
El que dijo que en el principio fue el verbo no tenía ni idea de lo que estaba hablando. En el principio fue el trazo. Y punto. Verbos, predicados y espíritus santos vinieron mucho más tarde. Así que no me vengáis con que ese verbo era en realidad el Logos hecho carne. Puedo imaginarme perfectamente a Dios en la creación del mundo. ¿Y sabéis cómo lo imagino? Recostado en un diván y trazando en el aire las aguas, los cielos y los pececillos con su dedo divino. La creación nace del trazo, luego el trazo nos convierte en dioses. Ya…