El mundo secreto del clima

Reseña del libro “El mundo secreto del clima”, de Tristan Gooley

El mundo secreto del clima
El mundo secreto del clima

Hoy nos ponemos manos a la obra con un libro… peculiar. Quizá porque es un libro eminentemente práctico. Todos lo son, me diréis. Y por supuesto que todos pueden enseñarnos algo. Pero no de todos podemos extraer unas aplicaciones tan prácticas, tan de andar por casa y a la vez tan importantes, como de este “El mundo secreto del clima”, de Tristan Gooley.

El mundo secreto del clima” no es un manual sobre el clima al uso. El autor lo recalca no solo desde la introducción, sino desde la misma portada: este libro se aleja de claves, datos y estándares complejos, y se centra en las pistas que el clima deja en nuestro alrededor más inmediato. Y es que, a pesar de los avances tecnológicos y los súper ordenadores capaces de procesar millones de datos y variables por segundo, la ciencia de hacer pronósticos meteorológicos a más de cinco días vista es aún poco fiable.

Incluso realizar pronósticos a pequeña escala, a escala local, en un terreno concreto, sigue siendo a día de hoy complicado. Y es en esto en lo que se centra este libro: en las pistas que todos tenemos a nuestro alrededor en cuanto prestamos atención al entorno donde vivimos. Teniendo en cuenta unos mínimos apuntes que el autor nos comenta en este libro con un estilo sencillo y claro, del que destila un innegable amor por la naturaleza, ajeno a enrevesados conceptos científicos y con la inestimable ayuda de gráficos, dibujos y diagramas, podremos aprender a realizar unos pronósticos propios mucho más fiables que las máquinas, que se centran en las escalas mayestáticas, en enormes extensiones de terreno y una gran diversidad de paisajes.

Nos convertiremos en una suerte de detectives de la naturaleza, de augures, en traductores de un idioma que está ahí, a nuestro alcance, y que solo demanda de nosotros para su interpretación una pizca de paciencia y un mucho de observación diaria. Porque con solo tomar nota durante varios días seguidos de la dirección e intensidad del viento, del tono y dimensiones de las nubes, de la disposición de las hojas de los árboles o de la orografía de nuestro entorno, sabremos entender por qué hace un tiempo determinado en el lugar donde nos encontramos e incluso prever la posible evolución de dicho tiempo.

El libro, que toca capítulos como sentir el viento, las nubes, el rocío y la escarcha, la niebla, los árboles, las plantas, musgos y líquenes, se cierra con una recopilación de notas, una bibliografía y un índice onomástico y de materias muy completo.

Pero creo que lo que de verdad trata de transmitirnos el autor —y que entiendo que, al menos en mi caso, consigue— en este “El mundo secreto del clima”, a modo de un Félix Rodríguez de la Fuente inglés y moderno, es hacernos reflexionar sobre la naturaleza, sobre la riqueza de sus más mínimas interrelaciones. Es un sentimiento muy parecido al que sentí y adquirí leyendo otro libro donde la naturaleza era protagonista, este novela y no ensayo: “El clamor de los bosques”, de Richard Powers, y que me tocó la fibra de una manera parecida, íntima, atávica. Pero no se queda en lo sentimental. Pienso que logrará que muchos de sus lectores enfoquen con una mirada nueva, limpia e infantil, el entorno que les rodea, principalmente algo tan desconocido como perenne: el cielo. ¿Esa nube es cirroestrato o cúmulo? ¿Esa irisación en forma de halo que rodea la luna anuncia lluvia? ¿Cómo afecta el viento de superficie a las hojas y los árboles, y estos a su vez a la elección de hogar o lugares de reposo a los animales?

Esto es la meteorología de cerca, del aquí y del ahora.

Esto es, simplemente, naturaleza.

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