Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu

Vacaciones en el Cáucaso El talento literario suele medirse según diferentes parámetros. Hay quien valora la imaginación por encima de todo, mientras otros dan más importancia a la capacidad de estructurar una historia más o menos compleja. El crítico fulanito se fija en la retórica y su archirival menganito, en el ritmo narrativo. Pocos, sin embargo, son los que destacan una cualidad que, a mi juicio, está por encima de todas las mencionadas. Pero vayamos por partes.

Hace dos años, con la publicación de Loxandra, Acantilado nos descubrió a la escritora griega María Iordanidu (1897-1989), hasta entonces una absoluta desconocida para el público español, y de cuya vida, aún hoy, apenas sabemos más que lo que nos cuenta la solapa de esta edición.… Leer la reseña completa del libro "Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu" “Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu”

Moonshadow, de J. M. DeMatteis y Jon J. Muth

moonshadow ¿Cómo puede ser que un libro del que jamás había oído hablar se convierta en mi libro favorito de todos los tiempos y en la joya de mi biblioteca? Bien, la segunda parte de la pregunta tiene fácil respuesta: cualquiera que lea Moonshadow entenderá enseguida por qué de la noche a la mañana se ha convertido en una de mis posesiones literarias más preciadas.

El verdadero misterio está en la primera parte de la pregunta: ¿cómo es posible que esta obra, publicada por primera vez hace más de 30 años, sea un tesoro desconocido para el gran público y no goce de la popularidad de otros clásicos como Maus o Watchmen?… Leer la reseña completa del libro "Moonshadow, de J. M. DeMatteis y Jon J. Muth" “Moonshadow, de J. M. DeMatteis y Jon J. Muth”

De un mundo que ya no está, de Israel Yehoshua Singer

De un mundo que ya no estáSi pedimos a cualquier hijo de vecino que nos diga qué civilizaciones desaparecidas conoce, las respuestas oscilarán entre los mayas y el Antiguo Egipto, pasando quizá por los etruscos, los aztecas o los sumerios, es decir, culturas que desaparecieron hace cientos o incluso miles de años. Lo más probable es que nadie piense en una civilización mucho más reciente que estuvo presente en buena parte del centro y este de Europa hasta hace menos de cien años: el mundo del shtetl.

Los shtetl eran aldeas o pueblos habitados de manera mayoritaria por judíos, donde la lengua principal era el yiddish, y donde el judaísmo ortodoxo regía hasta el último aspecto de la vida de sus habitantes.… Leer la reseña completa del libro "De un mundo que ya no está, de Israel Yehoshua Singer" “De un mundo que ya no está, de Israel Yehoshua Singer”

El Humano, de Lucas Varela y Diego Agrimbau

El humanoLa ciencia ficción , cuando es buena, es de lo mejorcito que nos puede ofrecer la literatura. Y lo es porque nos habla de las grandes cuestiones a las que el ser humano lleva dando vueltas por los siglos de los siglos, a saber, quiénes somos, de dónde venimos y todo eso. Pero la ciencia ficción no envuelve esas cuestiones en una gruesa capa de solemnidad, sino de imaginación. La ci-fi (medio millón de entradas en google, señores de la RAE: espabilen) se dirige al común de los mortales (si lo somos, que no está tan claro),  y no a la cofradía de aspirantes a filósofos de turno.… Leer la reseña completa del libro "El Humano, de Lucas Varela y Diego Agrimbau" “El Humano, de Lucas Varela y Diego Agrimbau”

El Golem, de Gustav Meyrink

El GolemA todos los lectores nos gusta que un libro, aparte de proporcionarnos entretenimiento, alimento para el magín, escapismo, sonrisas, lágrimas, o lo que sea que cada uno busca en la literatura, nos permita viajar (especialmente, y aquí óigase un gran suspiro, en estos días de confinamiento doméstico). Las historias de Twain no serían lo mismo sin ese Misisipí y sus meandros. Dickens, sin Londres, es menos Dickens. Cuesta imaginar a Nabokov sin el telón de fondo del Berlín de entreguerras. Del primer Borges, todavía recordamos los bajos fondos bonaerenses. Y, por poner fin a una lista que sería interminable, ¿qué sería de Kafka sin Praga?… Leer la reseña completa del libro "El Golem, de Gustav Meyrink" “El Golem, de Gustav Meyrink”

¿Es así como me ves?, de Jaime Hernández

¿Es así como me ves?Con ciertos autores, a uno le entra la vena Antonio Machín: toda una vida / te estaría leyendo… Pero es que, además, con Jaime Hernández, que nos presentó a los personajes de ¿Es así como me ves? hace ya la calentera  (ni a JH ni a mí nos gustan los clichés) de cuarenta años, los versos del sonero cubano no son sólo posibles, sino imperativos.

A los personajes, aunque probablemente sería más correcto decir las personajes (¿personajas?, no os paséis, ¿vale?), de esta pequeña inmensa novela gráfica las conocimos al hablar de la legendaria colección Locas (véase aquí y acá), y hoy las volvemos a ver, con la frente marchita y las sienes todo lo plateadas que pueda tenerlas un punk, en una especie de reencuentro con la basca (espero haber envejecido mejor que esta palabra) de aquellos años.… Leer la reseña completa del libro "¿Es así como me ves?, de Jaime Hernández" “¿Es así como me ves?, de Jaime Hernández”

Rompepistas, de Rosa Codina

RompepistasPara nuestra desgracia, nos ha tocado vivir tiempos interesantes. Pero interesante no es, desde luego, lo mismo que próspero, feliz o divertido. Y es que, viendo lo que hay y lo que se avecina, cada día está más claro que cualquier tiempo pasado fue mejor, infinitamente mejor y mucho más divertido que el presente.

