El palacio azul de los ingenieros belgas

El palacio azul de los ingenieros belgas, de Fulgencio Argüelles

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Opinión: Un libro excepcional que nunca olvidaremos. Una buena historia muy bien escrita, llena de realismo y carente de rencor.

Esta bella portada de “El palacio azul de los ingenieros belgas”, ya dice mucho de la sensibilidad con la que vamos a adentrarnos en la vida de Nalo. Es esta una novela que nos sitúa en torno a los años de la Dictadura de Primo de Rivera (1.934), años revolucionarios en Asturias, una época que dio en llamarse “de las chimeneas”, cuando  aparecen empresarios industriales que llegaron dispuestos a explotar los grandes recursos de esa tierra.

Nuestros ingenieros llegaron de Bélgica y pertenecían a esa clase acomodada que poseía el poder porque era dueña del trabajo, de la salud, de la educación y hasta del agua y del aire que se respiraba, que promovían mejoras sociales con la única finalidad de aumentar la productividad, y por lo tanto sus ganancias.

La historia nos la va contando un niño al que el autor hace evolucionar poco a poco ante nuestros ojos, y en palabras del propio autor, “es un aprendiz de jardinero empeñado en buscar y alcanzar la sabiduría”. Nalo es un personaje creíble, que inicia el relato siendo aun niño y  nos llevará de su mano por la historia, mostrándonos la convivencia entre dos mundos: ricos y pobres, en una visión personal carente de rencor. La novela refleja la búsqueda constante del conocimiento y la perfección. Y a través de la vida de los personajes nos introduce en importantes momentos históricos que anuncian grandes cambios. Nalo entenderá el amor como la manifestación más humana del conocimiento compartido.


panoramsana1Pero el libro es mucho más, no hay personaje de la novela que no sea especial, su hermana, la dulce y poética Lucía, una mujer muy adelantada a su tiempo, con la que sufrimos y a la que llegamos a perdonarle… todo; su madre, amargada y carente de compasión; su padre, un minero al que conocemos en su propio entierro pero al que tan bien llegamos a conocer a través del libro; su abuelo, fundamental para el futuro de Nalo; la abuela, que curiosamente siempre se expresa a través de refranes; Eneka, un hombre cabal, sensato y sensible, un personaje extraordinario que había leído toda la Enciclopedia Universal; Elena, su primer amor; Julia, la niñera, con quien descubre el sexo; Jacob y su hermano Hendrik, los Ingenieros belgas, y  Geertghe esposa de Hendrik que junto con el abuelo de Nalo dan un sentido a la novela pues a través de lo que Nalo nos cuenta podemos intuir lo que hubo o hay entre ellos. Encontramos otros personajes secundarios, pero no por ello menos importantes para la historia.

El estilo literario es muy elaborado. Frases largas pero muy redondas, perfectamente cuidada la selección del vocabulario, muy culto (para algunos es aquí donde creo que radica el problema a la hora de leer a Argüelles pero estoy segura que para el público latinoamericano, acostumbrado a sus grandes y cultos autores, será un a delicia). Sus comparaciones y metáforas, están siempre llenas de poesía y sonoridad.

bocamina_fArgüelles no es un escritor que se prodigue mucho por los medios de comunicación pero creo que, además de por sus libros, podemos conocerle un poco más por sus declaraciones: “Cuando uno lo ha perdido todo, cuando nada de lo que toca es suyo, ni siquiera la educación de sus hijos, ni el agua que bebe, ni el aire que respira, cuando a uno le roban el futuro y le obligan a jugarse la vida cada día para poder sobrevivir, entonces uno recoge el poco coraje que le queda lo junta con otros corajes y todos los corajes juntos agarran banderas y disparan fusiles y apenas nada queda para perder y renace la esperanza que es la vida.”

A mí me gusta como escribe y como habla y coincido con el autor en que “esto está cada día de más actualidad porque la intransigencia aumenta, las guerras se multiplican, la xenofobia está en el corazón de muchas personas como una auténtica peste que se propaga, los que tienen mucho multiplican sus riquezas y crece la muchedumbre de los miserables”.

Nalo tuvo la suerte por no entrar a trabajar en las minas para ganarse la vida. Con su trabajo de jardinero pudo observar mejor las vidas ajenas, tuvo la ocasión de aprender, de crecer sano por dentro y por fuera, y desde su juventud, desde su humildad y su falta de rencor pudo ser capaz de ver los acontecimientos sociales que ocurrían a su alrededor. Supo aprovechar la oportunidad que la vida le daba. Comparte sentimientos con personajes de ambos lados, y con su sabiduría refleja aquello que pudo ocurrir  pero que la  historia nos negó. Nalo crece, y aquellos que nos hemos implicado en su vida lo hemos visto crecer.

