables —hay escenas que no son aptas para todos los estómagos, ya lo advierto—. Y eso hace que el libro sea una montaña rusa en la que hay momentos de tensión y otros momentos de calma antes de la tempestad. Lo que tengo claro después de leer esta novela es que Joe Hill va a tener a partir de ahora un lugar privilegiado de mi estantería y que no me voy a perder ni una de sus novedades en España.

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