Verbigracia, las tribus urbanas. ¿Quedan? En mis tiempos, ¡ah, mis tiempos!, teníamos los heavies, los punks, los skins, los mods, los rockers, los siniestros… Todos ellos formados en su mayoría por jóvenes de clase trabajadora, unidos por su amor a una estética y un estilo de música, y por su odio a la otra tribu urbana: los pijos.… Leer la reseña completa del libro "Rompepistas, de Rosa Codina" “Rompepistas, de Rosa Codina”

No mires atrás, de Anabel Colazo

No mires atrásComo todos vosotros, yo no creo en fantasmas… aunque haberlos, haylos. De hecho, ¿quién puede negarles esa posibilidad, cuando estamos rodeados de criaturas mucho más inverosímiles? Y no, no me refiero a los votantes de ese partido ni a los fans de Miguel Bosé, sino a esos seres tan extraordinarios de manos adheridas a teclados,  que, a fuerza de vivir encerrados, se han vuelto albinos como esos cocodrilos que pueblan las alcantarillas de Nueva York. Esos seres que se dedican a hablarnos de su día en el dentista, a mostrarnos su dormitorio, o a hacer una cosa llamada unboxing, y que hacen de ello su modo de vida.… Leer la reseña completa del libro "No mires atrás, de Anabel Colazo" “No mires atrás, de Anabel Colazo”

30 millones, de Ángel Mosquito y Federico Reggiani

30 millonesHay un sueño que todos (o casi todos; siempre hay algún monje muy sabio entre nosotros) hemos tenido alguna vez en la vida, y es el de viajar en el tiempo, preferiblemente, al pasado, y, puestos a pedir, con la experiencia y madurez de nuestro yo actual. ¡Jo, cómo nos íbamos a poner! ¿verdad, picaruelos? Naturalmente, como se ha encargado de descubrirnos la ficción, que también es muy sabia, este es un sueño con trampa. Pero además, nos lo han contado tantas veces ya que, a cualquier historia que explore esta posibilidad, le pedimos algo más que paradojas de la abuela o el asesinato de un niño muy malo llamado Adolf.… Leer la reseña completa del libro "30 millones, de Ángel Mosquito y Federico Reggiani" “30 millones, de Ángel Mosquito y Federico Reggiani”

Cecil y Jordan en Nueva York, de Gabrielle Bell

Cecil y Jordan en Nueva YorkRecuerdo una entrevista de hace unos años a Juan José Millás en la que el escritor hablaba de antónimos. Se preguntaba, por ejemplo, qué era lo contrario de azul. O de árbol.

Existen, evidentemente, palabras y conceptos que no aceptan fácilmente un antónimo. Sin embargo, hay otros que lo reclaman a gritos y que ven cómo el diccionario no les hace el caso suficiente. Uno de esos conceptos es “exagerar”, cuyo antónimo, nos dicen los de la Academia, es “atenuar” o “empequeñecer”. Puede que sea lo mismo, pero, desde luego, no es igual. De todas formas, a falta de algo mejor y con tal de no incorporar otro anglicismo a nuestro cada día más empobrecido léxico, diremos que Gabrielle Bell es la reina de la atenuación.… Leer la reseña completa del libro "Cecil y Jordan en Nueva York, de Gabrielle Bell" “Cecil y Jordan en Nueva York, de Gabrielle Bell”

El beso número 8, de Colleen Af Venable y Ellen T. Crenshaw

El beso número 8La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, decía el cantor en uno de esos versos que todos acabamos haciendo nuestros.

Claro que, hablando de sorpresas, también podríamos abrir hoy la “paradeta”, como decimos en mi tierra, con otra cita. El problema es que esta no parece tener una versión única sino que acepta múltiples variaciones. Se trata de esa que dice que el interesado / el marido / etc. siempre es el último en enterarse.

En el caso de El beso número 8, Mads, la protagonista, es la última en enterarse de las sorpresas tan gordas que da la vida.… Leer la reseña completa del libro "El beso número 8, de Colleen Af Venable y Ellen T. Crenshaw" “El beso número 8, de Colleen Af Venable y Ellen T. Crenshaw”

Un saco de canicas, de Kris y Vincent Bailly

Un saco de canicasCuando la vemos a través de los ojos de un niño, la guerra es algo diferente. No hay trincheras ni bombardeos, no hay aldeas incendiadas ni héroes que se lanzan con una granada bajo un tanque, no hay aviones que se estrellan contra las líneas enemigas ni fusilamientos de inocentes para castigar a los que ayudaron a un miliciano. Nada de eso hay en Un saco de canicas, el clásico de Joseph Joffo adaptado a novela gráfica por Kris y Vincent Bailly.

Aquí tenemos, por el contrario, las andanzas de dos hermanos que viven, estudian y juegan a canicas en la Francia ocupada y que, un buen día, descubren que su condición de judíos, en la que jamás se habían parado a pensar, los pone en la diana de esos señores de negro que entran en la peluquería de su padre.… Leer la reseña completa del libro "Un saco de canicas, de Kris y Vincent Bailly" “Un saco de canicas, de Kris y Vincent Bailly”