La Guerra Civil Española pudo tener su inicio con la Revolución del 34, pero yo no creo que esta sea una novela sobre el 34 o la Guerra Civil, sino sobre un mundo de injusticias y clases sociales muy distantes entre sí. Después de leer el libro, no podría explicarlo, pero venía a mi memoria una y otra vez la Cantata de Santa María de Iquique… ¿Será acaso que me recordaba otras de esas situaciones en la que los hombres llegan al límite de su desesperación?.

Esta novela consigue darnos una visión general y real de la vida.

Un libro que ganó en 2003 el Premio Café Gijón, uno de los premios más antiguos y respetados por los lectores.

Susana Hernández

 

18 comentarios en «El palacio azul de los ingenieros belgas»

  1. Desde que lo leí es uno de mis libros de cabecera porque cada vez que abro sus páginas, incluso al azar, la prosa de Fulgencio Argüelles, llena de sugerencias, me atrapa. No sólo porque los personajes que aparecen son seres humanos en el más amplio sentido de la palabra –especialmente Nalo y Eneka, incapaces de odiar porque siempre pueden comprender al otro, que no justificarlo–,sino porque el autor sabe manejar nuestro idioma con brillantez y recrearnos el mundo con la mirada siempre nueva de Nalo.

    Como siempre, Susana, una reseña estupenda.

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  2. Muchas gracias por tu comentario Eva, un complemento perfecto a la reseña.

    También para mí ha sido, y es, un libro muy especial que siempre recomiendo a aquellos que quieran leer una de las más bellas prosas que han pasado por mis ojos, por mis manos y por mi vida.

    Un abrazo!

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  3. No es la primera vez que me sale al paso este libro, yo juraria que ultimamente lo encuentro demasiado a menudo y siempre con muy buenas criticas, posiblemente un dia caiga en mis manos, si es asi vuelvo y te comento

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  4. Espero que el libro te encuentre pronto, lo merece, y estoy segura de que disfrutarás de su excelente prosa y de la humanidad y realismo de todos sus personajes.

    Gracias por tu comentario Carmina, y me encantará que vuelvas y me cuentes tu encuentro con Argüelles.

    ¡Un abrazo!

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  5. He disfrutado con la lectura de este libro, con cada palabra. Es un recorrido magico, esa forma de darnos a conocer a los personajes, desde Nalo a cualquiera de ellos,,, un inmenso placer que deseo trasmitir. Bravo por Fulgencio Argüelles, gracias.

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  6. María, ni te imaginas la ilusión que me ha hecho este comentario, pues si en cada reseña intento poner todo el amor y la admiración que siento por un libro, este, desde que lo leí por primera vez, lo he considerado como uno de los mejores, y es una lástima que sea todavía un gran desconocido; pero siempre habrá tiempo para que, con gente como tu, que se anima a plasmar su opinión tras su lectura, siga creciendo en lectores, a los que “casi” siempre deja sorprendidos y “casi” nunca decepcionados.

    Muchísimas gracias por el comentario!! y sí, (jejejeje) Viva Fulgencio!

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  7. Me acabo de terminar el libro y me ha encantado,me lo recomendó un amigo y desde luego yo se le recomiendo a todo el mundo.Es un libro muy especial tanto por la temática como por la forma de contarlo.Los personajes son muy humanos y sobretodo Nalo que me llega a enamorar.

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  8. Acabo de termina este libro. muy bonito. Nos sumergimos con Nalo en la Asturias de principio de los años 30. He disfrutado mucho con la historia y sobre todo con la prosa de Fulgencio Arüelles, que te hace releer lo leído para volver a disfrutarlo. Totalmente recomendable para amantes de la buena literatura.
    Este es uno de los muchos fragmentos que he subrayado en la novela: …y así comencé la búsqueda y selección de los diferentes tipos de sauces, fresnos, pinos y robles, además de tejos, bojes, humeros, abedules, avellanos, nogales, castaños, higueras, serbales y laureles, hasta un total de veintisiete especies, algunas difíciles de localizar, y también seleccioné, con la ayuda de Eneka, aligustres, retamas, espineras, cornejos, acebos, buganvillas y otros arbustos hasta el número de treinta y dos, todo, según el abuelo, para que el tiempo se detuviera allí a contemplar las diferentes caras de la belleza, para que el silencio se escuchara allí de otra manera, para que se entretuvieran las brisas llegadas de lejos y encontraran cobijo los pájaros nativos y también los pájaros extranjeros.”

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